domingo, 21 de diciembre de 2014

BALANCE DEL 2014

Como cada año hago mi balance "intrapersonal" del año. Normalmente suelo hacerlo mes a mes nombrando los eventos más significativos que me ha tocado vivir (afortunadamente o desgraciadamente), pero por primera vez han sido tantas las cosas que he pasado que muchas de ellas no sabría explicar en qué mes pasaron o si fueron antes o después que otras.
Este año 2014 para mí ha sido bastante agridulce, pero muy positivo y sobre todo termina de forma muy exitosa que creo que ya me merecía.
Este año comenzó con un fin de año amargo de despedidas, de rabietas incomprensibles, de aguantar lo inaguantable en los coletazos de una relación ya muerta hacía meses, de no poder ser yo mismo y de tener que estar callado cuando tenía muchas cosas que decir. Afortunadamente terminó pronto y pude continuar con mi vida. 
Lo más dramático y drástico que me ha ocurrido ha sido dar mucho por una amistad con mi compañero de piso para descubrir que no era más que un cerdo, aprovechado, desagradecido y mentiroso. Otra puerta se cerró sola y terminó una relación que no tenía mucho sentido y que se estaba convirtiendo más digna de un episodio rutinario de un manicomio que de una relación cordial de ex-parejas. Puerta que ya ha desaparecido y que no podría interesarme menos. 
Laboralmente el año empezó con mi trabajo en la academia, cobrando muy poco dinero por mucho esfuerzo y dedicación y bastantes problemas económicos en verano. La suerte estuvo de mi lado y conseguí un buen puesto de trabajo en un colegio bilingüe y después de varios meses trabajando puedo decir que por primera vez en la vida trabajo en algo que me llena y me motiva y disfruto de mi trabajo. Estoy aprendiendo muchísimo, probándome a mí mismo y teniendo unos resultados bastante satisfactorios para mí. 
En cuanto a amigos no es que haya conseguido muchos amigos desde mi estancia en Madrid, pero los pocos que tengo son bastante buenos y sobre todo, lo más importante es que los he elegido yo. 
Desde febrero tengo una relación estable con alguien y desde octubre dejé de vivir en condiciones bastante "tristes" para mudarme a vivir con mi pareja. Desde entonces no ha podido irme mejor. 
Sigo entrenando como siempre, ahora estoy compitiendo por primera vez y he comenzado a correr varias veces por semana, que era algo que siempre he querido hacer, pero nunca había podido. 
Estas navidades se me antojan diferentes a todas las demás anteriores. He cerrado puertas y ventanas por las que no quería volver a asomarme, he elegido el camino que me ha interesado seguir y he podido lograr algún que otro objetivo que tenía planteado muy a largo plazo. 2015 para mí es el año del asentamiento, de terminar de encontrarme y de ser plenamente feliz en todos los ámbitos de mi vida. El comienzo de este camino se encuentra en Tenerife con mi gente durante las navidades y continuará en mi casa en Madrid con mi trabajo, pareja y amigos. Los meses dirán qué va a depararme este nuevo año, pero yo tengo la corazonada de que este año será muy grande. 

LIVE (CONCIERTOS)

A lo largo de mi vida he tenido la suerte de poder disfrutar de una de las pasiones de mi vida (junto al tenis), la música. He disfrutado de muchos artistas en directo y sufrido con alguno que otro, pero ir a un concierto es una sensación increíble que a mí me transporta a muchos lugares diferentes que no podría describir. Esta fue una de las razones que más ventajas tenía cuando me mudé a Madrid: la amplia gama, variedad y oferta cultural que ofrece. No solo hablamos de teatros, cines, actuaciones de cualquier tipo...la música está presente cada fin de semana en bares, salas y recintos.
Hace ya un año y cuatro meses que vivo en Madrid y he podido asistir a bastantes conciertos que jamás creí que podría disfrutar en mi vida. 
He visto en directo 7 veces a Neus Ferri (que se dice pronto), para mí la voz española que más me gusta, 3 veces a Vega, a Jessie J (grata sorpresa e increíble descubrimiento), The Pretty Reckless, Fall Out Boy, Portishead, Anastacia, Mürfila, Ida Susal, Elisa, Paco Arrojo, Rozalén, Zahara, Vetusta Morla....
Elisa es una artista italiana que me gusta hace casi 10 años y no es conocida en España, así que nunca pensé poder ir a verla en directo, pero el azar se cruzó en mi camino y lo conseguí. The Pretty Reckless fue un privilegio que cuadrase en la gira de Fall Out Boy y Anastacia un regalazo que tuvo mi chico por nuestro aniversario. Vetusta Morla tienen un directo espectacular, y Jessie J es una crack que lamentablemente está bastante infravalorada. Rozalén y Paco Arrojo no son mi estilo, pero igualmente fue una experiencia interesante. 
A todo esto le sumo mis años como melómano que va a conciertos y la suerte que tuve de ver a Alanis Morissette en directo en mi viaje a Canadá, a Craig David, Lucie Silvas, Linkin Park, Marlango 4 veces, Zahara, Vega, Lost Profets, Blackout, Melón Diesel, Malú, Noa y otros tantos artistas que he tenido el placer de ver en directo (muchos de ellos en primera fila).
Este nuevo año está lleno de conciertos y podré disfrutar del directo de Vetusta Morla de nuevo, The Script, Vega, Muse, Neus Ferri, Lenny Kravitz...y espero que muchos más. Es cierto que se me escaparon varios artistas como Nickelback, One Republic, 30 Seconds to Mars y Placebo, pero ya los recuperaré cuando vuelvan de gira. 
Esta es de las diferencias más grandes de vivir en una gran capital. Antes me gustaba mínimo unos 200-300 euros en venir a Madrid a ver un concierto, pero ahora los puedo disfrutar solamente pagando la entrada. Qué suerte vivir aquí. 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

BURLA

Quise tanto que me convertí en un pobre desgraciado comiendo los mendrugos de pan que dejabas al pasar. Tu estela era la guía que retorcía las cenizas de la persona que dejé de ser por ti. Justificaba mis abandonos con tus iniciales en mis labios porque no vi más lo que tú no eras para mí. Confianza ciega y suicida que me mantenía con vida entre comedias sin gracia y tragedias sin pena. Excusas inventadas para horas no adecuadas mientras yo jugaba a ser feliz. Velo que me cegaba sin dejarme ver la calaña de la que estás hecho por dentro. Cuerpo que rozaba parecía fuego que quemaba mi piel y desfiguraba lo poco que quedaba de mí. Fuerza que tiraba de mis brazos y mi cara sin ver la agresividad de solamente un juego para ti. Cura inexistente que terminó por romperse antes de poderla conseguir. No existe la persona que creí que había construido antes de ser la sombra de ti. Pronombres que pasaron de la primera a la segunda persona para convertirme en lo que más odiaba de mí. Tornaste mis mejillas hasta que sangraba de muerte y sin espejo no pude ver la suerte que tenía al llegar el fin. Acaba mi calvario con rezos sin rosario a santos en los que nunca creí. Burla es lo que siento, burla es lo que solo queda en mí. Burla de mi estupidez que crecía con tus palabras que regalaban mentiras infectadas en mis tímpanos. Burla por dejar de ser de carne y hueso para transformarme en muñeco de trapo que se hincha en los días de lluvia. Burla que no siento porque sigo estando muerto por y para ti. Burla...

viernes, 12 de diciembre de 2014

QUERIDA MAMÁ

Querida madre,

Ya hace tanto tiempo que esa palabra me resulta ajena que me extraño solamente al leerla. Justo en dos días hace ya 11 años que te marchaste. Permíteme que te diga que la despedida fue un poco amarga y que es de mala educación marcharse sin decir adiós. Yo tengo grabado a fuego aquel domingo 14 de diciembre 2003 (casualmente el 14 de diciembre de este año vuelve a ser domingo...y el lunes 15...) en el que fuiste de visita a casa de tía y no volviste a regresar. Recuerdo las horas que pasamos en urgencias en el hospital esperando que algún milagro llegase...rezando a todos los santos y dioses que conocemos para que no te marchases. Lamentablemente o fueron pocos o lo hicimos muy mal, pero ya de madrugada no aguantaste mal y dejaste este mundo. No solo dejaste a tu hijo menor con 19 años huérfano sin apenas saber nada de la vida, sino que también quedaban 3 hijos más y un marido que no sabían vivir sin ti.
Hoy, casi 11 años más tarde siento decirte que hay veces que olvido tu voz, y te pido perdón porque no quiero olvidar ni un solo segundo de los que vivimos juntos, pero la memoria me juega malas pasadas y me desobedece de forma selectiva. Lo que jamás he olvidado es tu cara...sigue presente en mí y aunque ya no pienso en ti cada día, sí que lo hago varias veces a la semana. Siento decirte que no te lloro tanto como los primeros 10 años, pero termino por creer que hay un número de lágrimas concreto que se llora por una persona y el tuyo seguramente hace tiempo que lo superé. 
Estoy un poco cansado de tener que repetir a cada persona que aparece en mi vida que no tengo madre, que se fue y que la echo de menos. Estoy cansado del día de la madre, de que las mejores comidas sean las de mamá, y de que las madres cuiden de los nietos. Estoy cansado de que todos tengan madre menos yo. Cansado de escuchar a mis amigos decir que sus abuelas de 80 años están enfermas cuando yo desde los 19 vivo a la deriva. Estoy cansado de escribirte entradas en este blog que ya igual se ha hartado de ti. 
A día de hoy no sé diferenciar en qué me parezco a ti y apenas hablo con los amigos que tú llegaste a conocer. Todo lo que estoy viviendo desde hace años es lejano y ajeno. Nadie te conoció ni sabía lo maravillosa que llegaste a ser, todo lo que brillabas con esa personalidad arrolladora y lo bien que hacías el papel de madre. Yo, sin embargo he crecido bastante. Maduré a la fuerza y me he caído tantas veces que he perdido tanto el rumbo que yo creo que esa es la razón de mi mala orientación. La espalda me duele muchas veces y empiezo a creer que de las piedras que cargué desde tu ausencia, de las responsabilidades que quedaron a mi cargo y de las noches sin dormir a destajo. 
Imagino que si has podido verme allá donde estás sabrás que me licencié, que soy gay, que estoy trabajando en algo que me gusta y que me llena, que me he mudado a vivir a Madrid y que ya he recorrido varios continentes. Si escuchas las veces que le hablo al silencio sabrás que el camino no ha sido fácil y que me topado con tantos muros que ya hace mucho tiempo que no creo en nada. La vida aquí se ha vuelto un poco complicada y salir adelante está solo al alcance de muy pocos. El desequilibrio social está latente y no se puede salir a la calle sin ver miseria en cada esquina. Sí que puedo contarte que tu marido sigue en pie, fuerte como un roble y luchando por ser feliz. Tienes dos nietos que te hubiera encantado conocer y tus hijos tienen media vida conseguida y son felices. Las vueltas del destino han hecho que hayamos acabado donde estamos ahora mismo, pero no dejo de preguntarme en qué persona me habría convertido de haberte quedado en casa con nosotros. 
Yo ya dejé de hablar de arrepentimiento y de mirar tanto al pasado. Me hubiera gustado que conocieras al hombre que soy hoy y que me dijeras si he hecho bien, si he tomado decisiones acertadas o si tenía que haber tomado alguna otra nueva dirección. Supongo que no te gustará saber que ya dejé de soñarte y de buscarte en mis madrugadas. Ya no pierdo esperanzas esperando a que llegues a decirme adiós o a pedir explicaciones. Esperanza me costó más de 5 años en destruirla y ahora hablo de metas y objetivos. Aunque sigo recordando que la esperanza es verde, como tu color favorito. Casualidades de la vida me han llevado a toparme con el verde constantemente y es justo ahora que lo relaciono contigo y es que hasta mi coche y mi aspiradora son verdes, aquel color que durante tanto tiempo odié.
Sigo creyendo en las casualidades, en el destino y confío en que todo ocurre por algún motivo aunque yo ya me cansé de buscarlos debajo de cada mato. Hoy, con mis 30 años a punto de marcharse, mi barba de 4 días, y mis ojeras por dormir poco puedo decir que tu muerte no se supera, pero se sobrelleva. Me ha costado muchas vueltas a la cabeza, muchas noches sin dormir y muchas tardes encerrado en la habitación. Ya no me cuesta tanto disimular cuando me duele aquí dentro si alguien nombra la palabra clave de mamá, madre, ma.... He interiorizado mi papel y mi guión de hombre fuerte que supera todo y ya no necesito coraza que me proteja de palabras hirientes.
Esta carta simplemente me encantaría que fuera un hasta siempre en el que no tuviera que volver a escribirte o a nombrarte, pero como me conozco mejor que nadie sé perfectamente que no podré cumplirlo. Da igual en qué momento, pero desde que mi día se torne gris, azul o verde...aparecerás en mi memoria de una nueva forma y no podré quitarte de mi cabeza. Así funciona mi alma que se niega a olvidar la base de mi educación, de mi niñez y de mi vida completa. Justo esta, que ha dado tantas vueltas hoy me ha pedido una tregua para pasar unas navidades felices (para mí las mejores desde que te fuiste) y aunque ya no creo en nada...al menos dejarme llevar por las luces y la música y creer que los mañanas son posibles aunque no estés tú en ellos. La música, que me proporciona oxígeno para respirar y me mantiene vivo, a ella y a ti...les debo lo que soy, o al menos, en lo que me he convertido. Te quiero mamá, hasta pronto. 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

PUTO LOCO JODIENDO EL COCO

Este blog nació un domingo 23 de diciembre de 2007. En poco más de 10 días cumplirá 7 años. Todo comenzó cuando alguien leyó algunos de mis escritos de escapismo en los que canalizaba cualquier sentimiento o historia que me sucedía y los plasmaba en palabras. No solía ser de las personas que se exponía fácilmente y nunca mostraba lo que escribía a nadie. El blog comenzó cabizbajo, silencioso y más lleno de palabrería que de honestidad, exactamente lo contrario a lo que es hoy. El título viene de una canción de Vega que se llama "un par de locos" y yo la versioné convirtiéndola en puto (que intensifica el significado del adjetivo loco) y jodiendo el coco que me viene la mar de bien a mis horas perdidas intentando salvar el planeta dentro de mi cabeza. Nunca sirvió de nada darle vueltas a las cosas, pero esa es una parte de la persona en la que me he convertido. 
A día de hoy este blog contiene 872 entradas (siendo esta la 873) que se dice pronto y en ellas podemos encontrar desde entrañas desgarradas hasta críticas sociales de diferentes índoles. Este blog es una mezcla de muchos elementos: mis sentimientos plasmados en palabras, sensaciones adornadas semánticamente o trenzadas a elementos estilísticos que la embellecen (o no necesariamente), historias basadas en hechos reales, historias modificadas por necesidad del guión, historias tergiversadas para no revelar más información que la deseada, historias completamente inventadas que no tienen de cierto ni el título y un amplio abanico de narraciones más. Predomina mi fuerza, desesperación, indignación, mis ganas de decir las cosas altas y claras, mi vulnerabilidad, mis ganas de cambiar muchas cosas que no podrán ser cambiadas jamás y mi empeño de convertir granos de arena en montañas. Tristeza, este blog está inevitablemente manchado de tristeza. Yo, personalmente no considero la tristeza como algo negativo, sino un estado de ánimo que nos hace más verdaderos, más reales, más humanos. La tristeza es la musa que me incita a sentarme delante de esta pantalla. Ciertamente las páginas sin escribir de semanas vacías de entradas han sido por falta de tristeza; es ella quien me anima a escribir. 
Hace 7 años este blog lo escribía un proceso de hombre de 23 años que apenas sabía qué buscaba en el mundo. No esperaba nada y las decepciones lo habían llevado por caminos inescrutables para él. Aquel chico se miraba en el espejo mucho menos que hoy y nunca jamás había tenido continuidad, ganas, ni voluntad para continuar algo tan largo que durase 7 años. Para mí ha sido toda una sorpresa crecer con este blog. A veces me siento y releo alguna de las entradas que escribí hace años o incluso meses y apenas puedo decir que lo he hecho yo. Tiene mi esencia, mi color, mis pinceladas metafóricas...pero parece como si se hubiese ido de mí al plasmarlo en formato no humano. Otras entradas, sin embargo, siguen clavadas en mi memoria y grabadas a fuego en mi mente porque me llevan directamente al momento que las provocó. Así es el poder de las neuronas que todo lo pueden. 
En 7 años han ocurrido muchas cosas y este blog se ha llenado de historias, de decepciones, de desamores, de amores, de fuego, de lágrimas, de sudor, de mala suerte, de vida, de muerte, de autodestrucción, de ganas de abandonar, de ganas de luchar, de caídas libres, de olores, de cuerpos desnudos, de hombres que se pierden en hombres, de mujeres que se pierden en mujeres, de animales desdichados, de planetas malgastados, de tantas cosas que ahora mismo no podría enumerar...
Historias incontables que no se pueden testificar, confesiones guardadas sin llave que se escapan de los labios....7 años que son más de los que puedo decir que he dedicado a algo que seguramente no vaya a ninguna parte, pero que para mí se ha convertido en importante. Las metas que tenía puestas hace justo un año no han podido cumplirse del todo, pero la principal de ellas sí que ha podido ser: superar en número de entradas a 2013. Es cierto que 2014 no ha sido de los años más prolíficos de este blog, pero ha superado a 2013 con creces. Yo, con los años he aprendido que calidad es mejor que cantidad, así que con una gran satisfacción felicito a este blog por seguir aguantándome un año más y por cumplir los 7 que es número de maldiciones y supersticiones. Para mí, la única superstición es seguir aprendiendo en este proceso y poniéndome al límite, aunque muchas veces el tiempo, las ganas y la inspiración no me ayuden. Sin más, les pido que se queden a los habituales de este pequeño espacio e invito a investigar a los nuevos que acaban de llegar. Un abrazo. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

# KARMA

Hubo un momento en el que rumbo era una palabra desconocida para mí. Tiempo, justo lo que le faltaba a un alma trepidante y aventurera. Espacio, el que llenaba con buena compañia, un amor pasajero y un gato atigrado. La vida, parecía sacada de cualquier ensayo de autor barato. Los sueños no aparecían ni de cameo por las noches y yo, una figura que se quería poco, amaba mucho, y odiaba aun más. La memoria, lo que taladra cada uno de mis sentidos con regresiones de lo que no pudo ser; con flashbacks que pretenden herir destripando la más profunda de las entrañas. Mis ojos, carentes de humedad para soltar una sola lágrima se limitaban a mirar perplejos cómo la multitud gritaba una y otra vez: "¡insensible!". La verdad, nada más lejos de la realidad de aquella ciudad que estaba llena de gente, pero habitada por muy pocas personas. 
Los hechos, como en toda narración, siempre tienen tres versiones: la tuya, la mía y la que verdaderamente ocurrió. En mi reflejo gano yo, victorioso hundiendo a todos mis enemigos con el poder de la retórica. En tu versión eres el que me bate en duelo de la forma más letal dejándome como el peor de los enemigos de todos los tiempos. Gárgamel, a mi lado, una princesa en apuros. La realidad de la historia....lamentablemente se perdió en aquel momento. El ser humano, nos guste o no, es una máquina que repite constantemente momentos con diferentes protagonistas. Deja vùs eternos e infinitos con otros nombres y otras caras diferentes rodeados de buen sexo con el que descargar en cualquier momento de soledad.
Así, la manta era mi amiga de los domingos, una taza con grietas me guardaba los secretos más profundos y un felino curioso decoraba el paisaje cabizbajo. Los días pasaban como en una serie de audiencia mínima que apenas se mantiene con el capital de un terco director. Los productores, despedidos por falta de fe miraban desde la retaguardia en la casa del vecino esperando el fracaso de la telenovela más rocambolesca e impredecible que se haya visto nunca. Los espectadores, absortos en la trama de la historia nunca se dieron cuenta que eran los personajes secundarios del evento que más que una tragicomedia se convertía en una masacre de palabrería barata e inconsolable.
Hubo un momento en el que los nortes se perdieron, las direcciones eran confusas y las flechas apuntaban hacia muchas direcciones. El amor, solamente visto en películas o leídos en novelas de segunda mano. La amistad, se mantenía en línea al otros lado del teléfono para que no decayera ni un sólo segundo de mantenimiento semanal. Las formas se perdieron en los cuerpos, en las habitaciones, en dos ciudades unidas por aviones. Las bacterias infectaban cada una de las frases de formas inimaginables y las mentes débiles tragaban palomitas a la hora del té, porque ya las cotufas habían pasado de moda. Yo, como mero superviviente del naufragio me declaro en tregua, con bandera blanca y paz mental. El resto...si se atreve...que siga tirando piedras a un tejado que seguramente...en un futuro...sea suyo propio. 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

ÉRASE UNA VEZ UN HOMBRE A UNA NARIZ PEGADO

Y de pequeño era esquelético y malhumorado. Extremadamente serio, a la vez que tímido. Mi voz de pito delataba mi futuro destino. No sabía en qué me convertiría, no pensaba lo que la vida me reservaba. Muchos me envidiaban por mis 10 infinitos y mis interminables sobresalientes. Nunca fallaba, lo sabía todo y era lo único que tenía garantizado...mi 10 en el colegio y mi 0 en la vida. Era tan inteligente y maduro como sensible. Entonces empezó a crecer...no mi cuerPo, sino mi nariz y varios adjetivos salían de bocas ajenas tachándome de todo. Feo, porreta, narizudo... Yo no tenía ni idea, pero un día al llegar a casa me miré en el espejo; bastó con abrir las compuertas del mueble del baño para ver el objeto de burla. No quería asumirlo, pero tenían razón...mi nariz era grande, muy grande....y yo era pequeño...muy pequeño. Un contraste peligroso que me taladraba en el cerebro. Así que me aislé, me cubrí de una tela impermeable para que no me hicieran daño. Aun así me veía feo, imperfecto, incorrecto, desproporcionado, castigado por la genética, por la historia, por el destino. Fue así que pasé los días buscando quien me dijese qué iba a pasar conmigo."Érase una vez un hombre a una nariz pegada", esa frase que marcaría niñez y adolescencia. Palabras hirientes venían de amigos, enemigos, conocidos, hermanos...directa o indirectamente herían y mucho.
Lo que yo no sabía es que al igual que mi nariz yo también crecería y de muchas otras formas que los demás no harían. Me volví fuerte, rebelde y descarado. No me avergonzaba de lo que era y decidí ponerle rienda a mi camino. Me convertí en lo mejor que pude ser, que resultó no ser otra cosa que yo mismo, lo único que sé ser, que puedo ser. Deseé tanto no tener esa nariz, poder ser mayor de edad para operarla y borrarla para siempre. Maldecía la crueldad de los niños, la maldad de los adolescentes, la burla de los adultos. Finalmente pasaron circunstancias, consecuencias, desdichas que transformaron mi mundo en algo nuevo, fascinante, aun por descubrir...y me adentré a vivir. Me perdí en los libros que desde siempre han sido mi refugio, me marchaba al ritmo de la música que me fortalecía y comencé a caminar por la vida. Sin miedo a nada y tenía el firme objetivo de ser feliz. Ya convertido en hombre asumí que una nariz no es más que una nariz, que las palabras se las lleva el viento y que los defectos al final no son tan malos. Lo bonito de ser imperfecto, el arte de lo abstracto, el poder de lo diferente. Me creció barba, me convertí en adulto y aunque grande mi nariz ya no destacaba tanto. El patito feo dejó de serlo y aun lejos de convertirse en cisne....se conformó con poder emprender el vuelo mientras el resto de patos se conformaba con ver el fondo del mar. Yo, sin embargo, miraba al cielo. Ya tenía una razón para hacerlo, una nueva estrella que me vigilaba y me protegía y así fue como solo y sin escudo me enfrenté a vivir en el mundo. Aprendí con palos, patadas y puñales. Escapé de guerras, batallas y ofensas. Supe perder, pero también pude ganar. Las victorias me enseñaron que soy capaz de todo...las derrotas me enseñaron a convertirme en mejor persona. Y hoy, después de muchos años...aquellos patos siguen con la cabeza bajo el agua viendo el fondo del mar...lo único que los mantiene vivos. 

PUERTA NÚMERO 32

En aquella casa que respira tu perfume no queda más que un puñado de colores desteñidos por la falta de luz. La puerta, entreabierta ya, es la única que espera por si te decides a volver desde el lugar donde estarás. Ventanas que airean un corazón cansado de esperar el beso que nunca llega y que tenía que robar por caridad. Ahora miro al espejo, veo el reflejo del cuerpo que dejaste de tocar, que ahora se fortalece al llenar los pulmones de aire nuevo. Renovar alma, cuerpo, mente, espíritu, corazón y agallas, sobre todo agallas es mi nuevo pasatiempo. Cerrar puños, elevar barbilla, ampliar boca y mirar al horizonte es lo que me acompaña en tu final. Se rumoreaba que sin ti no hay vida, pero vida es lo que acaba de comenzar. Y si no tienes paradero no seré yo el que te trate de buscar. Sin baldosas amarillas, sin migajas de pan para la vuelta, sin cesta de manzanas para ti se acabaron los cuentos que contabas con finales tergiversados donde el bueno acaba mal. En mis historias son los malos que no tienen buen final. 
Puedo probar que en la oscuridad se puede respirar, y con una chispa se ilumina hasta la más oscura inmensidad. Hasta una cerilla es más poderosa que los recuerdos que ya no tienen lugar en mi cabeza. Ya no recuerdo tu nombre ni tu forma de besar, se terminó el romance que para ti no fue más que un entrante que con un bocado se termina. Viento que ya no te llama, agua que no te vuelve a limpiar. Tiempo que ahora pasa por delante de mí cuando camino solo por mi camino. Cicatrices que se van a borrar de no mirarlas, que la despedida no ha podido marcar un poco más. El cielo será ahora quien te cuida o aquel con cerebro de alquitrán. Se cerró, se acabó, terminó el color desteñido del baúl que no contenía más que mentiras llenas de palabrería que ya no creo nunca más. Azules que se borran con manchas de rojo, no de amor, sino de sangre que se derramó cuando yo creí que conocí a una persona de verdad. Verdes y amarillos que ahora impregnan mi futuro, que lo alegran con sonrisas y nuevos proyectos que volarán hasta donde yo decida flotar. Y la puerta...aquella absurda puerta...será la única que vuelva a quererte esperar. 

sábado, 22 de noviembre de 2014

AGUARDIENTE


En silencio todo este tiempo he dejado que me invada el azul.
Le he vuelto a brindar unas alas al miedo yendo a contraluz. 
No recuerdo cuál era ese sueño que antes tenía por norte y por sur.
Se ha apagado su estela y el tiempo se acaba en la cruz. 

¿En qué momento permití que la alegría fuera el fin en lugar de ser el medio en que viví? 
Y no encuentro en ningún lado un rincón abandonado 
donde hacerme con las ruinas un colchón.

He corrido tanto que olvidé adonde iba. Ha llovido tan poco que las grietas se ven. 
Tengo seca hasta el alma estos días y se cierran mis labios cada vez que intento beber.
He sido tan poco que nadie me veía. He cargado con tanto que me he hundido al final. 
Yo creí que esquivando las balas se ganaban batallas y no tuve valor para más.

En silencio todo este tiempo, escondida cediendo mi turno. 
Ya ha pasado y no hay nada que pueda evitar el alud. 
¿Cuándo dejé de compartir encerrada sin salir? 
Entrenando las defensas para huir. 
Y entregué en estado urgente mi salud al aguardiente 
confundiéndome entre luces de neón.

He corrido tanto que olvidé adonde iba. Ha llovido tan poco que las grietas se ven. 
Tengo seca hasta el alma estos días y se cierran mis labios cada vez que intento beber.
He sido tan poco que nadie me veía. He cargado con tanto que me he hundido al final. 
Yo creí que esquivando las balas se ganaban batallas y no tuve valor para más.

¿En qué momento permití que la alegría fuera el fin en lugar de ser el medio en que viví?
 Y no encuentro en ningún lado un rincón abandonado 
confundiéndome entre luces de neón.

He corrido tanto que olvidé adonde iba. Ha llovido tan poco que las grietas se ven. 
Tengo seca hasta el alma estos días y se cierran mis labios cada vez que intento beber.
He sido tan poco que nadie me veía. He cargado con tanto que me he hundido al final. 
Yo creí que esquivando las balas se ganaban batallas y no tuve valor para más.

Hoy hablé después de todo este tiempo. Lo reconozco...yo me hice la cruz. 
La sigo arrastrando peldaño a peldaño queriendo ver luz.


Neus Ferri

domingo, 9 de noviembre de 2014

AUCRICA

Igual soy yo…que me he hecho mayor. Que con el paso del tiempo y las arrugas me da por ponerme más en la piel de lo ajeno, lo que no me toca de cerca, pero me afecta de lejos. La vida en sí, que se me antoja larga y corta, dura y bonita. Veo lo que está ocurriendo con esta sociedad que mata lo que no quiere, que esconde los errores en alcobas temporales hasta que salen y arrasan con vidas completas. Los del poder que hacen con nosotros lo que quieran. Unos que no hablan, otros que no se callan y alcanzan. La policía, que todo lo soluciona a palos. El ébola, que a nadie le interesaba porque estaba en otra dimensión llamada África. La culpa al final es de un pobre perro que no hizo más que salir a pasear con sus dueños, y a mí que se me parte el alma con tanta injusticia. No hablo ya de perros, de enfermedades terminales, de pandemias, de temporales, de continentes malditos, de desequilibrios…yo hablo de humanidad.
Siempre he partido de la base que el ser humano, con sus matices, presiones, pros y contras siempre tiene un sentido común, una lógica, o en su defecto un corazón. Si este late supongo que es porque dentro hay algo que se emociona, que alguna vez se ha enternecido y ha sentido pena, nostalgia, empatía. Si todos y cada uno de nosotros hemos sentido algo así ¿por qué ya no sabemos ni qué idioma hablamos? Unos se pasan la vida hablando sin decir nada, otros gritando sin ser escuchado, otros manifestándose para recibir palizas, otros en casa esperando a que la tormenta pase. El mundo que yo creía conocer resulta estar lleno de mucha gente y de muy pocas personas. No se trata de diferencias, de intereses o de batallas, yo solamente hablo de mantener este planeta vivo, de preservarlo, de guardar culturas, de presumir de respeto e igualdad, de compartir, de salvar lo que nos proporciona la vida, de dejar pasar a otra persona antes de empujarla para entrar uno mismo.
Puede que sea el día, que sea “mi” día, el tonto, el día que todos tenemos de vez en cuando, pero yo llega un momento en el que ya dejo de entender, dejo de pensar y dejo de opinar porque si me mojo es que soy un radical y si no me mojo me tachan de cobarde. Sin embargo, algo que tengo en mi interior no me deja quedarme en casa, no me deja sin voz ni voto, y no me deja sin ser otra persona que no sea yo; ya proteste, grite o corra. Así es como aprendí a ver las cosas, como aprendí a dialogar, a defender lo que creo justo, a aceptar las veces que me equivoco, a pedir disculpas si siento que lo he hecho mal. Y como no es perfección de lo que estoy hecho sigo aprendiendo en el proceso. Porque las metas cuestan y porque yo ya no pido que se cumpla, yo ahora pido que sea posible. Partiendo de esa base me pongo la armadura y salgo a luchar.

El protector de los animales, anti-taurino, pro-Excalibur a muerte, el que prefiere hablar a los animales que escuchar sandeces de personas, el que da dinero para que otros que tienen más tiempo y voluntad que yo salven el Ártico, el cobarde que no se atreve a ser vegetariano porque precisamente no piensa que va a cambiar nada. Así, con mi admiración a mucho y mi desprecio a otros me limito a ser yo. Al igual que más racional que nunca, me he vuelto más práctico y por eso ya no doy explicaciones cuando no me apetece, ni hablo del pasado si no voy a sacar nada en claro. Por eso dejo que las personas crean lo que quieran creer, que entre ellas se envenenen con historias, que se retroalimenten a mi costa sin saber que yo sigo durmiendo por las noches. Al que le pesa más una desinformación que mi propia versión lo invito a marcharse y no volveré a buscarlo jamás, y al que me traiciona con mentiras lo desdibujo de mi vida, y más si ya tiene su sentencia escrita en los genes. Unos me llaman cruel, y otros valiente, pero yo…no puedo ser otra cosa que Raúl, el que grita verdades aunque duelan, y el que me juzgue que se mire en el espejo y se confiese. 

viernes, 7 de noviembre de 2014

VERSOS DE UN PASADO PLUSCUAMPERFECTO

Y si miro hacia atrás veo muchas irrealidades. Veo compañeros de piso que pretendían más de lo que daban, que tiran gatos por terceras plantas, que son tan consecuentes como un bebé que chupa teta. Veo relaciones que continuaban ya acabadas, que estaban sentenciadas por exparejas con vaivenes de majara, con ilógica a la carta, con cordura intermitentemente selectiva. Veo poetas al límite de sus ganas, de sus fuerzas y de sus entrañas, con necesidad de un cambio de calañas, de alturas, economía y patrañas. Veo amigos que se desvanecen con mentiras, heridos por verdades, traicionados por su propia existencia a la par que culpan al primero que señalan. Veo historias sin desmantelar, pruebas que me malseñalan, vocablos que mi lengua crea con ganas de expresar lo que no se cuenta. Veo traidores que compartían casa, que mienten más que hablan, que ensucian a niveles de chapapotes en comunidades, de orinados en botellas, de desagradecidos a desatino. Veo infectados de virus muy poco agradecidos, que se creen que ganan batallas dando a otros por vencidos, que ocultan infidelidades tras unos intereses propios de calaña, de trigo sucio y azúcar de caña. Tullidos que tragan tralla, a los que engañan con patrañas, que se dejan llevar por la falta de coherencia humana, que cerebros si no funcionan que se dediquen a la desconfianza. Veo mentiras en montañas, que dicen “voy con uno” tras probar maraña, que vuelven limpitos con el alma impía hablando en primera persona. Veo envidia en forma de amistad, que demuestra no otra cosa que deslealtad, poco amor propio y un triste final. Veo morriña, que me da al tener que dar lecciones a basura que se cree mejor que uno porque no ve más allá de su altura, y es de esto de los que presume más de uno que cuando llegue a los 50 no se verá ni su propio culo. Veo mierda, en las caras, voces y palabras de algunos; en las historias que muchas veces empañan, en las relaciones que no hacen más que autoengañan y así se pasa el tiempo alguna que otra pequeña artimaña. 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

AT THE SUN...

Hubo una época en la que me hice tan pequeño que nadie podía verme. Justo como las hormigas que nadie aprecia desde la copa de un árbol. El miedo me invadía capa por capa, desde la epidermis hasta el más profundo de mis órganos. El terror se filtraba con el agua por mis riñones y luego bombeaba hacia mis venas desde mi corazón. Mezclado con el oxígeno lo convertía en óxido y me tupía hasta hacerme morir. La muerte, que tantas veces me visitaba de formas diferentes se negaba a obedecer mi petición de marcha. El sufrimiento era peor que cualquier despedida repentina. Así, poco a poco me convertía en la nada absoluto, en el más oscuro de los vacíos. Mi reflejo no soportaba mi mirada y el espejo decidió darme la espalda para no reflejar las ojeras que me estaban destruyendo la cara. Un rostro nunca bello, pero sí demacrado por los azotes del caos que tenía en mi cabeza. La vida, tan ajena a mis días que llegué a pensar que la había perdido. La encontraba dando vueltas por mi lado del colchón hasta que volvía a entrar con mi respiración. Para mí el último de los suspiros, pero para el destino se trataba de una nueva oportunidad, como todas las que dejé pasar por la ceguera adquirida que padecía. Mi boca se negaba a hablar, mi cerebro no daba órdenes de impulsos y mi sistema motor se negaba a dejarme avanzar un solo paso más. Así pasaron los días, las semanas, los meses… haciendo que mi cuerpo se marchitara, que mis entrañas ocupasen todo el espacio libre de mi existencia y que lo único que me unía a la humanidad era un mantenimiento mínimo del cuerpo que se limitaba a dejarme ir al baño, y cerrar los ojos varias horas al anochecer.  Pensar; pensar se convertía en el pasatiempo de mis ratos, que no fueron pocos. Los condicionales imposibles, las promesas sin cumplir, las largas esperas de abrazos que no llegaron. Azotes de soledad, maldiciones hacia mi persona, la tortura de la invisibilidad que un día deseé para curiosear mi sociedad y ahora que la poseía me destruía lentamente. Así, justo así es como el cuerpo humano de un hombre empieza su propia autodestrucción. Así, con el simple paso de deprimirse y hacerse pequeño hasta el punto de no encontrarse ni aun siendo su propio dueño. Así, fue como desaparecí en aquella época, y aunque hoy no sé si vuelvo a existir…seguramente algún día sea capaz de volver a encontrarme, pero solo si alguna vez fui alguien…


sábado, 20 de septiembre de 2014

BLANCO Y NEGRO

Y como dijo una vez una amiga mía: "las cosas son o blancas o negras, o sí, o no" nada de medias tintas ni grises. Los grises los dejaremos para las aceras y las cenizas. Yo soy un hombre de extremos y lucho por lo que creo a capa y espada. No me gustan los quizás, los tal vez, los puede que sí o puede que no. A los sitios se va o no se va, se viene o no se viene. Los objetos se compran o no se compran y las personas se quieren o no se quieren. Quedarse a medias es una incertidumbre, un sinvivir. El peor de los lugares: sin duda quedarse estancado en el medio de un no y un sí. Sitio que he visitado por mi propio pie y que me desespera enormemente. El ajedrez, las damas, el backgamon, reversi... juegos de blancos y negros, como yo. 

jueves, 18 de septiembre de 2014

LA OLA...

Ella busca aquella ola que le contaron. La ola más grande de todas las que vio, y justo en esa debía subirse para llegar a lo más alto. En el proceso tendría que aplastar a los demás, demolerlos y hacerles morder el polvo. Sangre derramada, palabras tergiversadas, dolor intravenoso...y siempre ajeno. Decía que lo sentía pero su ego interno podía más. No sentía, no padecía, no sufría. Era fría como los témpanos de hielo que ahora se derriten en Siberia, pero que ella desconoce los motivos. No es una santa, lo que hace no está bien, pero nadie osa pararla o es capaz de detenerla. Una mujer con un objetivo claro, con un blanco directo que nadie ni nadie puede cambiar. El destino parece permitirle llegar hasta cualquier recoveco del éxito y al precio que sea. Ella, en egocentrismo puro se mira al espejo para darse cuenta que no lleva ningún arañazo, que su pelo sigue igual de bien moldeado, que su peinado no muestra la barbarie que ha provocado. Así, con una sonrisa natural y sincera llega a la cima de la ola. Una vez arriba, en apenas unos segundos...la ola se desvanece y vuelve a formar parte de la mar salada que no es capaz de estarse quieta. Ella, decepcionada y atónita se queda varada en la orilla de aquel lugar; el sitio en el que todos los que derrumbó la miran con pena. Allí, en un total silencio se dio cuenta que la ambición extrema no lleva a ninguna parte y que el éxito no es más que un momento que de la misma forma que bis eleva...nos vuelve a hundir. El público, sin dejar de divisar las facciones de la chica cierran los ojos y deciden respirar el aire puro, una sensación mucho más viva que cualquier ola efímera. 

jueves, 4 de septiembre de 2014

# GELATINA SIN CUAJAR

Y aprendí que no existen los "érase una vez" ni los "comieron perdices". Aprendí que las cosas se regalan a quienes no se las merecen y que los pobres nunca llevan las de ganar. Aprendí a robarle al tiempo sus minutos y me castigó haciendo o bien que fueran eternos o que terminasen antes de empezar. Me tragué tantas palabras que morí ahogado de la rabia, me comí tantas mentiras que me dio un corte de digestión y descubrí tantas justicias que dejé de creer en un mundo mejor.
Aprendí que cada historia tiene tres versiones, que el futuro es lo que soñamos tener y nunca llega porque no existe. Aprendí que caminamos por la vida rebobinando recuerdos para vivirlos tantas veces...que al final no llegamos a disfrutar del presente ni un solo segundo. Aprendí que el ser humano es absurdo en su amplitud y es inversamente tan simple como la complejidad de su organismo. Aprendí que la perfección se encuentra en los cuentos infantiles y la felicidad son momentos robados que nunca fueron nuestros.
Aprendí que caerse no sirve para nada, que creer en el amor no garantiza un porvenir y que hagamos lo que hagamos siempre habrá alguien señalando por la espalda. Aprendí que las personas de nuestras vidas son igual de pasajeras que con las que nos cruzamos por las calles y que los trenes que pasan más de una vez son invenciones que se desvanecen cuando más ilusionados estamos. Aprendí que los aviones que se estrellan son los que mejores personas llevan, que la gente que se muere es la única que deja huella de fuego en la respiración y que los sentimientos nos hacen tan débiles como un plato de gelatina que no termina de cuajar.
Aprendí que las sonrisas son forzadas, que las lágrimas son de cocodrilo, que el maquillaje oculta la fealdad y que a nadie le interesa lo que llevemos dentro. Aprendí que somos lo que valemos, que nos quieren por lo que tenemos y que cuando estamos perdidos no habrá nadie que guíe nuestro camino porque estará sometido al más oscuro de los túneles. 
Aprendí que si quiero luz tendré que ir yo a encenderla y si quiero comer tendré que salir al mercado a comprar víveres. El celofán oculta siempre un regalo no comprado, lo que nos llega sin nada a cambio tiene un trasfondo peligroso y los que dicen que no pasa nada son los que más mienten del planeta.
Aprendí a no sentarme durante demasiado tiempo, a no acomodarme por muy cómodo que estuviese y a no soñar despierto cada vez que alguien me guiña un ojo. Lo diferente nadie lo valora, solamente queremos lo que vemos y aunque el color marrón sea el más feo de todos...millones de personas llenan con él sus armarios.
Aprendí que la hipocresía es marca de la casa, que la falsedad habita despierta en las personas, que los remordimientos desaparecen como el agua de lluvia y que una bella voz oculta un corazón oscuro. Aprendí tantas cosas que si he de irme estaré preparado, si he de quedarme no seré el más callado y si me cuentan historias...a otro perro con ese hueso. 

jueves, 28 de agosto de 2014

UNA MÓNICA SELES SIN APUÑALAR

La historia de Mónica Seles para mí es de los gran "What if" (qué hubiera pasado si...) de la historia. Ciertamente nunca sabremos hasta dónde podía haber llegado una Seles de no haber sido apuñalada. A mí me gusta pensar que hubiera estado muchos años en el número 1, ganado otros 10 o más Grand Slams, otros tantos torneos y convertirse en un mito por su carrera, no tanto por la mala suerte que tuvo de estar en el lugar incorrecto, a la hora inadecuada. Si aplicamos las matemáticas Seles hubiera estado más de 7 años en lo más alto de la cúspide del tenis y habría logrado no solo Wimbledon (el Slam que se le resistió), sino unos 30 Grand Slams (el máximo lo tiene Steffi Graf con 22). Obviamente de haber sucedido esto, Steffi no tendría hoy todos los records que tiene (está considerada la mejor tenista de la historia), ya que antes del accidente era Seles la que ganaba gran parte de los encuentros. 
Está claro que no sabremos nunca qué hubiera ocurrido si.... pero sí que espero que todo esto sirva de ejemplo para darnos cuenta que la justicia muchas veces se va de huelga, que cuando las cosas van mal...pueden ir peor, y que no hay persona que esté segura ni en la puerta de su casa. Es cierto que esto pasó en Alemania, pero lo mismo podía haber pasado en Burundi. Eso sí, las medidas tomadas, las resoluciones publicadas y la condena inexistente...igual en otro país no tendrían el mismo final. 
Yo me quedo con la Mónica luchadora que siguió adelante a pesar de tener muchas cosas en contra y mucho que perder. Fue capaz de volver al circuito que la vio hundirse, en el que las tenistas que son profesionales del deporte como ella no la respaldaron y en el que los sponsors que la patrocinaban (a excepción de Yonex) dejaron de hacerlo. Volvió a sentarse en un banco desde el que sufrió una agresión a espaldas y volvió a ser capaz de ganar partidos y torneos. Para mí es todo un logro lo que ha conseguido y un ejemplo a seguir para todas esas personas que han pasado por las puertas de la injusticia. Es así como se ve que de todo puede salir victorioso el ser humano. Solamente se trata de ponerle voluntad, evadirse de los recuerdos y tener ganas de seguir hacia delante. 
Con 19 años no es fácil afrontar una lesión así, cuando apenas el ser humano es consciente de la realidad en la que vive. Verse sumergido en un circo mediático, que desembocan en trastornos alimenticios compulsivos que no dejan hacer otra cosa más que comer a cualquier hora, viendo imposible el volver a bajar de peso para seguir siendo quien un día fuimos. Muchas veces el mayor enemigo somos nosotros mismos, y yo, si ya admiraba a Seles como tenista, ahora también lo hago como persona. 

MÓNICA SELES

Siempre me ha interesado una buena biografía con un trasfondo moral importante y si tiene carga emocional pues mucho mejor. Fue lo que me llevó a leerme dos biografías sobre Mónica Seles y a investigar largo y tendido acerca de la vida de esta tenista. Me interesaba especialmente esa transición de pasar de estar en la cúspide a llegar a rehabilitación a diario. El esfuerzo que conlleva superar algo tan grave como un intento de asesinato delante de tanta gente y cómo ser capaz de volver al punto de partida después de tantas emociones. 
Mónica Seles nació y vivió en Novi Sad (Serbia), antigua Yugoslavia. Viene de una familia bastante humilde y familiar y se pasó parte de su infancia jugando a tenis en unos aparcamientos de su calle, o delante de su casa. Desde muy pequeña se vio su potencial y comenzó a viajar a torneos a lo largo del mundo, hasta que con 14 años se convirtió en jugadora profesional. Su padre era su entrenador y tenía una relación muy especial con él. 
Para los que no están familiarizados con el mundo del tenis, un Grand Slam es el torneo más importante que un tenista puede ganar (hay 4 al año) , quitando las olimpiadas y el torneo de maestras que hay a final de cada temporada. La gran mayoría de los tenistas se retira sin apenas haber llegado a la final de un Slam. Mónica Seles ganó su primer Grand Slam a los 16 años (Roland Garros) en 1990 y también el torneo de maestras. En 1991 ganó 3 de los cuatro Grand Slams (Australia, Roland Garros, y US Open), el torneo de maestras y llegó a la final del Grand Slam que le falta (Wimbledon). Consiguió el número 1 en marzo de ese mismo año arrebatándoselo a Steffi Graff (que llevaba años en lo más alto) y otros tantos torneos más. 1992 pasó prácticamente igual con 3 Slams, maestras y otros tantos torneos. Y 1993 empezó con otro Grand Slam (Australia).
Para ponernos en contexto podemos decir que Mónica Seles arrasó en el circuito y en tan solo 3 años ganó 8 Grand Slams (de 11 posibles, ya que no jugó uno por lesión), más de 30 torneos y número 1 del mundo. La era que vivió Seles ha sido de las más disputadas de todo el tenis femenino, ya que había un nivel altísimo con muchas tenistas a batir (Martina Navratilova, Steffi Graff, Arantxa Sánchez Vicario, Gabriela Sabatini, Conchita Martínez...) y Mónica con menos de 20 años ya había ganado prácticamente todo y se decía de ella que iba a batir todos los récords existentes.
Mónica Seles revolucionó el tenis de la época, no solo por tener la particularidad de jugar su derecha con dos manos (siempre es una mano), sino porque su tenis al completo era ofensivo y agresivo como nunca se había visto anteriormente. Fue la primera en lograr puntos directos restando y no menos conocidos eran sus gritos al golpear la bola. Era obvio que Mónica no era un tenista usual. Había ganado sus 6 primeras finales de Grand Slam, y llegó a ganar 8 de 9 Slams antes de cumplir los 20 años. Todo un hito para la historia del tenis. 
Nadie suponía lo que vendría después. Justo en 1993, a la edad de 19 años Mónica decidió asistir a un torneo en Hamburgo (Alemania) a finales de abril (no tenía previsto ese torneo en su calendario, pero decidió hacer su aparición como preparación para otro gran torneo). En el partido de cuartos de final ante Magdalena Maleeva, justo en el último descanso antes de ganar el partido, un hombre bajó de las gradas y se acercó a la tenista y la apuñaló por la espalda. Tras la punzada y el grito de dolor de Mónica, seguridad del torneo detuvo al hombre que ya estaba preparado para volver a clavar el cuchillo en la espalda de la tenista. El atacante resultó ser un fan enfermizo de Steffi Graff que odiaba a Seles por haberle quitado el número 1 y decidió ponerle solución a ello. Günter Parche era alemán y no solo no fue a la cárcel (ya que no se aceptaron los cargos de intento de homicidio, sino de agresión), sino que quedó libre poco después y fue absuelto de todo por tener problemas psiquiátricos. 
Lo que parecía ser una lesión que se curaría en menos de un año, mantuvo a Mónica fuera del circuito más de dos años. A su vuelta, aunque ganó su primer torneo y un Grand Slam más, nunca volvió a ser la misma. Estaba muy afectada psicológicamente por la lesión; veía a su asaltante en sueños y a cada sitio que iba. Se refugió en la comida y acabó presa de un desorden alimenticio que reinó a lo largo de toda su carrera. La falta de justicia del país germano provocó que Mónica nunca volviese a pisar tierras alemanas. Al ocurrir el incidente Mónica era número 1 en el mundo y se convocó una reunión con el resto de tenistas del top 20 para votar si creían que el ranking de Mónica debía ser mantenido hasta su vuelta, ya que este accidente está fuera del alcance de los tenistas y podía haber ocurrido a cualquiera. Todas las tenistas votaron que no excepto Sabatini que prefirió no votar, y entre esta y otras noticias...poco a poco los ánimos de Mónica comenzaron a mermar. No parecía existir justicia en ningún lugar y finalmente tuvo que pagar más de un millón de dólares por el caso de su asaltante, ya que quedó absuelto de toda culpa y los gastos tenían que correr a cargo de alguien. 
Paralelamente a su recuperación, el padre de Mónica, Karolj Seles fue diagnosticado con cáncer y estuvo muchos meses batallando para superar la enfermedad, lo que no ayudó a la recuperación de la tenista. Inevitablemente el cáncer volvió y se llevó a su padre años después. Este hecho marcó la vida de la vida y de la carrera de la tenista inevitablemente. 
Tanto la recuperación de la lesión como su vuelta al torneo estuvo marcada de forma silenciosa por noches comiendo a escondidas, mentiras a varios de sus entrenadores y a su familia, trastornos del sueño y un sentido de la culpabilidad que la mataba por dentro. Los complejos se apoderaron de ella y por más que intentó volver a lo más alto no pudo conseguirlo. De igual forma Mónica ganó otros 20 títulos más a su vuelta (no tan importantes como los que ya tenía) y estuvo entre las 10 mejores tenistas del mundo casi hasta su retirada. 

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martes, 26 de agosto de 2014

SOY GAY, ¿Y QUÉ?

Me veo en la necesidad de abordar nuevamente un tema que yo considero básico; que va relacionado con el respeto, con la felicidad y con la libertad de escoger, de sentir y de estar orgulloso. Es algo que veo a diario en la vida cotidiana, en la prensa, en las redes sociales y que no siento que haya una coherencia con una sociedad que alardea de ser "moderna" y "progresista" (no voy a llevarlo al ámbito político porque como muchos ya saben si es que me conocen, yo no creo en la política, para mí lleva muchos años muerta). 
Partimos desde el punto en el que España es un país democrático y libre, que tiene una constitución que lo respalda y que dice entre otras cosas que todos somos iguales ante la ley. Sin embargo, he visto en historias de amigos, de amigas, de conocidos, en historias de familiares de otros amigos o de susurros que me llegan de gente que ni conozco. En estas historias se habla de padres que no aceptan la tendencia sexual de sus hijos, de hermanos que rechazan a hermanos, de amigos que dejan de llamar por teléfono, que incluso bloquean en redes sociales. Me han contado historias de familiares que no se hablan, que desheredan a sus descendientes por el simple motivo de amar a una persona de su mismo sexo. Esto es un tema serio y algo preocupante e inquietante, pero lo que más me sorprende es cómo las propias víctimas buscan una y otra vez el beneplácito de los familiares, de los amigos...como si no pudieran continuar siendo felices sin ellos a su lado. Es extraño cómo nosotros mismos nos convertimos en nuestros propios enemigos. 
Señores, si alguien no respeta nuestra privacidad y no da el visto bueno a una relación por tener una tendencia sexual distinta, igual deberíamos poner punto y final a esa relación y pasar página. Igual estas personas se arrepentirán más adelante y vendrán a pedirnos perdón, igual la vida nos vuelve a reunir y han cambiado de parecer. Igual en un futuro conocen a algún gay o a alguna lesbiana que resulta ser su jefe, su cuñado o su hija. Entonces es posible que se den cuenta que el amor es cosa de dos y es a estas dos personas a las que tiene que importarle y no al resto de la sociedad. Los seres humanos se componen de hombres y mujeres, y todos y cada uno de ellos tienen el poder de decisión de vivir con quien les apetezca, de tener sexo con quien les apetezca y de ser felices con quien les apetezca. 
No necesitamos la aprobación de nadie porque no hay ningún permiso que solicitar para ser feliz. Ser homosexual igual que no es una elección, tampoco es un pecado y no hay que actuar como si lo fuera. A las personas que no respeten quiénes somos...no debemos tenerlas en nuestra vida. Hay tantos millones de personas en este planeta que nadie es absolutamente imprescindible. No quiero sonar cruel, pero se puede vivir sin el pilar más grande de nuestro mundo y por mucho que duela, no podemos llevar eso dentro pensar que somos culpables por amar a la persona que amamos. 
Yo, a mis 30 años y desde hace ya mucho tiempo me considero homosexual o gay (no maricón, ni bujarra, ni julay, ni paloma, ni trucha, ni mariquita...). He tenido relaciones con mujeres y hasta el día de hoy mi relación más larga ha sido con una mujer (poco más de 2 años y medio). Algunos lo llaman farsa, otros hipocresía o cobardía, otro error, pero yo lo llamo experiencia. Nunca me he arrepentido ni me arrepentiré de lo que fui o he sido. La sociedad desde que nacemos nos impone que una familia se inicia con una relación entre un hombre y una mujer, y así es como crecemos...creyendo que esta es la única opción. Yo, hace 18 años no concebía en mi vida la opción de tener una relación con un hombre. Cuando llegué a la adolescencia es cierto que tenía interés en los hombres y me llamaban la atención, pero las mujeres también. Mis primeras "oportunidades" de tener una relación fueron con mujeres y puedo decir que yo era feliz, que sentía muchas cosas (amaba y era amado, o como lo quieran llamar a esa edad) y también sufría. Durante ese tiempo mi atracción por los hombres se hacía más evidente y ya con 18-20 años decidí probar con un hombre. 
Ciertamente me sentía muy extraño, como si estuviera haciendo algo malo y tenía un poco de miedo. No me reconocía a mí mismo estando con un hombre después de haber tenido relaciones con mujeres únicamente. Después de varias semanas supe que era lo correcto, lo que mi corazón, mi alma y todo lo que llevo dentro me pedía desde hacía mucho tiempo. Quizás dormitaba dentro de mí esa sensación de poder estar con alguien de mi propio sexo. Al principio me costaba mucho contárselo a mis amigos y prefería mantenerlo en secreto y mentir hasta que la madurez o la experiencia me dio las fuerzas para afrontar la situación y autoconvencerme a mí mismo de que ni soy diferente al resto, ni tengo por qué avergonzarme de ello. Llegó un punto en el que me negué a decir mi condición sexual y me remitía a responder un "sí, claro" cuando alguien me preguntaba y a enterarme que mucha gente lo preguntaba y lo cuchicheaba por ahí. A mí, a esas alturas, ya me daba igual. 
A día de hoy mi familia sabe mi tendencia sexual y el que no lo sabe tiempo ha tenido. Otros se lo imaginarán, otros se enterarán al leer esto, y muchos otros rezarán por mi alma para no arder en el fuego eterno. Sea como fuere, a mí ya no me interesa saber opiniones de nadie sobre la sexualidad de cada persona. Al salir del armario uno de mis "mejores" amigos me dio la espalda y desapareció de mi vida, y fue en ese momento en el que abría yo mismo la puerta e invité a marcharse a todos aquellos que no se sintieran cómodos en mi presencia por ser homosexual. No siento pena, ni nostalgia, ni he derramado ni una sola lágrima al respecto. Al contrario, me siento orgulloso de tener a mi lado gente que disfruta conmigo, que me hace feliz, que es feliz y sobre todo que me respeta. Gente a la que no le importa si al final de un sustantivo añado una -o o una -a, gente que le da igual el porcentaje de "pluma" que pueda tener, lo colorida que pueda ser mi ropa o los decibelios que alcance mi voz ya sea aguda o grave. 
Quiero decir también que hay vida después de confesar que se es homosexual y sobre todo...que la vida que hay es tan perfecta y maravillosa como la de cualquier heterosexual. Mi condición sexual nunca me ha cerrado puertas de ningún tipo y no voy a lugares en los que no soy bienvenido. 
Ser gay tampoco significa que todos mis amigos han de serlo, que me los haya follado a todos o que me gusten varios, ni que solamente salga por lugares de ambiente, o que mis destinos a la hora de viajar sean de turismo gay. Yo solamente voy a los lugares que me apetece y con las personas que me apetece, y esa es la base de mi felicidad. No hace falta salir de un armario y decir lo que somos o dejamos de ser, pero tampoco hay que ocultarlo bajo ningún concepto. 
Esta sociedad que presume de ser abierta y tolerante todavía se sorprende al descubrir que una miss España es lesbiana o que algún actor confiesa que es gay. Ante este hecho, pongo en duda el porcentaje de libertad que reina en este país. Es cierto que España esta mucho más avanzada (no solo legalmente) y concienciada con la comunidad LGBT que muchos otros países, pero todavía queda mucho camino por andar. Y el primer paso no es otro que dejar de meter las narices en las camas ajenas.

jueves, 21 de agosto de 2014

# MAQUILLAJE EN LA MARQUETERÍA

Se crean ilusiones para no vivir la realidades. A sabiendas de que cada historia tiene siempre tres versiones, y una de ellas, que es la real...no la sabremos jamás, ni aún siendo testigos del acontecimiento porque no hay ser en el mundo que sea 100% objetivo. No lo son los jueces que se jactan de espolvorear su sentido inequívoco de la justicia sin saber que en muchos casos el que va a prisión no es más que un pobre inocente que fue inculpado de forma injusta. Estar en el lugar equivocado, en el momento imperfecto tiene muchos trágicos finales. Al ser humano le encanta alardear de lo que sabe, inventar sobre lo que no sabe y juzgar lo que no entiende. Así fuimos creados a semejanza del creador todopoderoso que parece que existe porque todos hablan de él, pero sin embargo nadie lo ha visto. Algunos le rezan, van con ofrendas o prometen lo que finalmente no podrán cumplir. Otros se creen que los protege de cualquiera de los peligros de la vida, y el resto directamente lo tiene de ejemplar como motivo para seguir andando. 
La justicia, los dioses, la religión...todo tan ajeno ahora mismo. Las noticias, que cuentan historias tergiversadas que todos creemos y se desmienten cuando ya casi las habíamos olvidado. Las revistas que publican artículos prohibidos llenos de verdades a medias infectadas con maldad...que finalmente terminan querelladas. Y así, poco a poco el mundo se contamina cada vez más y arrastra al estúpido ser humano hacia un final que a nadie le interesa contemplar. El resto de la humanidad, sentado en sus casas ve el espectáculo ignorando conscientemente que también se trata de ellos mismos. No quieren saber que los valientes luchan porque los cobardes prefieren estar bajo cobijo viéndolo todo en una televisión más grande casi que su poca vergüenza. Los demás salen a pelear y a morir por causas que no merecen la pena, a acabar sepultados donde nadie más les recuerda y a convertirse en un número más de alguna cifra de la cual nadie lleva la cuenta. Y así, poco a poco...este mundo se desintegra. 

sábado, 16 de agosto de 2014

EL SILBO GOMERO

 El silbo gomero es un lenguaje silbado que se utiliza en la isla de La Gomera (Islas Canarias) y que sus silbantes lo utilizan para comunicarse entre riscos, barrancos, valles, etc. Incluso es utilizado para informar acerca de las novedades de la zona. Se cree que el silbo gomero fue creado por los aborígenes canarios y adaptado posteriormente al idioma castellano. Actualmente se imparte en los centros docentes y en 2009 fue inscrito por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El silbo gomero está formado por seis sonidos (dos de ellos vocales y cuatro consonantes) y es capaz de expresar más de 4000 conceptos o palabras.
Vídeo de la UNESCO sobre el silbo gomero:
https://www.youtube.com/watch?v=WZ5QzF88SHw

El silbo gomero es un lenguaje silbado idiomático característico de la isla de La Gomera y representativo de la cultura canaria. 

El silbo gomero es un lenguaje silbado que se utiliza desde tiempo inmemorial en la isla de La Gomera para comunicarse a grandes distancias. No se trata de una serie de códigos preestablecidos que sirven para expresar contenidos limitados, sino de un lenguaje articulado, reductor, no convencional, que permite intercambiar una gama ilimitada de mensajes al reproducir mediante silbidos las características sonoras de una lengua hablada. En la actualidad, reproduce el castellano hablado en las Islas Canarias pero, teóricamente, podría hacer lo mismo con cualquier otra lengua.

El lenguaje silbado de La Gomera es una de las manifestaciones más originales y representativas del archipiélago Canario y la tradición más viva que nos ha llegado del pasado prehispánico de estas islas. Durante siglos ha constituido un elemento cohesionador de los habitantes de la isla de Gomera y su integración en la comunidad ha sido tal que, a pesar de los distintos acontecimientos históricos y de las numerosas transformaciones sociológicas, el silbo gomero ha mostrado una excepcional capacidad de adaptación a toda clase de cambios, perviviendo como componente esencial de la cultura insular.

La función principal de este lenguaje es permitir la comunicación entre personas que se encuentran a gran distancia unas de otras. Esto precisa de una gran potencia para emitir el sonido. Pero lo más reseñable de la técnica del silbo es la dificultad que entraña reproducir una lengua completa, que emplea todos los recursos fonadores de la cavidad bucal y sus correspondientes subcavidades, mediante un mecanismo –el silbido– que sólo permite variaciones de frecuencia de un mismo tono fundamental. Esto implica una práctica y unos conocimientos que se han ido desarrollando durante siglos y que sorprenden por su eficacia y sutileza.

Por otra parte, el silbo gomero se caracteriza por ser, principalmente, un lenguaje social, apto para el ámbito colectivo en mucha mayor medida que para el privado. Aunque en algunas ocasiones se ha utilizado como lenguaje secreto –durante la conquista, en guerras, para realizar contrabando–, los mensajes emitidos mediante el silbo son públicos porque así lo exige la propia naturaleza de este lenguaje. Lo que se transmite con el lenguaje silbado puede ser escuchado por personas que no son los destinatarios. En este aspecto, el conocimiento o desconocimiento del silbo gomero ha contribuido a crear un mayor o menor sentido de pertenencia a la comunidad, si bien a nadie se le ha impedido nunca su aprendizaje y práctica.

Los cambios sociales producidos durante la última mitad del siglo XX situaron al silbo gomero al borde la extinción, con apenas unas decenas que personas mayores capaces de practicarlo. Las iniciativas de diversos agentes sociales de la isla de La Gomera y de parlamentarios nacionalistas de la misma, indujeron al Parlamento y al Gobierno de Canarias a elaborar una legislación concreta para salvaguardar y revitalizar el silbo gomero. Estas leyes –únicas en el mundo en cuanto a protección del patrimonio oral de inmaterial– incluyen la enseñanza del lenguaje silbado de la Gomera en los planes de Educación Primaria y Segundaria Obligatoria de todos los colegios de la isla. Esta innovadora medida ha logrado que se garantice la pervivencia del silbo entre las nuevas generaciones.

Fuente: http://www.silbogomero.com.es/index.php?option=com_content&view=article&id=44&Itemid=58


ROCK AND ROLL

Y aquel chico se esfumó, y con él sus ganas de bailar un rock and roll. Soñó con comerse el mundo, pero descubrió que no existiría cuando se diese la casualidad y por muy de letras que sea...algún cálculo sabe hallar. La ingenuidad desapareció, y asentir con la cabeza pertenecía cualquier tiempo peor. Ahora, verdades como templos, amistades sinceras y risas a carcajadas, de la vida en general, de la sociedad en particular, de todo el que osase reírse de él por ser diferente. El chico se cansó de cantar por las calles la misma canción, de simular que todo está bien si por dentro se hunde en su interior. Se hartó de recibir indirectas de lo que debería ser, de Peter Pan por catálogo, de balanzas que caen sobre el lado del interés. Se marchó para no volver, para no querer, para no tener...porque da igual lo que se posea; nunca será de nadie. 

DOS GATOS QUE NO SE QUIEREN DORMIR

Gracias por no ver en mí un hombre a destiempo perdido en sueños que nunca va a cumplir. Si pudiera te daría a elegir todas las facetas que más deseas en una persona, pero no puede ser así. Me gusta que me consideres alguien de palabra que busca en ti lo que no encuentro dentro de mí. No existe sentimiento mejor que el calor de tu mano al rozarme sin miedo, ignorando que el futuro no existe para ti, ni para mí, ni para nadie. Aún así nos da igual porque sabemos que cada mañana estaremos despertándonos uno al lado del otro, caídas libres en nubes de algodón que duran hasta que muera el sol. 
Eres tú el que explota mi físico; el que adora la larga longitud de mi nariz, y el que me dice que me mire en el espejo no solo para peinarme. Mis labios finos que perfilan una boca pequeña que siempre me ha disgustado...ahora se vuelve coqueta por ti de tanto que la decoras con tus besos. Mis dedos finos como los de un pianista frustrado que nunca tocó una gran sinfonía se creen importantes al sujetar tu cuerpo, y yo...todo yo...ya no necesita conservantes artificiales para volver a poner una sonrisa a lo largo de mi cara.
Las arrugas, que antes amenazaban con invadirme hasta la depresión ahora son líneas de la verdad que he vivido y decoran mis expresiones para que en vez de viejo parezca más sabio. La mirada, tan triste y perdida a lo largo de los años. Una mirada a la deriva después de haber atestiguado todos los momentos crudos del pasado...ahora lleva agua dentro y mira con deseo tu silueta, y busca a toda velocidad la reciprocidad de tu dulzura. Tú, el que me investiga día a día para asegurarse de que no hay una sola parte de mi piel que no haya cambiado por la noche. Tú, el que adora partes de mi cuerpo que no sabía que existían, que no sabía que podía resaltar, que no utilizaba para nada. 
Siempre tú, que despidió a cupido para siempre después de habernos unido y que ha guardado su flecha con un marco azul por si tenemos que inyectarnos un poco más de amor dentro de unos cuantos lustros. El que me hace volar sin alas quebrando mi espalda, el que me ha enseñado que el amor no es suficiente para las palabras, que hay que acompañarlas con hechos, con honestidad y vestirlas de alegría. Malos días que se tornan tiernos, problemas con soluciones a lo lejos y ganas de descubrir lo que cada día nuevo desvela. 
Piensas que soy gracioso sin alcohol en venas, que soy tierno aunque nadie más lo vea, y no porque no exista dulzura dentro de mi ser, sino porque lleva tantos años enterrada que olvidé el escondite en el que se encontraba. Tú, que destapaste la caja de Pandora que ocultaba lo buena persona que puedo llegar a ser, lo grande y lejos que puedo alcanzar y lo bonito que es pasar los días sabiendo que ya no estoy solo, ni por dentro....ni por fuera. Saber que tú tampoco necesitas dioses o religiones, políticas o corrupciones que te hagan vivir de una forma en la que ya no puedas disfrutar. Tan alejado de mi línea, pero tan cercano a mi alma, como dos constelaciones que llevan centenarios vagando entre las mismas galaxias. 
El tiempo, que gracias a ti ha perdido la importancia que tenía, y que ahora solamente se concentra en unas pequeñas agujas del reloj de mi muñeca. Y el espacio, que se ha convertido en el lugar en el que habitamos, en el que nos hacemos uno, en el que jugamos a disfrazarnos del otro. Acentos de norte y sur que se entremezclan creando nuestro propio idioma y entendimiento. Palabras iguales pero diferentes que existen o no, pero nos sirven para adorarnos. Así, la vida nunca fue tan sencilla de vivir.
Tú, el que ha tomado mi sonrisa como un libro sagrado bajo la almohada, el que valora el camino que he recorrido y me ha llevado a ti sin juzgar decisiones o errores. Siempre tú, el que se encuentra al otro lado esperando por mí, sabiendo que yo también estoy esperando a que con un guiño me pidas que vaya a tu lado y te abrace para volver a ser la naranja que nunca llegó a romperse del todo. Descansando en el pecho, durmiendo en mi calor, respirando sobre mi cuerpo...ahora ya mis sonidos favoritos de este mundo eterno, que me ha demostrado que desde que estás aquí...ya no puede haber más final que temer, sino un principio que se crea en cada segundo que estamos juntos. Tú, quien vino a buscarme cuando yo no esperaba a nadie. Y así, sin más...llegaste tú.

CUARENTA Y UNO


"ESTOY APRENDIENDO A OBSEQUIAR MI AUSENCIA A QUIEN NO APRECIA MI PRESENCIA".

jueves, 14 de agosto de 2014

MUSARAÑAS

Los murciélagos que revolotean en la calle sin salida de mi hogar fantasean con colarse por mi ventana y divisar mi insomnio desde el techo. Allí, con las musarañas de las que todos hablan y nadie nunca ha visto, podrán unir lazos imposibles que la historia de la fauna no podrá permitir jamás. Así de simple es como comienzan los casos perdidos del universo. Dos jóvenes condenados, encerrados en diferentes ciudades de un mismo extenso lugar intentan no buscarse para no colisionar. En la imaginación se encuentran dichosos y se conforman con mirarse fijamente para discernir qué color se esconde en sus ojos. Pasatiempos creados para no hacer nada más que pensarse, olvidarse y volverse a pensar. Nunca se pondrán de camino, ni pasarán de la puerta buscando significados de ningún tipo en aquella noche oscura y celestial. Ellos mismos se convierten en sus propios enemigos para no verse inmersos en alguna batalla que esté perdida incluso antes de empezar. 
Los murciélagos se ríen al ver cómo la estupidez humana no me deja dormir ni descansar y yo los miro con recelo desde tu esquina de la cama, la que te he reservado aunque sé que no conocerás. No existe magia que convierta sueños en realidad, o secretos que puedan airearse y lleguen a cualquier lejano lugar. Nuestros nombres se entrelazan con las sílabas que los asemejan al pronunciarlos en nuestra memoria para despertarnos con la última letra pegada a la punta de la lengua. Con el aliento seco y desgarrado levanto por la mañana cansado de tanto hablar de ti. Las musarañas cambian los papeles y se cansan de mí. Por primera vez me abandonan al descubrir la cobardía de la que estoy hecho y se marchan a buscar una pared que esconda una buena historia de verdad...
Aunque ayer vi una rosa vencer a un tigre, no es suficientemente interesante para no estar solo aquí. Si nadie quiere escuchar las poesías que me invento es que entonces son más malas de lo que nunca pensé que fui. Cambio el chip buscando alguna poesía que tenga un diferente final en el que bueno no acabe mal. Se gasta la vista de buscar lo inaudito y cojo un lápiz para crearla con mis propias manos. Los dedos se niegan a escribir más si no es sobre ti y me rindo a luchar contra mi voluntad nuevamente. La cama me empuja hacia el suelo porque no soporta tenerme a mí, mientras que la alfombra me ahoga con su polvo y no me deja respirar. La tinta sigue igual de llena que cuando la encontré, y las palabras que quiero escribir no me nacen del alma, sino de una ilusión que ya no quiero ver. La puerta, una noche más...no se quiere abrir. 

LOS GUIONISTAS DE MI VIDA

Duele un poco menos si planteo mi vida como una película. En ella, los guionistas me hacen pasar por muchas situaciones a lo largo de los años. Yo, un actor con apenas experiencia, me las veo y me las deseo para poder salir airoso de alguna que otra trama que amenaza con destartalar el personaje que encarno. Muchas veces me pregunto quiénes son los guionistas de mi vida, en qué se basan para crear escenas en cada uno de mis días y de dónde sacan las ideas que me llevan a no aburrirme ni una sola semana. Me encantaría enviarles una carta contando lo que opino de la labor que hacen y citándolos en algún lugar para que me expliquen qué les he hecho para llevar mi camino por senderos tan intransitados, oscuros y tenebrosos. 
Podría ocurrir que mis guionistas no sean seres humanos y por eso no entienden del todo cómo han de enfocar una vida por el sendero de la felicidad, de la tranquilidad y la alegría. La monotonía, desde luego, no entraba en sus planes. Y cuando pensaba que la cosa no podía ir peor...me vuelve llegar un mal día más. Han intentado hasta hacerme creer que podía ser feliz en algún alto en el camino. Allá, a lo lejos, lo veía todo tan nítido que creí que sería cierto que llegaría una temporada en la que podría volver a encontrarme. Una nueva sorpresa al saber que incluso antes de llegar a ese punto álgido me esperaban nuevos baches que casualmente me desviaban del camino correcto una vez más.
Podrían acaso pensar que la vida es demasiado corta para llenarla de colores y sonrisas, o que la vida es una mierda y hay que sentirla. Una forma de sentirla es notando las heridas que aprisionan a medida que intento acelerar el paso para cambiar de escena, de capítulo, de temporada. No estoy interesado en saber el número personajes que recorrerán mis escenarios, o el porqué hay despedidas de personas que aparecerán más adelante en el futuro. Las páginas que no hacen otra cosa que girar para mí en blanco, las gavetas que abro constantemente buscando indicios de tinta que escriba lo que me espera o alguna hoja olvidada que cuente la menor de las tramas de las siguientes semanas.
Un guión plagado de misterios, de personajes oscuros que mienten, que no van con la verdad por delante y que en el último capítulo hacen daño antes de desaparecer. Un guión con muerte y destrucción, con operaciones y desamor, con problemas y miseria. Así pasan los días...pensando que quizás, al hacerme mayor a medida que pasa el tiempo, solo quizás podrá cambiar un poco el rumbo de mi existencia. Desdoblar algún objetivo claro que perseguir y tropezarme con golpes de suerte que no duelan y que no tengan efectos secundarios, cosa a la que me estoy acostumbrando y no me conviene en absoluto. 
Manías crónicas, trastornos incurables, horas sin dormir, neuronas que piensan en demasía, decisiones que llevan una vida por tomar y un puñado de interrogantes es lo que parece completar el guión no adaptado de mi vida. Adaptar, a veces...es mejor que nada. 

miércoles, 13 de agosto de 2014

EL DIALECTO CANARIO

El dialecto canario es el hablado en las islas Canarias y que utilizan más de 2 millones de personas. Es similar al español que se habla en latinoamérica (en países como Panamá, Venezuela...) y en la zona sur de la península Ibérica (sobre todo en el oeste de Andalucía). El vocabulario canario está muy influenciado por el portugués, aunque también hay muchos términos que provienen del inglés, francés o incluso del árabe. 
El español se habla en Canarias desde el siglo XV (tras la conquista de las islas), y anterior a este periodo se hablaban varias variedades bereberes por los habitantes de las islas (los aborígenes). 
Canarias, al encontrarse en el medio del océano Atlántico, era lugar de tránsito de las orillas entre América, África e incluso el sur de Europa. Durante la época colonial, miles de canarios emigraron a países como Venezuela, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay, e incluso Estados Unidos (también en Luisiana hay una colonia de canarios). 



El dialecto canario se caracteriza por varios rasgos (principalmente fónicos, aunque también gramaticales):

-Seseo generalizado en el que las sílabas za, ce, ci, zo, y zu se pronuncian con "s" (sa, se, si, so, su).
-Aspiración de la "j" (o g) en las sílabas ja, ge, gi, jo, ju.
-Aspiración de la "s" final en cada palabra (no tan usual en la isla de El Hierro).
-Uso del pretérito perfecto simple, en vez del compuesto. Los canarios decimos "yo fui a la piscina", en vez de "yo he ido a la piscina".
-Pronunciación de la "h" inicial como una "j". Como por ejemplo en la palabra "hediondo" (/jediondo/).
-Uso del "ustedes" en pro del "vosotros" para la segunda persona del plural (esto no significa necesariamente señal de respeto; en el dialecto canario no se diferencia).
-Pronunciación variada de la "ch". Según el usuario canario se pronuncia de una forma más cerrada y corta que el resto de hablantes del español. En ocasiones es tan suave que puede parecer que se pronuncia "muyayo" en vez de "muchacho", pero no, esto es un mito que se propaga en la península ibérica. 
-Diminutivo con -ito. Se acorta aun más que el del resto de las variedades del castellano. En vez de "cochecito", en Canarias decimos "cochito".

Los "Canarismos" o palabras usadas en el dialecto canario que no son normalmente reconocidas por el resto de usuarios de la lengua vienen principalmente del castellano antiguo, del portugués, o del español de latinoamérica. Ejemplos de los cuales son las palabras millo (maíz), papa (patata), guagua (autobús), chocho (altramuz), gaveta (cajón), fechillo (pestillo), etc.
También hay canarismos que provienen del:
 -Guanche como chuchanga (caracol), sarantontón (mariquita), perenquén (lagarto), etc.
 -Inglés como flis (spray), flash (polo de hielo envuelto en plástico) o tenis (zapatilla de deporte o deportiva).
 -Francés como creyón (lápiz de color) , malpaís (tierra improductiva), cardón (planta), o guata (algodón)
 Incluso existen canarismos de origen catalán, vasco y hasta mozárabe. De hecho existen canarismos que algunos canarios no conocen porque son típicos de cada isla, y otros mucho más extendidos que se utilizan en en archipiélago en su conjunto. Existen frases hechas o refranes típicos canarios y muchas otras historias o leyendas que pertenecen al folclore de nuestras tierras. 

lunes, 11 de agosto de 2014

DIALECTOS, IDIOLECTOS, SOCIOLECTOS...

Ante la ignorancia absoluta e hiriente de parte de los españoles que utilizan el castellano como lengua materna hacia los canarios (diciendo que hablamos mal, que no se nos entiende o que somos unos cansinos, por decir tres comentarios de los más suaves que he leído por las redes sociales) me veo obligado a aclarar ciertas dudas, a abrir ciertas mentes y a culturizar un poco a la sociedad. 
Yo, sin ir más lejos soy tinerfeño de nacimiento, canario a muerte y español de nacionalidad (le pese a quien le pese). Que geográficamente nuestro archipiélago pueda parecer africano, eso es otra historia, pero de cualquier manera somos españoles (si fuéramos africanos no tendría ningún problema en aceptarlo, ya que África me fascina). Soy lingüista, hablo varias lenguas y creo que tengo un conocimiento "mínimo" como para poder tratar este tema con conocimiento de causa. Actualmente vivo en la península Ibérica y me gusta mucho mi acento canario y me gusta mucho también el acento peninsular. Es obvio que hay unos acentos que gustan más que otros, pero eso no significa que ninguno de ellos sea mejor o o superior al resto. 
Es cierto que por estos lares se tiende a decir que cuanto más al sur nos encontramos peor se habla, o que en las Castillas es donde mejor castellano se habla o que la isla del Hierro tiene el castellano más correcto que existe. Yo, personalmente (desde mi punto de vista como usuario de la lengua) considero que todo esto son "estudios concretos", "opiniones mayoritarias" o "invenciones ocasionales" (me da igual de dónde hayan salido, pero no me las creo). Es obvio que por mucho que analicemos una zona geográfica en la que se hable el castellano siempre habrá una minoría que no siga los estándares de la lengua; no hablo del seseo, o de aspirar las haches, hablo de laísmo, leísmo, dequeísmo, etc... Todo esto ya les aseguro yo que no son "errores" que cometen los canarios, con lo cual...la soberanía del idioma está claro que tampoco tiene que recaer en la península Ibérica. 
Sin ir más lejos, y después de convivir con peninsulares puedo decir que gran parte de ellos añade una -s al conjugar la segunda persona del singular de cualquier verbo, como por ejemplo: comistes, estuvistes, fuistes, etc... y no es correcto (comiste, estuviste, fuiste es lo correcto). Otro gran porcentaje de ellos hace uso del laísmo y leísmo sin saber diferenciar cuándo se usa "la", "le" o "lo" como complemento directo o indirecto, como por ejemplo: yo la dije que fuera. Otro error que cometen bastante es lo denominado "dequeísmo", que es añadir un "de" delante de un "que" en oraciones completivas o sustantivas, como por ejemplo: yo opino de que no debéis ir, él me dijo de que fuera al cine por la noche, etc. 
Lo que quiero decir con esto es que el uso del castellano se ve modificado de forma histórica, se ve expandido a lo largo del tiempo y se ve influenciado por muchos factores ajenos o no a ciertos eventos históricos. No estoy diciendo que los peninsulares hablen mal castellano ni mucho menos, solamente quiero demostrar que no lo hablan perfecto. No creo que exista un castellano perfecto, ni tampoco sé qué significa que un idioma sea perfecto o que se hable de forma perfecta. Está claro que la lengua tiene unas pautas y unas reglas gramaticales que según la persona, el grupo de personas, la zona geográfica o el momento temporal se respetan o no, o se cambian o no. Canarias, al estar en medio del océano Atlántico está influenciada por el habla del sur de la península (Andalucía) y América latina (unas zonas más que otras) y viceversa. Esto se debe a diferentes conquistas, invasiones o fenómenos de otra índole que han ocurrido en los últimos 500 años o incluso antes. No considero que la forma de pronunciar el castellano de una zona u otra sea mejor o peor, simplemente son diferentes. Nos encontramos ante diferencias lingüísticas o variedades de una misma lengua. Llamémoslo dialecto si nos gusta más. Aquí hay que tener muy en cuenta que existen idiolectos y sociolectos también que influyen mucho en el uso de la lengua. El idiolecto es la forma característica de hablar de cada individuo y el sociolecto es otra variedad lingüística, pero relacionada al grupo social o clase social en la que nos movemos o nos hemos criado. Cada persona tiene un sociolecto y un idiolecto distinto, pero ello no impide que puedan comunicarse perfectamente. Gracias a estos podemos "averiguar" de dónde es una persona o incluso en qué círculos de mueve (a veces sin éxito), pero lo mejor de todo es que podemos aprender de ellos. Es muy positivo que exista esta variedad en una misma lengua porque nos enriquece a todos, aprendemos diferentes formas de llamar a las cosas, diferentes frases hechas según la zona geográfica y diferentes formas de hablar según la edad, sexo o cultura de la persona. No hay que ser obtusos al respecto y pensar que nuestra forma de hablar es la mejor o la más correcta porque lo único que estamos haciendo es quedar en evidencia delante de todos y parecer más cerrados de mente de lo que igual (o igual no) realmente somos.

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE