jueves, 31 de julio de 2014

lunes, 28 de julio de 2014

02:04

"EN LA RULETA DE LA MUERTE TODOS TENEMOS UN BOLETO".

ESE TAN TEMIDO "TE QUIERO"

Este planeta, tal y como lo conocemos, puede ser dividido de muchas formas diferentes. Hoy, yo lo divido en dos grupos: las personas que dicen "te quiero" y las que no lo dicen ni en el corredor de la muerte. En el primer grupo podemos incluir a las personas sinceras, viscerales, impulsivas, verdaderas, auténticas, románticas, naturales, pasionales o apasionadas y otro sinfín de palabros. El segundo grupo aun sigue bajo construcción. ¿Qué motivos pueden llevar a alguien por el camino del silencio? ¿Por qué no decir "te quiero" si realmente lo sentimos? ¿Qué clase de personas podemos encontrar dentro de este grupo? Se me ocurren muchos adjetivos (tarados, insensibles, cobardes, cómodos...) pero prefiero mantenerme al margen de mi análisis y no decir ninguno. 
Llamémoslo "retraso emocional", "cobardía innata", "miedo escénico", "ignorancia sentimental"... pero está claro que cuando el amor se siente, pero no fluye por ninguno de los sentidos que tiene el ser humano seguramente nos encontremos ante un problema. ¿Será una pandemia del siglo XXI? ¿Será la excusa de las exparejas que los convierte en marionetas sin voz? ¿Será el miedo a creer que la otra persona nos llevará al altar en las próximas horas? Ya yo me encargo de tranquilizarlos a todos diciendo que no, decir "te quiero" cuando verdaderamente se siente no trae ninguna consecuencia mortal, adictiva o con efectos secundarios crónicos. No olvidemos la versión cutre del "te quiero" que siempre será el "yo también". Cuando no somos capaces de decir un miserable "yo también" entonces sí que necesitamos ayuda celestial, bendita o psicológica. Quiero pensar que todos sabemos conjugar el verbo querer, o por lo menos nos sabemos la segunda persona del singular y su correspondiente forma reflexiva (clases de lengua hemos dado todos, ¿no?). 
Pongámonos en situación: Velada romántica con alguien a quien amamos, todo tan perfecto que solamente podría ir mejor si nos dicen que nos quieren y de repente la otra persona pronuncia las palabras mágicas "te quiero", y nosotros respondemos con nuestro silencio. ¿Qué pasó? Quizás hubo una regresión a la era paleolítica en la que no tuvimos desarrollado el aparato fonador, o quizás nos acordamos que dejamos el caldero al fuego y que probablemente se nos haya quemado el almuerzo del día siguiente. ¿Qué posible motivo podría haber para no devolver las palabras mágicas? Partimos del punto del que las sentimos y del que la persona que está con nosotros es con la que queremos estar y a la que queremos decir te quiero. 
Si llevamos el dilema al ámbito amistoso igual es incluso peor. Yo habré dicho te quiero a más de 20 amigos en mi vida y ni me ha comido la lengua un dinosaurio, ni me ha dado un ACV en medio de la calle, ni me han puesto una querella en ningún programa de televisión. Decir te quiero es tan natural como decir pásame la sal, y es mucho más sano y hace el día de muchas personas. Deporte nacional infravalorado...muchos deberían practicarlo. Ni es una traba cultural, ni un problema cerebral, ni un compromiso postmortum, y estoy seguro que casi todas las personas de este planeta (que no somos pocos) saben decirlo en al menos 3 idiomas. ¿Entonces? ¿Por qué no empezar a hacerlo desde hoy?
Yo, desde este pequeño huequito invito a todos esos mudos, ineptos, tarados, sosos, insensibles y ridículos que no se atreven a decirlo y que nos cuenten por qué no lo hacen y qué fuerza sobrehumana les impide dar el paso. Si para todo se lo piensan tanto entonces hay que investigarlo y ofrecer medicación subvencionada porque estamos rodeados de esta alergia a decir lo que sentimos. Recuerden que puede que cuando queramos hacerlo ya sea demasiado tarde y el receptor imaginario del "te quiero" haya muerto por cualquier motivo (no olviden que en la ruleta de la muerte todos tienen su boleto), así que hay que decir lo que sentimos antes de que nos toque desaparecer a nosotros. Yo, por lo pronto, les invito a debatir este tema justo debajo de este post, donde dice "comentarios". Sobre todo esas personas que son alérgicas al "te quiero" y crean esos silencios imposibles e incómodos cada vez que alguien se abre a ellos. ¿Tendrán una razón de peso?¿ Quién sabe? Los caminos del señor son inescrutables, o mejor aun...de cualquier mato salta la liebre. 

viernes, 25 de julio de 2014

EL MUNDO QUE NUNCA LLEGÓ (SEGUNDA PARTE)

El mundo nunca llegó porque era de papel y se arrugaba. Porque era de cristal y se quebraba. Porque era de madera y se mojaba. Y así fue cómo ocurrió...que el mundo soñado tiene cielos que lloran, árboles que mueren y humanos que no permitan que sea él mismo. Lo pisan sin tener en cuenta sus sentimientos, se llevan todo lo que tiene, todo lo que crea, y aunque el mundo intenta recuperarse sanándose a sí mismo, no puede llegar. Su meta es un inevitable final lleno de rascacielos, fábricas y humos tóxicos que vuelven negro lo azul, marrón lo amarillo, y gris lo verde. Con colores tostados, quemados, arruinados no se puede vivir, no hay escapatoria. No se puede evitar, no hay donde correr, no hay donde cantar, no hay lugares para que niñas con voces quebradas sean felices y puedan saltar. Lo que no sabe la raza humana es que destruir un planeta que no tiene dueño solamente tendrá la consecuencia del vacío, de la destrucción, de la muerte.
Sin oxígeno no hay alientos, sin agua todo se encoge y se seca, y sin movimiento...detenerse es morir. Se pierde el significado de la nieve, de la brisa y el viento. Los mares se evaporan sin crear nuevas nubes que vuelvan a gotear. El sol no vuelve a salir a darnos la bienvenida y la noche se niega a marcharse convirtiendo todo en una oscuridad perpetua en la que nadie puede sobrevivir. Los más fuertes aguantarán 30 segundos más que solamente les permitirán derramar una última lágrima que ya no servirá de nada. Y aquella chica que una vez llenó de vida los caminos al cantar...será la primera en caer porque es tan sensible como el papel, como el cristal, como la madera...y muere. Como todo lo que viene después...muere. 

EL MUNDO QUE NUNCA LLEGÓ

El día que cogí mis alas para planear por el cielo fue cuando la vi a lo lejos. Aquella chica, la de la voz quebrada que enamoraba al viento. Cantaba dolor, pero soñaba con un mundo mejor que ella misma se había propuesto conseguir. Hablaba de puertas cerradas, de ventanas empolvadas, de tejados resbaladizos de los que caía continuamente. Cantaba en las calles de pueblos, barrios y ciudades. Contaba historias que hacían llorar, y no solo por la melancolía que trasmitían, sino por esa voz que la hacía única, especial. Cantaba sobre la vida, sobre cómo muchas veces era injusta. Daba mucho a algunos, y a otros los privaba de lo más valioso o de sentimientos como el amor, el cariño y el respeto. Le cantaba a la mañana, al rocío que nos hacía sentir nuevos y renovados, a las madrugadas que pertenecían a gatos pardos con miradas pícaras, a las auroras boreales que aun no había podido divisar, a las olas del mar de los veranos de algún futuro que no existía. Cantaba a la muerte, que es donde todo ser viviente termina, al sol infinito que nunca se cansa de completar su misión diaria de alumbrar, canta a los pájaros que la corean con sus picos, a los perros que ladran supersticiosos, a las rocas que no tienen voz pero laten por dentro. Así pasaban todos sus días uno tras otro; respiraba para cantar, cantaba para ser fuerte, era fuerte porque creía en un mundo mejor...que finalmente nunca llegó. Su mundo, el que había inventado en cada uno de sus versos...nunca llegó. 

martes, 22 de julio de 2014

ALGUNO DE MIS NOROESTES

En mi camino hacia el noroeste de cualquier simple ciudad nos conocimos. Lo primero que me dijo es cómo le gustaba mi sonrisa, igual que el sol saliendo en medio de la noche. Nunca había visto algo así, pero a quién no le gusta una comparación hermosa por más incierta que sea. Luego fue mi acento que cautivó los bares de aquel diminuto lugar. Me contó demasiado en muy poco tiempo y tras unos meses no quedaba pastel para el postre. Decidimos devorar cada uno de los entrantes hasta que explotó el estómago y las mariposas se escaparon a un sitio mejor donde se racionen las tapas de sentimientos. Yo fui el primero en sentir el caos y ella no quería bajar de la burbuja. Le expliqué que ya dejé de ser el chico aquel con el peinado descuidado y los ojos marrones. Yo ya no miraba hacia su mismo horizonte. Le conté que habíamos creado una receta con ingredientes inventados que finalmente no entró en ningún horno y se estropeó en muy poco tiempo. Los jóvenes...que a veces son tan frescos que tienden a marchitarse a la velocidad de un bostezo. Tú optaste por seguir inventando piropos e historias que llenaran tanto silencio. Hablar sin decir nada, mirar al horizonte, planear un futuro en el que probablemente ninguno de los dos estará. Ahí puse punto y final depositando mi mano sobre tu boca. La compañía no se puede forzar porque rompe lo que vemos desde fuera y lo que yace en el interior. Desgarra vidas y enturbia recuerdos. Con aquella mirada quise pensar que lo habías comprendido. De cualquier manera decidiste marchar. Hoy aparece en mi vida una nota epistolar hablando de mi sonrisa. Una caligrafía que ya no reconozco, que seguramente pertenece a una mujer que me resulta ajena. Aun así, persistente como la tinta de aquel papel...me di cuenta que hay almas que se niegan a olvidar. Otras, sin embargo...prefieren vivir centradas en nuevos proyectos sin prestar atención a lo corta que llega a ser una vida cuando te matan el corazón. 

lunes, 21 de julio de 2014

MORTUM

La vida se lo llevó antes de poder decidir si lo bonito es azul o verde esperanza. El futuro que tanto esperó a que brillara se quedó en mate apagado para siempre, como el color de sus ojos tras el último de sus respiros. El amor verdadero no quiero pasarse por su corazón, o quizás por el de otros para que palpitaran al ritmo de un único son. Cupido, Morfeo, Venus... ninguno de los dioses estuvieron de su lado para hacerle el camino más placentero, menos espinoso, para darle una brizna de aire fresco. Sin tregua, sin pausa, sin respuesta, así fueron sus plegarias que acabaron convirtiéndose en calvarios de infinidad inaudita. 
El tiempo, que parecía su único aliado aguardando para una felicidad soñada que nunca se materializó. El reloj no se detuvo ante nada. Su tic-tac arrasó todo a su paso, incluyendo alma, cuerpo y mente. La injusticia tenía su decisión tomada, su mochila vacía de venganza, de ganas de luchar, de ejercer su máximo poder. Huracanes que desencadenaron un sinfín de sucesos que acabaron con el más oscuro de los negros.
De la soledad absoluta pasó a la más vacía de las compañías cuando aquel día en el que ya no parpadeaba estaba rodeado por todos los que creían conocerle. Así de amarga fue su despedida. Velas encendidas con fuegos inertes, oraciones a medio terminar o inventadas por no creyentes disfrazados, lágrimas secas derramadas de ojos sospechosos. Entre ellos, los del asesino de su vida, que vigilaban que aquel cuerpo frío y duro no volviera a levantarse jamás. 
El ataúd que no desentonaba en las notas de la melodía de su vida estaba hecho de madera barata, de esa que siempre lleva termitas en lo más profundo de sus entrañas. Nadie osó elevarlo para entrarlo en campo santo; miedo a astillas infernales que estropearían uno de los días de cualquier personaje selectivamente feliz. Enterrado en el más profundo de los fosos y con la compañía de un puñado de oxígeno que se desintegraría en unas pocas horas. Ahí yacía su cadáver que esperaba con ansias la visita de aquellos gusanos que le harían compañía hasta el fin de los días. Sus huesos, sin más, se negarían a ceder a la mordedura de los platelmintos y permanecerían intactos por los siglos de los siglos. Él, desde la tumba, no lloraba porque su vida terminase de aquella forma, sino porque no quería que hubiese otra vida...justo como la que había vivido. 

miércoles, 16 de julio de 2014

GRIS

Busco en brazos diferentes el olor de tu piel. Más fuertes, más duros, más bastos...ninguno me hace estremecer. Sigo tu olor al pasar por la calle, persiguiendo a extraños que no conoce nadie y descubro que no es la realidad. Me cuelo en ventanas, abro puertas a patadas, los polígonos me engañan mientras pierdo tu rastro cada vez más. 
Me giro hacia tu lado de la cama, que aunque haya sido habitado muchas otras veces siguen teniendo tu forma mis sábanas. Espero tu llegada ansioso en el salón, te busco en los cojines, entre las mantas en invierno, junto al ventilador en verano, en el aire artificial que me seca las lágrimas, en la brisa que no corre si abro la persiana.
Rozo cada uno de tus recuerdos que decoran mi casa. Dibujos, planos, vídeos, fotografías a medias tintas en colores sepias. Aquella sonrisa que siempre me ha matado y deseo que me haga desaparecer de una vez. Me corto y no sangro, me castigo y no aprendo, me arresto y no lo cumplo. No hay vida más allá de la historia que inventaste entre algodones de cristal.
Te espero en nuestra esquina, voy a recogerte a nuestro parque, me busco en el espejo que ya se niega a mirarme porque no te ve detrás abrazándome, haciendo lo que solamente tú puedes hacer con mi alma; saquearla, aniquilarla, hacerla temblar tanto que una lavadora no es más que un juguete inerte a su lado. Así de tristes son mis días.
Me niego a no buscarte, huyo de nuevos cuerpos que me desean, que uso y tiro como cada uno de los pañuelos que lloran tu despedida. Ahogo la almohada en gritos secos deseando convertirlos en gemidos de tu sudor que conseguían hacerme volar sin alas ni plumas. No hay agua que calme mejor mi sed que tu sudor sobre mi espalda.
La vida, que ya no existe si no te tengo en mi panorama, en mi horizonte, presente en cada una de las siete hormonas que quedan en pie, que se niegan a ser racionales y lógicas, que se niegan a no desearte por aquello que me diste varios otoños sin parar. Si es en Pekín me tendré que mudar, si es en el mar un flotador me bastará, pero tengo que encontrarte.
Dedos que señalan direcciones imposibles donde sé que no estarás. Preguntas que nadie me sabe responder, dudas que no se despejan en psicólogos o psiquiatras que persiguen algo más que profesionalidad. Manos debajo de mesas que no estoy dispuesto a tolerar, aunque acaben encima de mi sillón gimiendo de placer.
La muerte, quizás el único lugar posible para un reencuentro, para volver a no respirarte, para celebrar lo que no pudo ser, para ir de manos una vez más y que todos sepan lo que me pertenece y no volverán a llevarse de nuevo. El tiempo, el espacio y nuevas dimensiones que ya han dejado de inventarse porque sin ti...todo se torna gris.

07:38

"CADA CERDO A SU PILETA"



MI PRIMERA TEMPORADA EN MADRID (SEGUNDA PARTE)

En Madrid he aprendido que el tiempo no es lo que parece, el metro no es tan rápido y las distancias no son tan cortas. Me he pasado más de 25 horas a la semana en medios de transporte (Leganés está a una hora de mi casa), he leído varios libros en los trayectos, he preparado alguna que otra clase y me he aprendido de memoria no solo las paradas, sino la cobertura móvil de cada una de ellas. En Madrid todo es automático y rutinario a la hora de ir a trabajar (en ciertas paradas saco el móvil y en otras leo). 
Madrid me ha traído a mi vida personas muy importantes que han sido clave para mí todo este tiempo. Personas que necesito y que espero que sigan conmigo mucho tiempo. Mucha historia puede escribirse en muy corto plazo de tiempo. Cerré una puerta que tenía que haber cerrado mucho antes definitivamente. Di un paso hacia delante y sorprendentemente pude salir victorioso de la ruptura (no digo que no me haya costado, pero después de tocar fondo pude impulsarme y salir a la superficie otra vez). 
He visto el mundo de la noche muy de cerca y no es lo que parece, ni es lo que quiero para mí. Me han encantado las fiestas a las que me han invitado, me lo he pasado muy bien entre colegueo y amistad (ha habido mucha ópera, mucha lengua de signos, mucho baile y mucho juego con truco). He vivido malentendidos importantes, confesiones relevantes y mentiras sin resolver. Me he reído muchísimo, he llorado más de lo que debería y puedo confesar abiertamente que me encanta el acento peninsular (digan lo que digan en Canarias). Tengo claro que soy de Tenerife, promociono mi isla sobre todas las cosas, la defiendo a muerte y espero no perder nunca mi acento (que no mis raíces), pero muchas veces no es tan sencillo de comprender si no se vive aquí. Hay palabras que directamente no se entienden y se tiene que cambiar el chip o nos quedamos atrás (muchas otras veces por cansancio a recordar a todo el mundo lo que significa cada canarismo que digo...asumo la culpa de esto también).
Madrid me ha traído por casualidad a una persona especial que sin darme cuenta ha formado parte de mi vida más de lo que nunca me hubiera imaginado y con el tiempo se ha hecho inevitable que ya no quiera marcharme de aquí. Todo ha pasado más rápido de lo que creía, pero no puedo estar más contento por ese lado ahora mismo.
He tenido muchas más visitas de las que esperaba y me ha encantado estar rodeado de mi gente. Algunos de mis mejores amigos han venido, mi hermana, cuñado y sobrino también y estoy esperando a otros que están por venir o que vendrán el próximo año. He podido volver a Tenerife dos veces y mi próxima visita será en navidades.
He podido visitar bastantes lugares de Madrid y también ciudades como Ávila, Zaragoza y hasta un cameo hice en Toledo (mejor no preguntar). 
Mi segunda temporada en Madrid se presenta con muchos cambios: un puesto de trabajo durante un curso escolar en un colegio, una mudanza a corto-medio plazo a otra zona de la ciudad, volver a estudiar una vez más, traerme el coche a Madrid y seguramente alguna que otra sorpresa que iré descubriendo estos meses.
Para mí, a pesar de todo lo malo que me ha pasado y de los meses que he estado económicamente inestable, puedo decir que estoy bien en Madrid, que me gusta la ciudad cada vez más y que quiero descubrir todos sus secretos. 


MI PRIMERA TEMPORADA EN MADRID (PRIMERA PARTE)

Mi primer año en Madrid toca a su fin con el verano y con él se van muchos momentos vividos. Yo denominaría estos 12 meses como "emocionales" y "anecdóticos". Tras venirme con la prestación por desempleo (al dejar mi trabajo estable en Tenerife), y mi carné de manipulador de alimentos con la idea de trabajar en restauración u hostelería, ya que nunca pensé tener opción inmediata a trabajar de profesor, no podía estar más equivocado. Todos mis planes se vinieron abajo uno a uno y mr. planificador tuvo que aprender a tomar pasos a medida que llegaban y a tomar decisiones sobre la marcha (para nada mi especialidad hasta ahora).
Afortunadamente he hecho varias entrevistas para profesor de inglés y alemán, he podido escoger entre varios trabajos e incluso desechar otros yo mismo. Finalmente me decidí por una academia en Leganés en la que trabajaba todas las tardes y por las mañanas iba a centros de trabajo de magnates a darles clase "a domicilio" contratado por otro centro de idiomas. También seguí con alguna que otra clase particular para compensar. La experiencia fue muy positiva (no tanto las condiciones de trabajo o el salario), aprendí muchísimo de mis alumnos y me llevo un muy buen recuerdo de todos esos meses como docente "oficial". No estaba en mis planes dar clases de alemán, ya que no me veía preparado para hacerlo, pero salí del paso como pude y no tuve malos resultados. La mayor de las satisfacciones al empezar a dar clases de un idioma desde cero es ver cómo en pocos meses los alumnos han progresado tanto y todo lo que saben es gracias a ti (esto difícilmente se ve en el inglés, ya que siempre el alumno viene con una base). 
Me he llevado una grata sorpresa al descubrir que mi CV no es tan "cutre" como pensaba y que todas las pruebas de idioma que hice me salieron mejor de lo previsto. Una buena base, práctica en el extranjero y renovarse asiduamente fue un gran acierto. Esto me ha llevado a querer seguir formándome y ya tengo en mente empezar mi segunda carrera y terminar el máster que alguna vez empecé. Madrid me ha dado muchas ganas con todas las opciones académicas, educativas y culturales que proporciona.
En otros ámbitos Madrid no se ha portado tan bien, pero supongo que todo lo malo también se guarda en la mochila en forma de experiencia y aprendizaje. Desde compañeros de piso ingleses (amigo mío desde hace bastante) que tiran a gatos por el ático, hasta gastar todos mis ahorros en la recuperación del gato y llorar mucho más de lo que debería. Me vine a Madrid con una historia amorosa sin terminar y con expectativas que desaparecieron como el invierno de la capital (mea culpa he de admitir) y me vi en situaciones en las que no quiero volver a encontrarme. Vi caras ocultas de personas que creí que conocía y al final todo se ha puesto en su lugar o lo he puesto yo en su defecto. He hecho traducciones jodidas (dedicando bastantes horas) como favor a cambio de un bote de Nocilla, he dado clases para ayudar a un amigo que al final se ha reído en mi cara, he escuchado promesas que no se cumplían, he visto cómo valoraban mi trabajo y experiencia mi propio amigo mientras pagaba servicios a otra persona, etc, etc, etc.
Económicamente he tenido meses de inestabilidad (pagando el alquiler a mitad de mes) y meses en los que he podido viajar y ver nuevas ciudades. He podido ir a más conciertos de los que me hubiera imaginado en un año, me he adaptado al clima perfectamente (aunque ha costado a veces) y la única vez que me puse malo fue cuando fui a Tenerife de visita (cada uno que lo tome como quiera).

PENSAMIENTOS EN VOZ ALTA

Hay algo que siempre he envidiado de Sergio (hoy, lamentablemente, más que nunca) y es que se puede dormir de pie, tumbado, sentado, echado, boca arriba, boca abajo, de lado, doblado, con las patas en la cara, con las patas dobladas o estiradas, con los ojos abiertos, cerrados o entreabiertos, con las orejas tiesas o bajas. Sergio puede dormirse en el suelo, en la cama, sobre la manta, encima de la mesa, en el mueble, en la terraza, en el baño, en el salón, en la habitación, en la habitación de mi compañero de piso. Sergio se puede dormir conmigo, con mi hermana, mi cuñado y mi sobrino, con mis compañeros de piso, con mi novio, con Carlota, con Idaira, con Lourdes y Sara, con un extraño, con un ladrón, con la puta de su madre. Sergio puede dormir en verano, en otoño, en inviernos a menos 3 grados, en calores de 39 grados, en cualquier estación, época o ciudad. Sergio se puede dormir a las 2 de la tarde, a las 2 de la mañana, a las 12 del mediodía, a las 12 de la noche, a las 6 de la tarde, a las 6 de la madrugada, a las 9:24 con 17 segundos, etc.Todo esto está testado, probado y comprobado fehacientemente.
He dicho que hay algo que siempre he envidiado de mi gato Sergio, pero no, mentí, es algo que odio de él y de todas las personas, animales o plantas que pueden dormir en cualquier sitio, a cualquier hora, en cualquier postura, en medios de transporte, en instituciones públicas, en centros comerciales y hasta en ascensores o parkings. De hecho, si tuviera una pistola, rifle, sable, cuchillo, navaja, granada o derivado aquí cerca la usaría no solo para matar a Sergio, sino para matar a todos los que pueden dormir por la noche y bajo ningún concepto se desvelan. Sin más, me despido...

sábado, 12 de julio de 2014

COHERENCIA EXTREMA

La ética y la moral me pueden, pero justo así...como he decidido vivir...soy más feliz. Ya no cumplo cada norma si para mí no tiene sentido. Elijo a las personas que quiero que formen parte de mi vida, y me alejo de todo aquello que no me interesa. La vida es corta, nunca sabremos cuánto, y por eso la vivo a mi manera y como a mí me gusta. No sigo modas, tengo piezas de ropa que tienen más de diez años, cuido cada objeto como si fuera único, pero no dejo de utlizarlo pensando que se romperá. Las cosas están para usarlas, no para exhibirlas y el dinero para gastarlo, no para amontonarlo. Acepto críticas, pero no destructivas. Aplico las que considero útiles y desecho las ilógicas o inútiles. Muchas veces antepongo a los animales o el planeta antes que las personas, porque nos diferencia el raciocinio, y debemos usarlo. Siempre he sido de minorías y me decanto por el más débil si no existe nada que me oponga a ello. Me abrazo a quien quiera abrazarme, estoy en los lugares en los que soy bienvenido y no aparezco donde hay personas que no me agradan. Tengo mucho instinto y soy extremadamente consecuente. Me gusta lo que hago y cómo lo hago. me equivoco y aunque no siempre rectifico, difícilmente vuelvo a cometer ese error. Confío en los emprendedores, en los nobles, y en los activistas para salvar este mundo a largo plazo. Aborrezco la política, la iglesia y la extrema derecha que se cree todopoderosa con la verdad absoluta. No consiento que nadie venga a decirme cómo tengo que vivir mi vida, con quién debo acostarme o cómo debo tener amueblada mi cabeza. No me interesa caer bien o agradar a quien a mí no me agrada y aunque no causo buenas primeras impresiones, yo siempre me guío de las mías. No escucho a quien no sabe decir la verdad, no pierdo mi tiempo con quien no sabe escuchar y en mi vida no hay sitio para la violencia, la ignorancia, la hipocresía o la pedantería. No me importa saber cuál es el tenedor del pescado o la copa de vino, pelo los langostinos con la mano y eso no me convierte en más vulgar o guarro. Se me acaba de paciencia, aborrezco el toreo o cualquier tipo de maltrato animal, y hasta me cuesta acercarme a personas que detestan los animales. No soporto a los que dicen una cosa y luego hacen otra, a los que se creen que su vida es más interesante que la de los demás y a los que miran al resto por encima del hombro. Admiro a los vegetarianos, a los voluntarios y a los que hacen y dejan hacer. La paciencia se me agota con el paso de los años y odio perder el tiempo haciendo estupideces sin sentido. La lógica se ha apoderado de mí y mi sentido de la justicia me impide sonreír cuando no me apetece hacerlo. Me miro al espejo meramente por supervivencia y nunca plancho la ropa. No cedo antes causas justas y justificadas y me voy de los lugares en los que no hay cabida para la inteligencia, el sentido común o la coherencia.
Y así, en resumidas cuentas, veo el panorama actual.

domingo, 6 de julio de 2014

CORAZONES....

Pensar que toda una vida no nos ha servido más que para enseñarnos que ni nuestro propio corazón es verdaderamente nuestro. Seguramente nunca lo fue, maldito músculo que todo lo arrastra. A lo largo de nuestra existencia hemos poseído varios corazones, pero nunca el nuestro propio. Tenemos uno dentro del pecho que nos sirve para bombear sangre y mantenernos vivos, que no es poco, pero no es suficiente.
Con los años nos dedicamos a tocarlo, notar sus latidos, que estamos vivos, que seguimos siendo nosotros mismos. Lo cogemos con las manos y se lo entregamos a otra persona para custodiarlo. Unas lo guardan como un tesoro, otras lo dejan en algún cajón abandonado hasta que se seca del paso del tiempo. Hay corazones que se roban sin querer, muchos otros que no son correspondidos. Los hay que apenas palpitan, que casi se salen del pecho de lo fuertes que están. 
Quizás, sin embargo, lo único que la mayoría de los corazones tienen en común es que todos están resquebrajados. Todos han sido rotos o reconstruidos para volverse a romper en algún momento. Con tiritas, con puntos, con cuerdas alrededor...no hay corazón adulto intacto en este mundo. Todos los seres humanos somos igual de estúpidos en cuanto al corazón. Lo entregamos sin más, sin garantías, sin pensar en las consecuencias. Efectos secundarios devastadores que nos marcan a lo largo del camino. Los corazones pueden trasplantarse, pero no se sabe si perdemos nuestra esencia en el camino. ¿Quién sabe qué hay dentro de un corazón? Dicen que está hueco, pero hasta en el más pequeño de los vacíos...es donde la mayoría de las cosas ocurre y lo que más pesa del mundo entero. Un vacío dentro de un corazón es infalible, demoledor.
Mi corazón ha sido abandonado, ignorado, atacado, robado, desmembrado, pegado, tiene varias suturas, vendajes a medio romper y hasta un lazo hechizo del pasado. Así, sin más...ya no se para qué otra cosa usarlo. Igual estas son las razones para que me haya vuelto más emocional, más sensible, más humano... 
Los corazones no son rojos, no son bonitos, no tienen la forma con la que los dibujamos... Todo son mitos, como aquel que dice que los corazones sobreviven a todo y se superan a sí mismos o renacen de sus propias cenizas. Es por todos sabido que si un corazón se para...todo un cuerpo deja de funcionar. 

EL SIEMPRE SOBREVALORADO WIMBLEDON

Como fanático del tenis que se precie tengo mis torneos favoritos, mi superficie favorita y mis jugadores favoritos. Después de varios años analizando situaciones, anécdotas y eventos varios... me ha apetecido escribir sobre el Grand Slam que menos me gusta y el torneo que, bajo mi punto de vista, es el que más sobrevalorado está en toda la historia del tenis. Hablo, como no podía ser de otra manera, de Wimbledon, la que llaman la catedral del tenis (otro motivo, "eclesiástico" esta vez, por el que no me gusta).

Motivos por los que no considero que Wimbledon merezca la fama que le precede:

1) Estamos ante un torneo que no es el que más dinero aporta al ganador de los 4 Slams (lo es el US Open). 

2) Los jugadores están obligados a vestir de blanco (el único torneo que obliga a los jugadores a vestir de una forma específica y no permite libertad para que cada persona lleve la ropa que le guste más, o le sea más cómoda). Volvemos al siglo XII....

3) Conseguir entradas para el torneo es misión imposible porque están "vendidas-regaladas" a las altas alcurnias, los socios del club, ex-tenistas, o reservadas para cualquier otra persona que no sea "normal o de clase media". Para conseguir alguna de las 500 entradas por pista que ofertan al año hay que acampar por fuera como mínimo una noche (varias si se quiere asegurar la entrada) y obviamente, a llevarse prismáticos si se quiere ver la bola desde el asiento porque los mejores puestos ya están cogidos. Los británicos acondicionan la zona para que haya orden durante los días previos a la venta de entradas y hasta tienen habitáculos en los que por varias libras pueden guardar el equipaje o objetos personales. No creamos que conseguir las entradas es tan sencillo, ya que vienen seguidores del tenis de países muy lejanos y forofos que todos los años se reunen en el mismo lugar para asistir a su torneo favorito. 

4) El ambiente de Wimbledon es más parecido al de un teatro o una biblioteca, que al de un torneo de tenis. Muchas personas van vestidas de blanco para "solidarizarse" con los tenistas, cientos de pamelas de dimensiones indescriptibles y un puñado de espectadores que no tienen ni idea de tenis y no saben cómo comportarse en una grada. No conocen normas básicas como que hay que estar en silencio entre punto y punto, se pasan el rato riéndose de las muecas o "gritos" de los jugadores en vez de valorar los puntos, y probablemente si les preguntamos quién gano Roland Garros ese mismo año...muchos de ellos no tengan ni idea. Esto llega hasta el punto de no saber quiénes son los que están en la pista o de qué país provienen. Se limitan a conocer el top 5 masculino y a alguna que otra tenista mediática femenina. Están ahí porque lograron la entrada y porque a los ingleses les gusta más un estatus y alardear de su vida social que a un tonto un lápiz. 

5) La hierba de las pistas de Wimbledon, desde prácticamente las primeras rondas ya está por zonas pelada y sin hierba. La pista se convierte en la zona de fondo o volea en tierra y el resto en hierba pisada. Cuando llegamos a la final da hasta pena en qué condición está la pista. Se entiende que es la superficie en sí y el tratamiento de la misma no es sencillo, pero qué menos que ampliar las instalaciones y crear nuevas canchas para que no estén todas en el mismo estado al finalizar el torneo. También existe otra solución que la llevaron a cabo cuando Wimbledon y las Olimpiadas coincidieron y querían acoger ambos eventos en las mismas pistas con apenas semanas de diferencia (no da tiempo a que la hierba crezca tan rápido). Se puede cambiar la hierba y plantar nuevos metros de hierba ya crecida.

6) El clima en la época del torneo es lluvioso y cada año empeora. Las instalaciones del All England solamente tienen una pista cubierta. Esto provoca que cada año se queden más de 20 partidos sin terminar y tengan que retomarse al día siguiente. Lo peor es que con la oscuridad también se anulan los partidos y empiezan partidos tan tarde que saben que no podrán terminarse, provocando que se cancelen cuando van 2-1 en el primer set. Los organizadores son un desastre y no saben tomar las decisiones adecuadas al respecto o cambiar un partido de pista si los 4 de la central ya han terminado, ya que es techada. Después de tantos años no se han molestado en techar ninguna otra pista o hacer obras en las instalaciones para acondicionarlas al clima que de sobra saben que tienen. 

7) Los cabezas de serie de todo torneo que se precie van en base al ranking de la semana previa al torneo. Eso ocurre en todos los torneos, menos en Wimbledon, por supuesto. Los británicos se han inventado un sistema en el que se rigen por los rankings de hierba que llevan los tenistas a lo largo del año. Esto es tan ilógico que por ejemplo Nadal, siendo el número uno del mundo es el cabeza de serie número dos (si realmente interesan sus resultados en hierba sería el cabeza de serie 28 como mínimo porque prácticamente no ha ganado partidos en las ediciones anteriores en hierba) o el caso de Sabine Lisicki, cuyo ranking general el 19, pero fue finalista el año pasado (y la ganadora se retiró del tenis tras ganar Wimbledon) y sigue siendo la cabeza de serie número 19 en Wimbledon, cuando ha tenido mejor temporada en hierba que prácticamente todas las tenistas del top10. Las normas deben seguir un poco una lógica y no inventárselas según lo que más convenga al club.

8) El orden de juego diario es irrisorio. En todos los torneos los grandes partidos entre grandes tenistas o los partidos del campeón o campeona del año pasado o del número 1 del mundo actual deben ser en las pistas centrales y más grandes. Wimbledon no respeta este patrón y organizan el orden de juego poniendo grandes partidos en pistas pequeñas sin cobertura televisiva y con apenas unos cuantos asientos para espectadores. Es ridículo, absurdo e ilógico. 

9) A las instalaciones no se pueden entrar banderas. Es cierto que algunas se cuelan, pero el sentido nacionalista de los británicos no puede aplicarse al resto de las nacionalidades. Es posible entrar cerveza, vino y comida "camuflada", pero no una triste bandera para animar a tu tenista favorito. 

10) En España, el monopolio televisivo del torneo lo tiene Eurosport. No podemos ver absolutamente nada del torneo si no es pagando. Por no hablar de los highlights (resúmenes) de cada partido que suben a la web oficial del evento, en el que solamente ponen los puntos de rotura o de set y partido, sean lo que sean o lo malos que sean. Esta claro que no son de calidad y mucho menos reflejan cómo se ha desenvuelto el partido. En estos resúmenes también podemos ver los famosos que asisten al tenis, o las caras de los entrenadores tras un punto (lo cual no podría importar menos a los seguidores del deporte). 

11) Los marcadores son manuales y no dudo que hasta se muevan con manivela.Entiendo que quieren mantener la tradición, pero se puede ser tradicional y práctico a la vez. La organización se preocupa más de que los floreros y macetas estén perfectas y las flores coloridas y bien abiertas, o de que los recogepelotas estén bien entrenados, aseados y bien vestiditos a la calidad del torneo o a solucionar los problemas que ocurren cada año y que parece que se ignoran.

12) Wimbledon es el único torneo que descansa el domingo, porque todas las señoras con pamela y los señores con bigote querrán ir a rezar a la iglesia. Muchos años se juega el domingo porque la lluvia ha atrasado tanto las rondas al no jugarse los partidos que tenían estipulados que no les queda otro remedio que abrir el domingo y continuar el torneo. Esto también es una suerte porque las entradas de este domingo no han sido vendidas y son asequibles (no monetariamente, sino físicamente) a cualquier ciudadano simpatizante del tenis.

Aparte de todas estas razones tampoco me gusta Wimbledon porque el trofeo femenino es una bandeja que yo por lo menos usaría para poner peladillas y mazapanes en Navidad. No me gusta la superficie porque como norma general ganarán los tenistas con mejores saques o que promuevan el "saque y volea". La hierba es una superficie muy rápido y la bola vuela con cada golpe. Los partidos van mayoritariamente al tie-break y se vuelven monótonos y aburridos. No se muestra en Wimbledon la belleza del deporte, del peloteo, de los puntos imposibles o de las estrategias demoledoras. 

Hay muchas cosas que mejorar y bien por no cambiar la tradición o por no querer gastarse el dinero, no hacen mejoras para el que muchos llaman el mejor torneo del mundo. Necesitan más pistas cubiertas, dejar a los tenistas libertad a la hora de vestirse, etc etc...



EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE