
La tristeza detrás de unos ojos. La infelicidad en el fondo del alma. La incomprensión humana. Hechos que nadie respeta. Vidas diferentes, ajenas y duras. Profesiones imperdonables, escondidas, negras. La lujuria del sexo, de lo prohibido, de lo revelado a oscuras. Una mano en el pecho, un roce en la rodilla, una mirada perdida. Los sonidos de una ciudad, de una existencia, de una línea infinita.
Caminos paralelos, caminos cruzados, caminos destrozados, rotos humillados. La cara y cruz del amor, de la pasión, de la amistad. El valor del silencio, la fuerza del silencio, el apocalipsis del silencio. La tranquilidad en la punta de un cuchillo, en el gatillo de una pistola, en la sangre que cae a gotas.
La música de los sentimientos. Unas palabras dichas a tiempo, no dichas nunca, ni siquiera pensadas. Un puñado de historias, una muerte digna, cientos de secretos en la tumba.
Un cementerio, un carril de metro en un hotel, un arma, una llamada telefónica, un vino sensual...
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