viernes, 28 de mayo de 2010

EL HOMBRE DEL BAOBAB

Un puñado de días fueron suficientes para terminar la última joya de David Cantero. Había dejado el listón muy alto con Amantea, pero finalmente se superó a sí mismo. Acabé espectacularizado, ansioso de volver a releerlo, a disfrutarlo, de empezar de nuevo la lectura por si se me quedó atrás algún pequeño detalle. Ciertamente me ha fascinado de verdad.
Su padre, esté donde esté, estará muy orgulloso de la obra que lleva su esencia desde el principio hasta el final. No importan los años que haya llevado coger el lápiz y volver a soltarlo, el resultado ha merecido la pena con creces. África también es mi continente favorito. El gran olvidado y desgraciado del planeta, pero sin duda el más fascinante. Aún recuerdo cuando fui a visitar aquel enorme baobab que permanecía escondido en medio del bosque esperando ser visitado. A partir de ahora podré soñar con vivirlo, apreciarlo, acariciarlo entre ronquidos hasta despertar con una sonrisa de oreja a oreja.
Todo fue perfecto, insólito, fascinante. Nadia, Luis, Dani, Adrián...a cual más entrañable. Me enamoré de todos a la vez, de sus pensamientos, de sus actos, de sus vidas paralelas y cruzadas, de sus líneas entrelazadas en el tiempo. El paso de los años y su sabiduría. Impensable, pero me siento más feliz que ayer. Una gran satisfacción de lectura totalmente recomendable a todo tipo de público.
David nuevamente me ha tocado el corazón, me ha domado el alma y me ha llevado a una aventura tan insospechada que ni leyendo la contraportada o cualquier sinopsis se podría imaginar. Me fue imposible leerlo, tuve que devorarlo con la mirada, sentir sus páginas con las yemas de los dedos. Pensar en retomarlo mientras estaba ocupado en otras cosas, como si fuera una obligación impuesta por mi mente.
Esas frases que me llegaron tan adentro, esa forma de redactar que siento mía propia. Todas esas perspectivas que yo alguna vez he vivido bajo mi piel...impresas en un libro. ¿Qué será ahora de este devorador de libros que busca impaciente una novela a la misma altura? ¿Cuánto tiempo tendré que esperar a que llegue una nueva entrega de Cantero? De momento me conformaré con releer una y otra vez la historia del hombre del baobab, sin duda mi árbol predilecto.


miércoles, 26 de mayo de 2010

CUESTIÓN DE OPORTUNIDADES

¿Qué cabe en una oportunidad? Como mínimo la opción a demostrar que se merece haber tenido esa oportunidad... Aunque en mi mundo las cosas funcionan de otra manera. En mi mundo las oportunidades se mandan por mensaje citando a un día y hora muy específico. Si se estará fuera del país en ese momento...adiós oportunidad. No importan las razones, motivos, o ganas que se tengan...la oportunidad se desvanece.
Incluso cuando se ha trabajado muy duro para conseguirla, incluso si se es la persona más cualificada o competente del planeta. Si se tratara de vínculos o contactos, probablemente otro gallo cantaría. Las oportunidades se moldean o modifican según el número de "cables" que se tengan. Ni pena ni rabia...más bien justicia.
Saco la balanza y empiezo a pesar oportunidades. Una entrevista muy importante que podría o no dar un paso más hacia un trabajo deseado muy a la larga (hablamos de meses incluso años) siempre después de haber pasado un curso formativo de nueve meses. O un viaje de 17 días que está prácticamente pagado y organizado hace meses y que comenzará en menos de una semana.
Sinceramente no puedo aventurarme a dejar el viaje por una oportunidad que no certifica absolutamente nada. Si me quedo, pierdo dinero, tiempo y comederas de cabeza. Si voy pierdo una interrogación en el aire de lo que pudo ser y no fue. Podría vivir con ello, pero es una putada.
La vida se basa en esas pequeñas cosas que van saliendo de los matorrales. La ley de Murphy una vez más me demuestra que me odia con toda su rabia y ya no se trata de aparcar cinco calles por debajo de mi casa y al llegar tener un sitio libre en la puerta...Murphy ha decidido ir a dimensiones insospechadas para amargarme la existencia.
Finalmente tendré que darle la razón al señor Murphy en sus continuos intentos de destrucción de mi persona, pero nunca jamás podrá vencerme. Aunque me encuentre falto de oportunidades, sin ningún tipo de opción y con el ánimo por los suelos...sé que puedo vencerle y ganarle ese pulso eterno que iniciamos hace muchos años. Lo sé, si limpio el polvo...ensucio el paño. Todo no se puede tener...

martes, 25 de mayo de 2010

MENSAJE EN UNA BOTELLA


Hoy decidí revelar el mayor de mis secretos. Me pesaba demasiado en el pecho y finalmente se me escapó por la comisura de los labios. Era demasiado fuerte para un alma débil como la mía. Ni siquiera mi mente pudo combatirlo. Un trozo de papel bastó para plasmarlo en tan sólo unos segundos. La caja de Pandora resumida en unas pocas frases. Un arma de doble filo capaz de destruir una vida humana.
Enrollé el papel y lo introduje en una botella de cristal. Corcho en mano tapando la botella mientras escuchaba un pequeño susurro que decía algo incomprensible. Imagino que serían las últimas palabras del secreto antes de morir en el dióxido de carbono.
Me subí a la roca más alta del acantilado y lancé la botella con todas mis fuerzas. Mis esperanzas de seguir con vida dependían de un frágil cristal y un puñado de olas a la espuma. Me imaginaba cómo un barco pirata veía mi secreto a babor, lo capturaba, lo leía y luego lo ahogaba en un vaso de ron. Lanzando palabras de desagrado o desentendimiento al aire dirigidas a su desesperado autor.
También pude ver cómo mi botella terminaba rodeada de un banco de peces capturados con una red. Los pescadores no dudarían en lanzarla de nuevo al agua sin siquiera descorchar o incluso acabaría en una bolsa de basura llena de cabezas y colas de atunes. No más triste que el final que me espera.
Quizá las olas jugando lanzaran mi botella contra una piedra desintegrando mi secreto para siempre. Haciendo que nada ni nadie lea jamás la mala espina que me azota. La tinta se separaría de inmediato formando un todo con el mar, mientras que el papel acabaría por desintegrarse con el poder de la sal. Como si escocieran mis heridas...como en un plato de papas fritas, demasiado saladas para siquiera probarlas.
Una parte de mí quiere pensar que mi botella acabó a orillas de una playa lejana. Una persona en el otro lado del mundo la descorchó y liberó mi secreto en forma de lamento. Sintió tan profundo mi mensaje que no pudo resistirlo. De inmediato cogió lápiz, papel y empezó a escribir a aquel remitente desesperado que vivía un sinvivir en el silencio, con la oscuridad, desde el olvido....finalmente rompió el papel y decidió coger un avión hacia aquella lejana dirección. Sabía perfectamente que un abrazo sería suficiente, ya que no existen palabras que puedan consolar un alma desolada.

miércoles, 19 de mayo de 2010

LEY 24

"SI TODO LO QUE TIENE ES UN MARTILLO,
CUALQUIER COSA QUE VEA LE PARECERÁ UN CLAVO".

UNTIL THE WELL RUNS DRY...


Sigo añadiendo a mi diario todas esas iniciativas fallidas que voy proponiendo. Escribo por enésima vez que no volveré a implicarme tanto, que no volveré a comprometerme de nuevo. El final es siempre el mismo: mi ipod y yo debajo de la lluvia esperando. A veces llegan tarde, pero llegan y otras ni aparecen. Excusas inverosímiles que hace tiempo dejé de creerme, pero siempre en el último momento.
Ojala pudiera mandar en la mente para cambiar los papeles en esta película eterna que me deja de antagonista solterón sin premio ni traje de gala. Infravalorarse sigue estando de moda en mi vida, pero me gustaría saborear el fruto de la victoria alguna que otra vez. Le pongo ganas, garra, fuerza de voluntad para que al final se vuelva en contra.
Las cosas buenas cuando fallan y vuelven no son como un boomerang. Son como un viento huracanado que arrasa todo a su paso. Me deja desnudo ante los elementos mientras todos miran mi reacción. Ciertamente no soy de los de correr huyendo como un loco, así que acabo cabizbajo una vez más.
Abro la nevera, cojo la leche y lleno un tazón con cereales, dignidad y cordura. Me lo tomo lo más rápido que pueda para que haga efecto lo antes posible y volver a la normalidad sin sorpresas añadidas. Hojeo mi diario para darme cuenta que sigue lleno de borrones que ni yo mismo descifro. Lo dejo en la gaveta durante una semana más para no tener que llenarlo con batallas perdidas y tiempo malgastado.
Guardo mi lanza sin afilar y mi escudo agrietado y dejo la lucha para cualquier otro momento. Decido que no va en mí levantar los brazos y rendirme, pero me abandono a la suerte del destino, en la que nunca he creído. Vuelvo a prometerme no dar de forma gratuita ni a meterme en aguas movedizas de las que no he aprendido a salir todavía. Al final miro hacia arriba, veo una estrella fugaz a toda velocidad y me tiro de cabeza hacia el pozo. El agua parece marrón..."vaya, vuelvo a encontrarme aquí abajo de nuevo".

DIVERSIDAD

Y me pregunto yo, ¿por qué hay que demostrar a nadie lo que somos? No es necesario esperar a que sea el día mundial contra la homofobia para salir a una plaza a darse besos "homosexuales". Tampoco es necesario llenar las calles de Madrid con carrozas llenas de maricas y marimachas exageradas para demostrar lo lejos que se ha llegado. El camino se hace andando y no dando importancia a lo que no lo tiene.
Poco se puede hacer para cambiar la opinión de ciertos retrógrados que siguen viviendo en el siglo XIX dentro de sus mentes. Ni ellos, ni el peso de la ley podrá destruir quiénes somos y por qué estamos aquí, porque por mucho cuerpo prisionero que haya...el alma siempre será libre. No libre de liberada o de libertad, libre de no hay barreras ni límites. Nunca nadie podrá luchar contra un alma libre, porque desde las mentes y los cuerpos sale volando a cualquier otro lugar.
Siempre se puede empezar de nuevo. No es necesario combatir siempre y cuando se pueda seguir avanzando. Cada día, cada mes, no solamente una vez al año, sino durante todo el año. La homosexualidad está en la familia, en la vida, en todos los colectivos, en cada profesión, en las aulas, en las empresas, en las oficinas, en las azoteas, en las plazas, en las colas de los bancos, en las panaderías.
La homosexualidad es tan imparable como la propia madre naturaleza. No importa si hoy en Bangladesh se penaliza con pena de muerte, mañana explotará por derecho como ha hecho en el resto del planeta. Shakespeare convivía con gays, Virginia Woolf convivía con lesbianas y ni Franco ni Hitler pudieron hacer nada para evitarlo. No se trata de una religión ni de una elección, es más que un instinto humano, es el todo de una persona.
No se tiene por qué comentar, ni explicar, ni justificar. Lo que se es, es porque existe y ha estado aquí siempre. Nunca se ha ido. No hace falta sacarlo a pasear porque va en el interior de cada uno. Si el alma es libre, solamente nosotros podemos hacer que nuestro cuerpo y nuestra voz también sean libres para siempre. Los 365 días del año, y el 29 de febrero del bisiesto...no es lo que hay, es lo que es.

martes, 18 de mayo de 2010

ALGUNA VEZ...

Algunas noches la nostalgia se sienta a mi lado sin avisar. Extraño cómo me hace sentir cada vez más pequeño hasta que parece que no puedo alcanzar a tocar nada. Abro mi mochila mientras descubro que sigo conservando todos esos recuerdos que no debería, pero ahí están...oscuros y escondidos aunque tan visibles para mí como el mismo cielo. De repente todo me parece una pérdida de tiempo y un yunque es una bocanada de aire si la comparo al pasado.
Entonces parece que tengo pedir perdón cada vez que quiero dan un paso hacia delante y cuando me despierto descubro que he dado tres hacia detrás. Me tumbo en la cama para conciliar el sueño, pero se convierte en toda una guerra contra Morfeo, que no me quiere en su vida. Mi cabeza sigue haciendo de las suyas y me deja causando estragos. Llego a la conclusión que no soy más que un perdedor y me tapo con las sábanas hasta la coronilla para que nadie me encuentre.
Fantasmas del pasado me atacan para demostrarme que mi debilidad no viene de una mala alimentación, sino de una vida llena de vacíos inmensos e interminables que me van desnudando las entrañas. Finalmente la monotonía hace que me rinda a sus pies y sin llorar me dedico a arrancarme una a una las pocas buenas vibraciones que quedaban en mi alma. El teléfono dejó de sonar...para siempre...jamás...

viernes, 14 de mayo de 2010

LEAVING TODAY


Porque este mundo se me antoja desagradecido con toda su gente y sus vueltas eternas e infinitas. No quiero vivir en este podrido lugar donde los que no tienen, no son. Los que tienen pueden y los demás aguantan, y si no aguantan, se deben marchar. Un mundo en el que lo que no se quiere se mata. Se echa a la calle y se rechaza. Los perros abandonados nunca son de raza y las calles están llenas de gatos que ahora se llaman plaga en vez de felinos.
Un mundo materialista que antepone la moda a la cultura y la supremacía a la supervivencia. La ayuda no es gratuita y el que más tiene, más quiere. El oxígeno se paga a precio de oro y por suspirar hay que dar explicaciones. Un lugar que ya no comprendo ni comparto, en el que no queda bondad ni buen hacer. Los vagabundos son prácticamente vetados de la sociedad y las ONGs o se quedan el dinero, o se mantienen en el aire como algo inalcanzable, ya que nadie se detiene a escucharlas.
No se sabe lo que está bien y lo que está mal. Lo correcto no parece serlo en absoluto y los errores se pagan con sangre. Ni Leonardo Dicaprio consigue un trabajo decente, lo vemos en los semáforos limpiando cristales o vendiendo pañuelos. El físico prevalece a la inteligencia y nos damos cuenta que tan sólo estamos rodeados de un puñado de gilipollas sin corazón que nos pretenden manejar como míseros muñecos de trapo.
El dolor se sufre en solitario, se padece en la más oscura soledad. Nacemos solos, morimos solos. Las vidas se llenan de suciedad, enfermedades, pudor. Palabras feas se vuelven ciertas, colores sombríos resaltan las carreteras que ya nadie transita por miedo a que les apedreen. Que se detenga este maldito planeta que me bajo en este mismo instante. Y los demás que aguanten....

jueves, 13 de mayo de 2010

MI ADMIRACIÓN....

....Para los que aman de forma obsesiva, que envían millones de rosas intactas, puras, que piensan que no se marchitarán. Tocan al timbre nueve veces por si acaso no se escuchó alto y claro, por si la música estaba a todo volumen. Llaman por teléfono cien mil veces para asegurarse que llega el interés por la red. Porque la normalidad tan sólo reside en los límites del propio ser humano. Se sitúa en el horizonte de cada persona de forma personal. Si se cruza la línea se es osado, si se da la vuelta se es cobarde.
...Para los que asesinan sin arma, limpian la sangre y se van a empezar desde cero. Sin pudor que sude por su piel ni remordimientos que pesen en el futuro. Vuelven a casa a tomarse un gran tazón de cereales mientras ven cualquier canal en la televisión que no diga nada. Mente en blanco después de acabar con una vida por no querer ser compartida, por acabar con la chispa que llevaba y todos envidiaban. Si no tiene dueño se acaba con ella, con palabras que cortan como sables...dejando un cuerpo con heridas incompatibles con la existencia.
...Para los que no toman en serio cada paso del camino, del proceso, del sendero. Ni se preocupan de los susurros en forma de opinión que salen de forma gratuita por bocas envenenadas con mentiras. Dominando la retórica de forma infalible y convirtiéndola en manipulación pura y dura. Se aprovechan de las confesiones de colchón, de los secretos bajo la ducha y de las oraciones que nacen de un enfado puntual. Olvidan que todos por igual son seres humanos que sienten y padecen, que gritan cuando les duele, se olvidan de su pasado, pasan a prisa por su presente para lanzar bombas en los futuros.
...Para los que adoran los envoltorios de cada caramelo llamativo que rueda por la calle. Lo abren, lo prueban, lo muerden y saborean hasta que se sacian y lo tiran a la basura más olvidable del planeta. Sin opción a reciclar, a una segunda oportunidad. Nunca sabrán que el zumo de kiwi es verde o los sentimientos ocultos que guarda un poema. No entienden la pobreza, se ríen de la vergüenza ajena y corren cuando no saben actuar. Admiración por ellos mismos, porque su sangre no es azul, sino malva.

miércoles, 12 de mayo de 2010

THE WORLD


Al mirar esa pared donde descansa el mapa mundi me doy cuenta de lo extenso que es este planeta. Me da miedo no poder recorrer cada recoveco, no ser capaz de visitar cada pequeña isla o punto con nombre extraño que encuentro. Con mis dedos acaricio cada uno de los países y me imagino paseando por esas calles abandonadas, por los caminos desolados sin tránsito y viendo todos esos sitios que jamás volveré a visitar.
Me pregunto si finalmente acabaré cambiando mi residencia a algún lugar lejano en el que se hable otro idioma que no es el mío y en el que sienta que podría ser mi hogar temporal. Realmente no sé adonde pertenezco, y probablemente sea una respuesta que no encuentra jamás, pero me encantaría irme a vivir a cualquier otro lugar.
Ya me veo instalándome en algún país aún sin decidir e inspeccionando cada uno de sus rincones. Entonces me viene a la mente Blackpool y Graz, esos sitios que formaron parte de mi vida durante algunos meses y en los que puedo confirmar que fui plenamente feliz. Cierto que mi gente estaba lejos, pero siempre he pensado que la distancia no es una separación, sino un reencuentro próximo. Querer es poder.
Sentado en el sillón siento nostalgia cuando miro a esa pared. Con tres viajes planeados no me basta y me empeño en establecer una sede para mi vida en cualquier otro lugar. Planeo mi futuro con los pies apoyados en la silla, sin saber si formaré parte de Europa o pasaré primero por América o Asia. Nunca me ha dado miedo la extensión del mundo ni las horas que puedo pasar en un avión.
Porque más de una veintena de países no son suficientes para este alma aventurera y las ciudades se me van quedando grabadas a fuego en la memoria en busca de nuevos destinos. El dinero se convierte en impedimento temporal mientras sigo buscando mi lugar en este globo terráqueo que nunca deja de sorprenderme. ¿Acaso habrá alguien esperándome ya en algún otro lugar singular?

lunes, 10 de mayo de 2010

LEY 23

"LA VIDA SÓLO SE COMPRENDE MIRANDO HACIA ATRÁS. SIN EMBARGO DEBE VIVIRSE HACIA DELANTE".

DESEOS SEMI-INCONFESABLES


-Perdoné al mismísimo Lucifer personificado.
-Caí, recaí y volví a caer en la misma trampa una y mil veces.
-Me engañaron, engañé, mentí, me mintieron...el juego del amor.
-No debí pero lo dije, y luego no me arrepentí.
-Hice la vista gorda a lo más importante. Di la espalda a grandes problemas que no estaba en mi mano solucionar...y no me importó.
-Perdí el interés tras una traición en silencio. No volví a llamar, me limité a responder lo que me preguntaban.
-Dije "te quiero" más de la cuenta. Veces que no sentía, otras tantas que no entendía su significado, demasiadas que no sabía por qué lo hacía.
-Perdí cuando quería ganar por encima de todo, gané las batallas que di por perdidas y nunca en mi vida he sabido empatar a ningún juego.
-Vencí a los demonios, engañé a los ángeles, me junté con muebles más inertes que un puñado de arena y llegué a ser alguien que no soy.
-Nunca he besado a un extraño que no conociera. Nunca ha habido polvos "de una noche". Nunca he ligado cuando he salido de fiesta.
-Me he tomado más copas de la cuenta para "olvidar" lo que volvería a mi cabeza la mañana siguiente.
-He dado mucho más de lo que recibí en infinitas ocasiones y simplemente me he limitado a no decir nada. Dicen que el silencio es oro, para mí fue barro.
-Quise y no pude, pude y no quise. A tiempo erróneo...lugar exacto.
-Mis despedidas nunca fueron buenas.
-Hace tiempo que no lloro...o bien he evolucionado a otro nivel emocional, o bien mi lacrimal ha dejado de funcionar...¿seré una roca?

miércoles, 5 de mayo de 2010

RAEF...

Sí, también tengo miedo. Me gustaría pensar que no, pero no puedo. Me dan miedo las cosas que me asustan, que me preocupan, que me inquietan. No soy de los que temen perder, porque a mis 26 años he perdido muchas batallas. Sin embargo siento miedo. Me aterra pensar que me quedaré solo algún día, y aunque a veces me apetezca no hablar...miento si digo que me gusta la soledad.
Mis miedos son marrones oscuros, sin luz, opacos. Me llevan hasta el límite de mis fuerzas, y en esa frontera no me quedan armas. Mi cuerpo desnudo ya no es nada, no sirve de nada. Tengo miedo a perder la compostura, a no saber mantenerme firme. Aunque hoy especialmente le temo a la vida. A esa misma que siempre he adorado por encima de todo...le tengo miedo. Me asustan sus finales, sus trucos, sus secretos. Y no quiero dejarme vencer, pero hoy no tengo otro remedio...abandono.

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE