martes, 15 de septiembre de 2015

ROMPESUELAS 2015

Y yo soñaba con un Rompesuelas libre, feliz y a salvo; con su pelaje negro brillante pastando por el campo. Soñaba quizás que se libraba de su muerte anunciada, de su cruel destino. Soñaba que un pueblo llamado Tordesillas recapacitase a tiempo en unas horas y encontrase respeto hacia los animales, amor a la naturaleza, ética y moral donde nunca la ha habido. Soñaba con no tener que ver las fotos de su muerte, de su destrozo, de su derramamiento de sangre. Soñaba con evitar el rojo de su sangre haciendo un caminito que se desvanecía hasta que el cobarde más grande de aquel pueblo terminaba con el último de sus alientos. Soñaba con que más de 100000 personas en una manifestación pacífica a viva voz fueran suficientes para cambiar el curso de la historia. Soñaba también que las personas encadenadas pudieran salvar al pobre toro de la muerte, y también que los activistas heridos consiguieran una victoria para los amantes de los animales.
Yo soñaba, quizás, que la educación y la cultura invadiera las mentes obtusas de todos aquellos que van a ver un asesinato en directo y que se creen con el derecho y la potestad de acabar con un animal de más de 500 kilos. Soñaba con que un alcalde, un gerente, un concejal, una presentadora, un periodista o un dios salido de cualquier película pudiera parar la barbarie que mancha nuestro país. Soñaba también que 120000 firmas en contra del toro de la vega fueran suficientes para detener esta injusticia, o que una encuesta favorable con mayoría absoluta pudiera hacer lo imposible. Soñaba quizás con los 100 cantantes que se ofrecieron a tocar de forma gratuita a cambio de la vida del toro, soñaba con el vídeo de los famosos rompiendo lanzas, con varios activistas de otros países luchando juntos para terminar con esta barbarie. Soñaba tantas cosas y a la vez tan pocas...
Soñaba que Mariló Montero no fuera tan cínica, que la policía en Tordesillas fuera más humana, que las personas que allí viven no ocultaran la realidad que allí se vive, el asesinato de un ser vivo de forma cobarde y cruel. Soñaba que los garrulos que viven en ese pueblucho miserable entendieran que los seres vivos tienen sentimientos y sufren. Soñaba no tener que escuchar en la televisión que alguien diga que los toros nacen para morir, que no hay nada que hacer con ellos, que no sufren cuando llega el día de su ejecución. Soñaba con un mínimo de lógica y raciocinio de ciertas personas que finalmente no lo tuvieron. Soñaba con no tener que ver las imágenes de Rompesuelas desangrándose y agonizando en el suelo sin poder ver una mirada amiga que le diese una digna despedida. Soñaba con poder parar toda esta crueldad de una vez por todas.
Soñaba con no tener que llorar en un baño público, o en el coche, o en la ducha. Soñé con no pasarme todo el día con tristeza que no puedo expresar o contar, tristeza compartida, pero a la vez no consolada o comprendida. Soñaba con una victoria que sería el inicio de muchas otras que son justas, merecidas y honestas. Los que me conocen saben que no sueño con ganar la lotería, casarme y tener hijos, no tener que trabajar nunca más o cosas por el estilo. Yo sueño con libertad para los animales, con un mundo más justo, con que la vida siga su curso, con historias que deberían estar zanjadas en un siglo XXI que a mí se me antoja retorcido y loco y en el que no quiero ser partícipe. Sueño con una España sin Tordesillas, sin tauromaquias, sin incultos matando animales inocentes mientras alardean de todos los argumentos que no poseen y de cómo tienen el poder para hacer lo que quieran porque la ley los ampara.
Soñé tan alto, tan grande y tan fuerte que justo así es como ha sido mi caída. Al final desperté de tan fuerte golpe y descubrí que todo había ocurrido una vez más, un año más. Tordesillas seguía convirtiéndose en el único lugar del mundo que odio, y en el que no quiero estar y al que nunca iré a no ser para defender lo que creo justo. Miles de personas asistían al asesinato de Rompesuelas; veían cómo corría varios kilómetros exhausto mientras lanceros cobardes lo mataban poco a poco a traición. Los locales del lugar, tan respetuosos como siempre intentaron que el toro atacase a los activistas que estaban encadenados para llevarlos a la muerte a ellos también. También se encargaron de herir y golpear a periodistas que filmaban su tan orgulloso "evento", de intentar robar cámaras ocultas y material fotográfico o filmado que demostrase lo que ocurre cada año en este lugar ensangrentado. A Rompesuelas le cortaron el rabo antes de morir, le arrancaron los testículos antes de morir, sobrepasó la zona permitida casi llegando a la autovía donde un cobarde le dio el golpe de gracia. Desangrándose durante todo el camino y debilitándose hasta no poder más...Rompesuelas aguantó 20 minutos. Esta gente espera todo un año para pasarse unos 20 minutos torturando un animal de la manera que lo hacen, a sabiendas que no es correcto, que no es humano, que no está bien. Y lo peor de todo: que muchos que lo ven no intentan impedirlo.
Y yo los maldigo a todos: a los que asisten a ese evento, a los que tienen el poder de pararlo y no lo hacen, a los que están a favor de la tortura animal, a los que no lo están, pero no se manifiestan pudiendo hacerlo, a todos los que permiten que este tipo de atrocidades ocurran en un país desarrollado como España que tiene la fama de ser no otra cosa que cruel y sangriento con los animales. Maldigo las fiestas de ese maldito lugar, maldigo que no haya habido ningún otro herido que el toro y que no se haya llevado por delante a alguno de los desgraciados que fue apagando su llama. Maldigo a los criadores que van por las televisiones jactándose de lo bien que tratan a los animales para luego venderlos a una muerte segura. Yo maldigo a los que se ceban con los debates entre animalistas y asesinos e invito a todas las personas a no visitar nunca un lugar llamado Tordesillas. Los invito a no consumir ningún alimento que proceda de esas tierras sucias y ensangrentadas, a no hablar con sus gentes, a no entrar en sus juegos sucios a no darles absolutamente nada más que la fama que tiene: un pueblo de gente inhumana, sangrienta y estancada en un siglo anterior al siglo I. Invito a ignorar a los cobardes que viven allí y que sabiendo que no es justo lo que hacen no salgan a la calle a luchar por ello. Invito a desterrar este sitio llamado Tordesillas a una dimensión paralela en la que no tengan acceso a nada que no sea el olvido más absoluto que haya existido jamás.
Yo te maldigo Tordesillas.


EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE