miércoles, 28 de octubre de 2009

LEY 2

"LOS ÚNICOS LIBROS QUE DESAPARECEN DE LAS BIBLIOTECAS SON LOS QUE USTED NECESITA"

SO BORING


Cosas que me aburren enormemente:

-El Fútbol.

-Las Murgas, Comparsas y Similares.

-El Museo del Prado o Cualquier Otro que Contenga Pinturas Antiguas donde Aparezcan Botijos, Fruteros, Retratos o Momentos Bíblicos.

-Las Revistas de Mujeres y Cotilleo.

-Los Libros de Historia.

-Escuchar a los Tíos Hablar de lo Buenas que Están las Tías y de Cómo se las Tiran o Tirarían.

-Las Telenovelas.

-Gran Hermano y Fama.

-Las Salas de Espera de los Centros de Salud.

-Las Conversaciones de Besugo.

-Las Novelas de Danielle Steel e Isabel Allende.

-Jugar al Scrabble.

-El Golf.

- Master & Commander.

-Las Conversaciones sobre Peinados, Maquillajes, Complementos y Ropa.

-Escuchar un disco entero seguido de Celine Dion.

-Las Películas Antiguas (anteriores a los 80).

-Las Bandas Sonoras Instrumentales.

lunes, 26 de octubre de 2009

CUANDO LOS BÚHOS Y LAS MARIPOSAS VIVAN EN PAZ


No hay que avergonzarse del pasado, pero tampoco enfrentarse a él cuando no se está preparado. El tiempo pasa factura y los errores no los decide la locura. Los menos indicados dicen qué está bien y qué está mal, aun cuando ya nos hayamos ido. Es fácil hablar, fácil fingir, pero no lo es vivir, y creo que no soy el único que se ha dado cuenta. El mundo no es verde o azul, rojo o amarillo. El mundo abarca millones de colores en todas sus formas y esplendores. Quizás no seas el más común, o tu propio mundo no te dejase hacerte un hueco en su lado luminoso, pero todos tenemos una parte oscura de la que no nos sentimos orgullosos. Ya no importa qué pasó ayer, o por qué estamos aquí hoy. Importa hacia dónde caminamos y con quién. Nadie sabe cómo somos, pero cada uno sabe de dónde venimos, aunque el destino nunca esté tan claro. Los momentos nos unen, nos desprecian y nos exilian, y eso fue lo que pasó. El día y la noche se juntaron una vez en el tiempo, hicieron un todo que la música y el amor mantenían unido. Finalmente la distancia pasó factura y ahora no somos los mismos, no queremos lo mismo y no vivimos para lo mismo, pero el propósito es lo que cuenta. Seguimos aquí y ahora, pensando en nada, pero mirando hacia arriba. Nunca supe quién estuvo equivocado o quién tuvo razón, pero no creo que sea lo imprescindible a la hora de hablar de amistad. Sentimientos que van, sentimientos que vienen, sin saber las razones.
Esta condición quizás no está preparada para alguien como tú, al igual que no lo está para alguien como yo, pero de ahí viene lo que nos une. No te conformes con el primero, con el más fácil o con el que mejor te trate, la felicidad no se trata de eso. Se trata de mariposas en el estómago, de ganas de hacer cosas por el placer de hacerlas y de abrazar cuando estamos felices. Lo mejor es hablar claro, y no reprimir tu ser en un lápiz y un papel, o en el teclado de un ordenador. Y recuerda que los para siempre también son efímeros y se desvanecen. El amor eterno no existe por muy triste que parezca. Pero siempre se puede buscar un día más soleado, y tú sabes dónde encontrarlo.
No es fácil decir adiós, ni tampoco decir te quiero, pero lo peor de todo es no tener tiempo para haberlo hecho, y en eso soy un experto. Por eso aquí y ahora te lo digo a ti. Alguien dijo una vez que el tiempo lo cura todo…aunque las cicatrices siempre queden donde una vez hubo dolor. Lo que si puedo decirte es que te quiero, te entiendo, y te conozco. Sé lo que duele, y siento quedarme ahí a veces, pero no soy un ángel caído del cielo que vino a hacer el bien sobre la Tierra. También sé lo que llena, pero al fin y al cabo es mejor así, sin tentar la suerte ni detener el tiempo cuando se funden nuestros cuerpos.
No hago las cosas por hacer, ni doy abrazos por hacer sonreír, detrás de los hechos siempre hay un por qué. No vale volver atrás, ni creer en castillos en el aire, ni asegurar un futuro como algo que al final no funcionará. Pero en cambio, puedo decir que me encuentro bien, sin prisas, sin pausas, sin explicaciones, ni deudas. Solamente haciendo lo que me apetece en cada momento, después de todo el vivir dura dos días, y cuando va anocheciendo nos damos cuenta que es demasiado tarde para ver un nuevo amanecer. ¿Qué pasaría si el mañana ya no existiera? ¿Seguiríamos aquí y ahora? Lo hice, lo hago, y lo haré…te quiero. De formas diferentes, con diferentes intensidades, pero siempre lo haré. Hoy así, mañana allí, luego…nadie lo sabe. Quizás una isla sea mi prisión, o quizás me reencarne en lo que no soy; después de todo no soy capaz de parar la lluvia, ni de adivinar el futuro.
De todos modos en algún sitio estaré, para oír como roncas, como despiertas y dices que tú no eras, que era el viento. Para ver cómo apoyas tu cabeza en la almohada y en tres segundos desapareces. Para ver cómo me mimas entre regañadientes y acabamos en un abrazo. Para todas esas cosas que sólo tú, yo y el tiempo sabemos. Y después de todo eso, volveré. Volveré para darte las gracias una vez más. Gracias por no decir te lo dije o repetir lo que tanto detesto. Gracias por aguantar a alguien tan complicado y tan fácil de llevar a la vez. Alguien con mal humor y mala leche, pero de buen corazón, aunque a veces se me vea borroso.
Gracias por no volar y por no ser como todos los demás, porque al fin y al cabo eso es lo que perdura. El ser genuino no es gratis, ni se regala en folletos, así que gracias. Te agradezco tu ayuda en todo el camino, y el saber que nunca te fuiste, sino que fui yo. Gracias por compartir a una misma filósofa bajo la luz de las velas, y gracias por creer que Vega no es sólo una estrella del cielo, o un muñeco de un videojuego; al fin y al cabo creo que ella nos ha ayudado de algún modo. Gracias por hacer de “Quiero ser tú” nuestra banda sonora y de no ser todo lo que aparentas ser, porque los secretos los guardamos en los corazones. Gracias por el presente y el pasado, por lo recibido y lo dado, gracias por estar ahí, aun cuando no te había llamado.
No se si al final recibiremos todo eso por lo que hemos luchado, pero si es así, al final tú serás muy bien recompensado.
No hace falta decir que eres un superviviente, que lo difícil se convierte en lo cotidiano, y que lo que nos toca pasar no es lo que elegimos, pero eso nos hace invencibles.
Me encantó dejarnos dormir bajo las estrellas con la arena en los bolsillos. No es fácil saber quién es Casiopea o si Cefeo es una marca de estimuladores, pero el aprender hace al sabio, y todo nos lleva a conocer mejor lo que tenemos y quienes somos.
No seremos solamente una foto encuadernada en una pared de cartón, pero aunque no quede hierba donde echarse, ni agua que beber, yo te estaré agradecido. Gracias apo.

jueves, 22 de octubre de 2009

FROM THE HEART...


Primer día de bajón y lágrimas: Pensando...

Y ahora honestamente: "¿Qué será de mí? No me gusta la realidad...demasiado dura para mí...ya ni soñar se puede". Pensamientos que van...pensamientos que vienen. Duele más de lo que muestro. Siempre he odiado dar pena.

Me repongo y procuro distraerme. No es fácil pero parece que lo voy consiguiendo...
Y pienso: "Has pasado por cosas peores, coge fuerzas y un pasito más...ya casi está".

Guardo la balanza para otra ocasión...esta vez no me sirve. Es cuestión de suerte y destino. Es gracioso cómo crees que tienes tu vida entera planeada para luego darte cuenta que la única realidad es que nunca estuvo en tus manos...

Gracias a todos por todo...de corazón...

TIMING

El tiempo pasa volando y sin darme cuenta ya llego al cuarto de siglo. Apenas tengo la sensación de haber saboreado estos últimos años de mi vida. Aún recuerdo aquel niño enfermizo y delicado que tenía cientos de cosas en su cabeza. Muy madrero y soñador que tenía tantas ilusiones que al final le faltaban vidas para llevarlas a cabo.
Como todo cambia en esta vida y nada es como pensamos o planeamos, al final no he conseguido ninguna de ellas. El niño se hizo mayor y ya no es sensible, sino algo más parecido a una piedra indiferente que creció a base de caídas. A día de hoy no sé qué es lo que se me da bien ni qué me gustaría hacer en la vida.
Lo único que he seguido a cabo después de mis sueños de pequeño es viajar y practicar deportes. He tenido la oportunidad de ir a muchos sitios que jamás pensé que pudiera visitar. Además ya encontré el deporte que más me hace feliz y tengo la suerte de poder practicarlo casi todos los días. Me siento muy agradecido.
En cuanto a mi vida académica, mejor hacer un alto en el camino porque no sé ni dónde estoy, ni hacia dónde quiero ir. Me licencié por promesa, nada de vocación. Me he dado cuenta que pertenezco a otro lugar y estoy buscando un nuevo camino en mi destino. Mientras tanto sigo trabajando en algo que me gusta, aunque no me apasiona. No me puedo quejar después de todo.
El tiempo sigue pasando a la velocidad de la luz y yo parece que no me muevo del mismo sitio...veremos qué me depara el mañana...

miércoles, 21 de octubre de 2009

VOLVERÉ...


Volveré algún día....porque estoy equivocado, porque a veces tengo razón... Volveré...solo...asustado...pequeñito....necesitado.... Volveré....hecho un lío....maravillado....la naturaleza....el cielo....todo tan bonito.... Volveré algún día porque soy de la tierra....del agua....del aire.... Volveré....cansado....orgulloso de ser yo...de ser mi....de ser yo mismo.... Volveré....sin pensarlo...porque es precioso...el mundo...la vida...las personas... Volveré....es cierto...pero luego....pero mañana....pero cualquier otro año... Volveré...débil....esperanzado....protegido.... Volveré.....al sol....a las estrellas....brillante...lúcido....entusiasmado... Volveré....noble...purificado...ingenuo.... Volveré...porque sí...porque soy así....porque no quiero quedarme allí.... Volveré dolorido....recuperado....anestesiado......insolvente... Volveré sin esperar....sin pedir....sin rogar... Volveré a mis raíces...a mi futuro...a mi presente....volveré a resurgir...a revivir...a resucitar... Volveré por siempre....hasta que pueda....hasta que quiera....volveré....sé que volveré....

GRAN TORINO

La gran sorpresa del día. De hecho la única sorpresa grata que he tenido en semanas. No esperaba menos viniendo de un genio como Clint Eastwood. Espero que no sea su última película como actor, porque no quedan muchos como él. Seguir tan "cuerdo" a los 79 años no es cosa fácil y mucho menos dirigir, producir y protagonizar películas de alto nivel.
Primera vez en mi corta, pero intensa existencia en la que me veo reflejado en alguien tan mayor. Un tal "Walt" interpretado por Eastwood daba vida a un viudo cascarrabias y malhumorado que solamente quería vivir su vida a su manera. Sus respuestas ácidas y burlonas le daban ese toque característico que me recuerda a mi propio humor de vez en cuando.
Si sigo vivo dentro de 50 años, me veo igual que ese hombre, viviendo mi vida, intentando cambiar lo imposible y defendiendo lo indefendible. De pelea con el mundo, pero con el corazón y la mente en su sitio. Tan humano como los demás, pero con un pequeño caparazón que me guardo para mí mismo. Buscando reírme de la vida y de sus triquiñuelas.
A pesar de tener un final trágico, no me quedó un sabor amargo porque Walt hizo lo que para él era más correcto y siempre fiel a su filosofía. Recomiendo esta película porque demuestra que hasta los más duros tienen su corazoncito, y que después de todo, hay una persona de cada color y con un alma de diferente tesitura. Dando la justicia y ofreciendo la ayuda a las personas que más se lo merecen y lo necesitan. Además de ofrecer risas aseguradas, la película no tiene ningún desperdicio.

martes, 20 de octubre de 2009

IN BLUE....SWIMMING IN BLUE

Y finalmente vino. La tristeza se volvió a apoderar de mí como hacía en antaño. De una forma más profunda quizás. No se encontró al mismo Raúl. Esta vez se trataba de alguien más envejecido por dentro, lleno de cicatrices de guerra y raspaduras de trincheras. Ya no era igual que ayer. Se vio ante un Raúl sereno, intentando recuperar el tiempo perdido.
La tristeza quiso envolverme pero no pudo. Ya no puede conmigo, porque la llevo aquí dentro, en un huequito de mi corazón. Ni yo puedo sacarla, ni ella puede volver a entrar de nuevo. A veces saca su voz que retumba en mi cabeza y entonces viene ese sentimiento. Por dentro me siento vacío, mientras mi voz solamente se limita a decir: "No me pasa nada, estoy bien". En un atisbo de mueca que simula ser una semisonrisa, pero que engaña a nadie, ni siquiera a mí mismo.
La tristeza no se vence en una cancha de tenis, aunque es lo que sirve para evadirme. Tampoco con un libro abierto o escribiendo en un blog. Sé cómo esconderla, pero ahora mismo no tengo ni la fuerza ni el poder para hacerlo. Así que intentaré ganarme otro oscar en mi nueva interpretación de "Guardemos la compostura", pero al final de la función me encuentre con una lluvia de tomates en la cara. Imagino que por ser menos creíble que Lucifer haciendo de Jesús. Supongo que me lo merezco...por mal actor...por perdedor...

jueves, 15 de octubre de 2009

LOS SABORES DE MI VIDA


CHOCOLATE / VINAGRE / DONUT / REMOLACHA / ACEITUNA / SANDÍA / AGRIDULCE / MIEL / NATA MONTADA / HUEVO REVUELTO / DÁTIL / ORÉGANO / PISTACHO / COCO / LIMÓN / CANGREJO / PIMIENTO / LANGOSTINO / PEREJIL / CHULETA DE CERDO / GELATINA / PIPAS DE GIRASOL / VINAGRETA / SOJA / PICA-PICA / ARROZ CON LECHE / MARACUYÁ / JARABE DE ARCE / BACON / NARANJA / AROS DE CEBOLLA / MATAHAMBRE / MERENGUE / GAMBA

FREE TO DECIDE

Todas las historias tienen dos lados del espejo y una realidad. A veces la realidad se asemeja más a uno de los lados y otras veces la realidad es exactamente fiel a su reflejo. En otras ocasiones dista bastante, y muchas otras veces coinciden en forma y contenido.
Palabra contra palabra. Lo cierto es que nadie del futuro puede entrar en una historia pasada, por el mero hecho de que no la ha vivido. Siempre se podrá inclinar del lado del espejo que le parezca más claro, pero no tiene por qué ser el más cierto y sincero. El objeto depende del ojo desde el que se mire y del momento en el que se observe. En su momento fue gris, pero hoy tiene tonos azulados. En cambio, en el otro lado puede ser tanto blanco como color alquitrán.
Siempre he pensado que se puede tener una opinión de cada hecho, se haya vivido de cerca o no, pero es mejor mantenerse al margen y no mirarse al espejo porque al final el reflejo nos cegará del todo. En el presente puede que no veamos nada, pero si en el futuro nos arrepentimos porque se han calmados las aguas...puede que sea tarde.
Lo peor de cada historia es la desinformación, la malinterpretación y la manipulación. No tiene que haber vencedor y vencido, porque no se trata de una batalla, sino de una memoria de la vida. Sin embargo, si nos dejamos llevar por la emoción, al final tendremos que elegir y perder uno de los reflejos. Debo admitir que muchas veces el reflejo no se vuelve a recuperar y nos pasaremos la vida entera carentes de esa iluminación que tanto necesitamos y ahora echamos de menos.
Los sentimientos vienen, se quedan o se van, pero siempre cambian, ya sea para bien o para mal. No es justo verse entre la espada y la pared, pero es opcional el querer tirarse contra un arma blanca cuando por fuera del castillo hay todo un prado por el que correr...eso sí, siempre depende del mismo sujeto.
Al fin y al cabo todos somos esclavos de nuestras palabras y de nuestros hechos. Si nos vemos en la cuerda floja en algún momento de nuestra vida, o la cortamos o la cruzamos, pero siempre somos nosotros y solamente nosotros los que decidiremos...porque por ello somos libres.

miércoles, 14 de octubre de 2009

FOREVER IS OVER

Soy de los ingenuos, o esperanzadores que cree que todo en esta vida ocurre por alguna razón. No es que justifique que mueran niños pequeños o haya enfermedades devastadoras, pero ciertamente algunas personas aprenden sus lecciones de vida de estos golpes. Esa es una de las razones que me mantiene en pie hoy después de las cosas que me han pasado me están pasando.
He crecido de maneras que jamás creí que pudiera y he llegado a puntos que nunca creí que pudiese controlar. He roto barreras y tocado el equilibrio en situaciones límite. He llorado mucho también, muchísimo. Más de lo que nadie se podría imaginar jamás, pero justo hoy parece que mis ojos son dos hojas secas que ya no tienen líquido que malgastar. No porque no pueda, sino porque no necesitan de un río que las moje.
Vuelve la mala espina poniéndome más conos en medio de la vía para que me tropiece y a 160 por hora me resulta imposible esquivarlos, así que esta vez probaré a saltar por encima a ver que pasa, porque no tengo intención de parar y si reduzco probablemente no llegue a la meta antes de morir. Pero quiero creer que todo ocurre por una razón y eso es una de las cosas que me parece más fascinante de la vida.
Todo se viene encima si estamos bajos de moral, todas las paredes se cierran si somos negativos o pesimistas, pero no es mi caso. Yo soy de los que busca sonrisas en las muertes, de los que saca arco iris de las fotos en blanco y negro. No me gustan los clichés de antaño ni vestir de negro como solía años atrás.
Lo único que necesito es poco de lo que me gusta porque a mí me sabe a mucho, y eso me basta. No demasiado porque me agobio y suficiente es de conformista, así que prefiero no tener mucho para que no me lo roben. Un puñado de suerte está bien. Lo que sí me pregunto es cuánta mala suerte me puede encontrar sin tumbarme, sin atravesarme. Y da igual lo que haga. Ni un millón de tréboles parecen cambiar nada cuando la tengo encima. Yo no soy de los que rompe espejos o deja armarios abiertos, pero parece que las costumbres ya no son las mismas en la actualidad.
No me cambiaría por nadie, pero mentiría si digo que nunca he pensado en por qué los demás no tienen que pasar ninguna prueba en la vida. No tan difíciles, no tan seguidas, no una sobre otra. Cinco años de paz, cinco años de guerra. Pero no, no enseñaré mi bandera blanca jamás. Yo no soy de esos que se lamenta antes de empezar a correr. He aprendido que lo difícil se consigue y lo imposible se intenta. No se trata del tiempo que se tarde en llegar, ni lo que encuentre al otro lado...lo importante es no detenerse en la subida.
¿Qué más puedo pedir? Tengo cuerpo, alma, mente, corazón y voz, ¿para qué más? De momento me basta...

martes, 13 de octubre de 2009

URBASON

Rebuscando entre las gavetas encontré un papel amarillento que me resultó muy familiar. Quizás el papel que más me marcó en el pasado y el documento que más daño me hizo cuando era pequeño. Se trata de el resultado de las pruebas de la alergia. Probablemente una de las alergias más complicadas de llevar, sobre todo tratándose de un niño. Ésta rezaba:

NO DEBE COMER:
-Fresas, plátanos, frutos secos, alcohol, zumos de frutas preparados, refrescos que contengan frutas y cola, chocolate, bombones, caramelos, chicles, helados y postres de fabricación industrial, cremas y flanes de sobre, conservas y semiconservas, salsas de fabricación industrial, sopas de sobre y purés preparados, pescado azul, marisco, alimentos o bebidas coloreadas artificialmente de amarillo y sustancias o alimentos que contengan en su composición los siguientes colorantes:
Tartracina (E-102)
Rojo cohinilla A (E-124)
Amarillo anaranjado S (E-110)
Negro brillante BN (E-151)

No podía comer casi nada. Recuerdo alguna que otra vez que sin darme cuenta (sobre todo los primeros meses) comía algo prohibido y enseguida me salían ronchas, se me hinchaba el cuello y el cuerpo y no podía respirar. Siempre me llevaban a urgencias rápidamente y me pinchaban un "urbason", mi gran aliado. Siempre me leía las etiquetas de todos los alimentos y la gran mayoría tenía los odiosos E102, 124 y 110.
En el viaje de fin de curso del colegio lo pasé bastante mal con el tema de las comidas porque no podía comer casi nada y tenía que estar con la profesora constantemente para que me llevase a otro sitio a comer o para que me hicieran algo que yo pudiera ingerir (normalmente bocadillos). No sólo era una putada para mí, sino que también era una carga para los demás.
Si no recuerdo mal todo empezó con un batido de plátano cuando yo tenía unos 7 años, y terminó a los 15 o 16. Me di cuenta porque comí algo que no debía sin darme cuenta y no me pasó nada. Poco a poco fui probando el resto de las cosas de la lista y tampoco pasaba nada, así que a partir de ese día volví a ser feliz.

viernes, 9 de octubre de 2009

HISTORIAS PARA NO DORMIR

No es tarea fácil asumir que se tiene una enfermedad como el VIH, y mucho menos ya cuando se ha desarrollado convirtiéndose en SIDA. El primer paso es descubrirlo a tiempo, que tampoco es fácil, ya que tenemos la tendencia a pensar "eso no me pasa a mí". El segundo paso es prepararse psicológicamente para afrontar que se tiene la enfermedad. En la mayoría de los casos con ayuda médica, familiar, y de todo tipo.
He tenido la desgracia (o la suerte) de conocer a tres personas que tenían el virus y me gustaría contar sus historias. Quiero pensar que de esta manera puedo ayudar a alguien a evitar el contagio, el empeoramiento, o la exposición a la enfermedad.
Todo comenzó un día en el chat hace varios años. Muy de vez en cuando entraba porque era mi única vía de contacto con personas homosexuales (ya que yo no era persona de salir por el ambiente). Apareció un chico que estaba bastante triste, enfadado con el mundo y decepcionado consigo mismo. Con el paso del tiempo (siempre sin conocernos físicamente) me contó que había contraído el virus y lo habían descubierto en una analítica sin que él se lo imaginara. Siempre había usado protección, así que lo pilló totalmente por sorpresa. No sabe cómo lo contrajo, ni si alguna de sus parejas anteriores lo tenía. De hecho nadie más lo sabía, mucho menos sus familiares o amigos (a día de hoy siguen sin saberlo, exceptuando su pareja y algún que otro amigo cercano). Comenzó mi primer contacto con esta enfermedad y me di cuenta que era algo preocupante.
Me resultaba muy complicado dar ánimos ante esta situación y cualquier palabra que salía del teclado me parecía pobre y triste. Finalmente llegó el día en el que nos conocimos de verdad y llegamos a tener una muy buena relación. Él tuvo que ir a recibir ayuda psicológica que le fue muy útil y poco a poco se iba sintiendo mejor. Tenía momentos muy malos de baja moral y llantos que difícilmente eran consolables, pero finalmente encontró el equilibrio.
Casualmente su compañero de piso huyó de su país porque su expareja le había pegado el virus y lo había dejado con una carta que decía algo así como "Jódete, ahora también tienes VIH" (no recuerdo las palabras exactas, pero el mensaje es el mismo).
El segundo caso de VIH fue el peor y más trágico de todos. Un amigo mío de hacía años con el que tenía muchísima confianza y una amistad bastante importante era portador. Realmente él nunca me lo contó, y ni siquiera sé si llegó a contárselo a alguna otra persona, pero hasta donde he llegado a informarme nunca lo hizo. Yo lo veía cada vez más delgado y en peor estado. Yo lo relacionaba al tabaco, a su trabajo, horarios y poco descanso. Un mes como cualquier otro lo ingresaron porque se encontraba mal. Al poco tiempo se quedó inconsciente. Le diagnosticaron neumonía, y en cuestión de semanas falleció. Desde que me enteré de su estado me imaginé que seguramente tendría ya SIDA. Pregunté a algunos de mis contactos que me lo confirmaron finalmente, pero era algo que nadie comentaba. No sé dónde, ni cuándo, ni cómo cogió el virus, pero es algo que no puedo dejar de pensar.
Nunca tuve el valor de ir a visitarlo. Por miedo, por pánico, por cobarde. Cuando falleció fui consciente de lo devastador de su historia y de la impotencia que sentía al vivir en la ignorancia. Lo vi por última vez en el tanatorio y no puedo quitarme su imagen de mi cabeza. Fue una época realmente mala y aún está tan reciente que me parece imposible de asimilar del todo.
Entiendo su postura, pero estoy seguro de que podría haber cambiado la suerte con algún tipo de ayuda. Sea como fuera, él decidió mantenerlo en secreto y no pudo haberlo hecho mejor. 29 años son muy pocos para irse de esa manera...lo echo mucho de menos.
El último caso ha sido muy reciente y me ha impactado de manera muy profunda. Un amigo mío desde hace años. De estos con los que pierdes el contacto y la pista durante un tiempo, pero luego vuelven y es como si el tiempo nunca hubiera pasado. Me comentó que tenía VIH desde hacía poco más de un año y que supo el momento exacto en el que lo contrajo. Hablamos de un chico que acaba de pasar sus veinte. Quedó con un chico para tener sexo y días después recibió un mensaje a su móvil que decía que era positivo. Ciertamente habían utilizado precaución, pero a esta criatura del señor (por no descalificar a nadie) solamente se le ocurrió la idea de quitarse el preservativo cuando mi amigo no se percataba y el final ya es predecible.
Desde entonces no puedo dejar de sentir rabia y dolor por la situación. Le pregunté por qué no fue a por él, por qué no decidió denunciar algo así. Su respuesta fue que eso era último de sus problemas en ese momento y luego se terminó por resignar. Probablemente la decisión más sensata de todas.
No llego a comprender por qué los portadores no se comportan como seres humanos de corazón y advierten sobre cualquier riesgo. No entiendo por qué van de pelea con el mundo intentando sembrarlo con enfermedades y devastación gratuita. No entiendo por qué no aprenden de sus errores, de su mala suerte, de su mala espina, e intentan salvar a futuras víctimas.
El mundo gay está en peligro y parece que a nadie le importa. La desinformación conquista cada puerta y los ignorantes se dedican a practicar sexo a cualquier precio sin mirar las consecuencias.
Una vez leí en una revista que tres de cada diez hombres homosexuales tenían VIH, sin contar las personas que aún no lo sabían. Si eso es cierto, ¿dónde está ese porcentaje de infectados que se esconde por los antros y va de cama en cama jugando a la ruleta rusa? ¿Por qué no cogen el toro por los cuernos y deciden ser valientes de una jodida vez?
Mientras tanto, lo único que se puede hacer es utilizar protección, no dejar que el placer y el morbo ganen la batalla de la seguridad, y hacerse controles cada seis meses. Vigilar con quién nos vamos a casa y pensar que probablemente ya nos hayamos acostado con alguien que ha acostado con alguien que ya está infectado. No se trata de huir, sino de protegerse. Olvidemos la frase "eso no me va a pasar a mí".

miércoles, 7 de octubre de 2009

WHAT IF...?

A veces quisiera no pensar. A veces quisiera desaparecer o ser invisible. A veces me gustaría no saber las cosas que sé, no guardar tantos secretos en baúles que no tengo donde meter. A veces quisiera que no confiaran en mí tanto peso y pena porque hay momentos en los que no se puede llevar con dignidad. A veces quisiera gritar y echar a correr sin tener que dar explicaciones
A veces quiero no hablar, a veces quisiera escaparme para no volver en un tiempo. A veces quisiera decir que no me interesa lo que me cuentan, que tengo la cabeza hecha un lío, que yo también tengo problemas, historias, comederos de cabeza. A veces me como el coco como un loco. Quisiera no saber escribir lo que me pasa por la cabeza para poder desahogarme de otra manera. Quisiera no tener que responder toda pregunta y dar respuestas que salgan del alma aunque duelan. Al lanzarlas yo es porque me las he quitado del pecho. Siguen sangrando, pero duelen menos.
A veces quisiera no apreciar tanto lo que me rodea, lo que tengo, lo que quiero. A veces quisiera que se viera el interior de las cosas, la realidad, la puta verdad. A veces quisiera repartir puñetazos para enseñar lecciones y recibirlos si me los merezco de verdad. A veces quisiera que la rabia le ganase la batalla al control y la compostura, porque hay momentos en los que no vale una mierda. A veces quisiera no cerrar la boca cuando voy a decir lo que veo, lo que siento, lo que opino. A veces me gustaría cambiar de aires, de mundos, de personas. A veces quisiera ponerme la careta, coger aquel disfraz y simular ser lo que realmente no soy. A veces quisiera coger unas tijeras gigantes y cortar todos los adornos y pedrería que no hacen más que disfrazar la fealdad del que los lleva. A veces las palabras duelen más que los hechos, pero yo quisiera devolverlas sin escucharlas.
A veces, cuando alguien no sabe qué decir, qué hacer, dónde está o hacia dónde se dirige...simplemente siente. Siente cansancio, pena, dolor, indiferencia, rabia. A veces quisiera no sentir nada, entumecerme, convertirme en roca. A veces me hubiera gustado hundirme en un lago y otras flotar en el aire, pero hoy quisiera ser alguien más...pero no puedo.
después. ¿A quién le importa? Si estoy loco es cosa mía.

TENNIS ON COURT

Después de todos estos años siendo un seguidor del tenis, y más ahora que lo practico desde hace un tiempo, me atrevo a decir que la vida es como un partido de tenis. Comenzamos jugando desde niños. A unos se les da mejor, a otros peor, pero todos nos vemos en algún momento en medio de la pista enfrentándonos a la vida. ¿Qué hacer a un lado de la red? Pues tan sólo hay dos opciones, luchar o rendirse.
Poco a poco vamos utilizando las armas que hemos ido aprendiendo en el camino. Un buen servicio nos ayudará en nuestro saque. Voleas, paralelos, todo es posible. Cada jugador se conoce a sí mismo, pero no sabemos cuánto alcance puede tener la vida, ni lo largo que será el partido. A veces jugamos de forma individual y en muchas otras ocasiones en dobles, aunque es más complicado porque tenemos que arrastrar con alguien o ser arrastrados por tu compañero.
Si no restamos bien la vida nos dará golpes uno a uno y hay que saber llegar a todas las bolas para que la vida no nos coja por sorpresa.
A la vida no le importa que estemos cansados, doloridos o lesionados. Ella simplemente golpea con todas sus fuerzas y precisión. El truco está en nunca cederle una bola en bandeja cerca de la red, sino estaremos perdidos. Tampoco hay que pasarse con la fuerza porque podríamos perder el partido en cuestión de minutos.
La vida no sabe de lugares ni canchas. Ella sale de tour por todo el mundo y te puede encontrar en cualquier pista. Da igual si viajamos a Doha, Jordania o Bosnia, ahí nos esperará con su Wilson para rompernos el saque. El juez de línea no pondrá las cosas más fáciles y el público estará gritando espectante. Se necesita concentración, fuerza mental y forma física.
Por lo pronto yo he decidido hacerle frente para seguir en el torneo. He ido mejorando el saque con el tiempo y corro detrás de cada bola como si fuera la última. Hasta hoy creo que me he enfrentado a la vida en varias ocasiones y he tenido muchos partidos difíciles. Demasiadas bolas de break salvadas e incluso algún que otro punto de partido en contra, pero no siempre he podido estar a la altura. Las derrotas frente a la vida saben a polvo de arcilla, saben a suelo, a hierba sucia, saben a lágrimas saladas.
Las victorias en cambio saben a superación, a tranquilidad, a felicidad. Saben a lluvia, a pureza. Es como estar en lo más alto del mundo alzando la raqueta.
He ganado muchas veces, pero también he sido vencido, aunque tengo la suerte de poder seguir en la pista. Hoy la vida me reta y estoy más preparado que nunca. Soy más fuerte que antes, más sabio que antes y tengo mucha más experiencia, así que esta vez no le daré ni un suspiro de tregua. ¿Quién empieza el servicio?

lunes, 5 de octubre de 2009

BATTLEFIELD...

Las noticias vienen cuando menos te lo esperas. Sino...no serían noticias me imagino. Como norma general suelen ser malas noticias, o sorprendentes o desconcertantes o increíbles. Hoy, sin embargo, la noticia fue devastadora. ¿Pueden haber noticias que preferiría no saber? Igual luego vendrían acompañadas de tragedias o de puntos de no retorno.
El caso es que anoche trabajé, me acosté a las siete de la mañana, me desperté a las tres de la tarde y colgué el teléfono (cuando trabajo de noche descuelgo el teléfono para que no me despierten). En menos de un minuto sonó. A mí me pareció que sonaba más fuerte que nunca, más rápido que nunca. Como si dijese "cógelo ya porque tengo una gran noticia". Y así fue. Lo descolgué y en una frase se resumió el titular. ¿Qué más daba el contenido? Podría ser importante, pero yo no pude prestar atención.
La noticia ciertamente era una de las peores de la historia del noticiario de mi vida, pero eso ya daba igual. Colgué el teléfono, fui a mi cuarto y abrí el armario. Volví a coger la armadura que llevaba guardada desde hace casi seis años y me la puse una vez más. Aquí empezaba otra batalla y su final era tan incierto como la vida misma. Esta vez será más dura, así que tendré que hacerme con un buen escudo y una lanza afilada. Mejor dejo la catapulta en casa por si me da un arrebato de locura y me lanzo yo mismo al vacío desde ella.
Así de rápido fue...en cuestión de segundos me vi en el campo de batalla sin haberme buscado ningún enemigo, pero ahí estaba yo. Lástima que en la guerra no sirve de nada utilizar raquetas, porque igual tendría posibilidades de ganarla. En cuanto a la lucha no sé todavía si ganará el más fuerte, el más listo, el que tenga más contactos o el que vaya más protegido. Necesito una lección rápida e intensiva. Sea como fuere, estaré preparado. Empieza la batalla...

viernes, 2 de octubre de 2009

BABIES, BABIES, BABIES


Nunca me han gustado los niños. No podría decir por qué, pero desde que era pequeño les tengo un respeto enorme. Tanto que cuanto más lejos mejor. Los bebés y los más pequeñajos son los que menos me gustan. No entiendo de dónde viene esta "indiferencia" que siento, pero no me hacen gracia los críos, no me apetece tener ninguno y no me siento cómodo delante de ellos. Es como una amenaza o algo así.
Los niños no dejan dormir, son inquietos, rebeldes, crueles... Cuando se va con ellos a algún sitio siempre hacen ruido, chillan, no dejan a sus padres hacer nada, hay que estar pendiente de ellos cada segundo, hacen pasar vergüenza de vez en cuando.
Debo admitir que cuando empecé a dar clases de inglés y de alemán les cogí un poco menos de miedo y algo más de "afinidad" (pero muy poca). Desde los cinco años puedo soportarlos medianamente. Los prefiero preguntones y curiosos, pero tranquilitos y quietitos (un poco difícil viniendo de un niño). Ellos en su sitio y yo en el mío.
Después de tener a mi sobrino tampoco es que me apasionen demasiado. Espero que mi hermana no me lo tenga en cuenta, pero no es para mí. Aún no tiene dos años. Al menos en casa siempre se ha sabido que a mí los niños "plín", ni me van ni me vienen. Si tengo que cuidar a mí sobrinos pues encantado me quedo, pero intento disimular porque me aterroriza la idea...
Espero que cuando cumpla 4 o 5 añitos nos llevemos mejor y lo saque de paseo de vez en cuando. Igual le doy clases de tenis también, quién sabe.
Con el paso de los años he conocido bastantes personas que no quieren tener hijos, pero nunca he tratado con alguien que sienta lo mismo que yo. Es algo que no puedo controlar y se me va de las manos. Quizás algún día me salga el instinto paternal y adopte uno, pero de momento me mantendré alejado de las guarderías y los colegios.

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE