miércoles, 17 de febrero de 2010

A FUEGO

Aún recuerdo a ese chico de 19 años que se quedó huérfano de madre aquel 15 de diciembre de 2003, posiblemente el peor día de su vida. Recuerdo las horas esperando en el hospital, por si algún milagro ocurría, por si la ciencia avanzaba en un santiamén. Vi el momento del reencuentro en aquella camilla, con aquel cuerpo sin vida que lo quebró por dentro. Recuerdo el velatorio, la cremación, el entierro. El momento frío en el que un extraño le dice que tiene que escoger qué féretro desea para el cadáver de su madre. "No todos entran en la póliza, tan sólo estos de la derecha" decía el señor. Recuerdo esos momentos complicados, inverosímiles, inesperados.
Todavía recuerdo las decenas de personas pasando por delante suyo para darle el pésame, para decirle palabras que no le servían para nada, para darle abrazos que no sentía. Una pena tan profunda que no podía hablarse de ella. Recuerdo que todos vestían de negro, que todos lloraban, que todos estaban tristes. Recuerdo la misa llena de caras hacia el frente.
Lo vi crecer a la fuerza y madurar a la velocidad de la luz. Meses hundiendo la almohada en lágrimas. Años que pasaban sin consejo, sin calor, sin compañía, sin complicidad. Vi como pesaban sus cicatrices. Esa carencia de momentos felices, esa falta de pilar en un alma, de timón y capitán de su barco. Lo vi vagar por las calles, por las plazas, por los muelles. Lo vi solo, rodeado de gente pero solo. Lo recuerdo perfectamente. Recuerdo que aprendió a sonreír cuando estaba a punto de llorar. Lo recuerdo fuerte, serio, débil.
Lo vi crecer, convertirse en un hombre, hacerse inmortal, eterno, consciente. Recuerdo que nunca se rindió, que no importaba si nunca llegaba a despedirse de su madre, porque había asumido la realidad que lo azotó. Vi que con el paso del tiempo ya no miraba tanto hacia atrás. Recuerdo que le dolía no poder tener una conversación con alguien que haya padecido una pérdida similar. Recuerdo tantas carencias que siguen presentes hoy... que aún no han abandonado su ser. Lo recuerdo ahora tal como fue, como nunca más será.
Le recuerdo nadando en tristeza, corriendo por campos de amargura, surcando mares de nostalgia, volando cielos de dolor. Recuerdo perfectamente aquel 15 de diciembre de 2003 como si fuera ayer. De hecho, creo que hoy mismo, volvió a ser ayer...porque he vuelto a verlo llorar sobre la almohada....

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE