Si tomamos un huevo de gallina en nuestras manos veremos que tiene un código alfanumérico dibujado o pintado en su cáscara. Probablemente muchos de nosotros ni siquiera nos hayamos dado cuenta, pero tiene información muy importante. El primer dígito de la izquierda nos indica qué tipo de huevo es (hay cuatro tipos: 0, 1, 2 y 3), las siguientes dos letras reflejan el país de procedencia (los españoles ponen ES) dentro de la Unión Europea. Los siguientes números también tienen su identificación. Los dos de la izquierda (junto a las letras del país) son de la provincia de la que provienen los huevos, los tres siguientes son del municipio, y el resto indica de qué granja viene el huevo. En ocasiones pueden contener alguna letra al final que haga referencia al grupo de gallinas al que pertenece dentro de la misma granja. Esto es una forma de tener ubicada la procedencia de cada huevo que consumimos, lo triste viene a continuación.
Como dije anteriormente, el primer número del código hace referencia al tipo de huevo y gallina del que procede. Se ha hecho esta división dependiendo de los cuidados de la gallina, las condiciones en las que se pone el huevo, el tipo de alimentación, etc. De esta forma sabremos qué estamos consumiendo y qué ha ocurrido antes de que el huevo llegase al establecimiento en el que lo hemos comprado. Estos son los tipos de huevos:
-Tipo 0 (HUEVO ECOLÓGICO): Se trata de huevos que han sido puestos por “gallinas felices”. Para que las gallinas pongan huevos ecológicos han de ser criadas en libertad, en zonas amplias y tranquilas. El 80% de su alimentación ha de ser ecológica con pienso ecológico, sin pesticidas, transgénicos, etc. Únicamente se utilizan antibióticos en ellas para llevar un control de calidad y unas condiciones de higiene y seguridad óptimas.
-Tipo 1 (HUEVO CAMPERO): Estas gallinas son alimentadas con pienso tradicional y viven en naves, pero con acceso al aire libre. Tienen tierra en la que pisar y al menos disponen de 4 metros cuadrados por gallina.
-Tipo 2 (HUEVOS DE GALLINA CRIADA EN SUELO): Son gallinas criadas dentro de naves gigantes en las que puede haber perfectamente hasta 12 o más gallinas por metro cuadrado. Su alimentación está descontrolada totalmente y en épocas calurosas mueren asfixiadas. Viven totalmente masificadas y descuidadas.
-Tipo 3 (HUEVOS DE GALLINA CRIADA EN JAULA): Son gallinas que vienen en jaulas más pequeñas que un folio. Su objetivo es poner huevos a toda costa y el máximo posible. Para ello tienen un foco sobre su cabeza constantemente que les termina por quemar las plumas de la cabeza. Estas gallinas no ven la luz del sol jamás y nunca son sacadas de sus jaulas a no ser que mueran por las condiciones en las que malviven. Se les corta el pico y se les mutila para que no se piquen debido al estrés con el que viven y con frecuencia, si no ponen un número determinado de huevos, sufren descargas eléctricas por parte de sus dueños para que pongan huevos más rápidamente. Tienen heridas en las patas por el daño que se hacen al intentar moverse en la jaula. Estas gallinas viven una media de tres meses, ya que al no descansar finalmente mueren exhaustas.
Apostaría a que el 95% de las personas que han leído esto tienen en sus neveras huevos del tipo 3. Esto precisamente es lo que hay que evitar, que se juegue con los animales y con nuestra alimentación de esta forma, que se nos engañe tan mezquinamente. Hay que evitar comprar huevos de tipo 3 y 2 para que cesen estas atrocidades de una vez. Comprándolos lo único que hacemos es fomentar su explotación y que al bajar su precio sigan cometiendo crímenes en las granjas. La solución es comprar huevos ecológicos o camperos. Actualmente Mercadona trae huevos camperos (tipo 1) y otras grandes superficies y centros comerciales como Alcampo o Carrefour también los tienen. Es cierto que son un poco más caros, pero la diferencia no es excesiva y vale la pena el esfuerzo.
Los huevos tipo 0 son más complicados de conseguir en España, pero se encuentran fácilmente en herbolarios y centros donde se venda comida ecológica o naturista. Si todos comenzamos a consumir huevos de tipo 0 y tipo 1 acabaremos ganando la batalla y mejorando las condiciones de nuestras gallinas. No sólo los “granjeros” (por llamarlos de alguna forma) se verán obligados a mejorar las condiciones de sus granjas y establos, sino que poco a poco irá bajando el precio de los huevos ecológicos y camperos para que todos podamos acceder a ellos. No hay que ser cómplice de semejante barbarie y este pequeño cambio en nuestra vida no afecta a nadie y nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos. Yo lo tengo muy claro, y espero que a partir de ahora ustedes también.
Si necesitan más información o contrastar opiniones en internet hay muchas páginas que tratan la temática. Incluso en los grandes supermercados, en las zonas de los huevos podemos ver unos carteles que explican qué tipos de huevo hay y su clasificación. Eso sí, no esperen encontrar toda la información del maltrato a las gallinas en dichos carteles porque los empresarios de estas grandes superficies no van a arriesgar su negocio por contar la verdad. Tan sólo ponen la clasificación básica que les es requerida y poco más. Igualmente, empezar a cambiar el mundo se consigue modificando pequeñas cosas que a su vez son grandes para algunos de nosotros. Ya no se trata de ser buena o mala persona, se trata de ser humano, lógico, y consecuente. Si queremos un mundo mejor, no hay mejor forma de empezar a cambiarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario