domingo, 21 de diciembre de 2014

BALANCE DEL 2014

Como cada año hago mi balance "intrapersonal" del año. Normalmente suelo hacerlo mes a mes nombrando los eventos más significativos que me ha tocado vivir (afortunadamente o desgraciadamente), pero por primera vez han sido tantas las cosas que he pasado que muchas de ellas no sabría explicar en qué mes pasaron o si fueron antes o después que otras.
Este año 2014 para mí ha sido bastante agridulce, pero muy positivo y sobre todo termina de forma muy exitosa que creo que ya me merecía.
Este año comenzó con un fin de año amargo de despedidas, de rabietas incomprensibles, de aguantar lo inaguantable en los coletazos de una relación ya muerta hacía meses, de no poder ser yo mismo y de tener que estar callado cuando tenía muchas cosas que decir. Afortunadamente terminó pronto y pude continuar con mi vida. 
Lo más dramático y drástico que me ha ocurrido ha sido dar mucho por una amistad con mi compañero de piso para descubrir que no era más que un cerdo, aprovechado, desagradecido y mentiroso. Otra puerta se cerró sola y terminó una relación que no tenía mucho sentido y que se estaba convirtiendo más digna de un episodio rutinario de un manicomio que de una relación cordial de ex-parejas. Puerta que ya ha desaparecido y que no podría interesarme menos. 
Laboralmente el año empezó con mi trabajo en la academia, cobrando muy poco dinero por mucho esfuerzo y dedicación y bastantes problemas económicos en verano. La suerte estuvo de mi lado y conseguí un buen puesto de trabajo en un colegio bilingüe y después de varios meses trabajando puedo decir que por primera vez en la vida trabajo en algo que me llena y me motiva y disfruto de mi trabajo. Estoy aprendiendo muchísimo, probándome a mí mismo y teniendo unos resultados bastante satisfactorios para mí. 
En cuanto a amigos no es que haya conseguido muchos amigos desde mi estancia en Madrid, pero los pocos que tengo son bastante buenos y sobre todo, lo más importante es que los he elegido yo. 
Desde febrero tengo una relación estable con alguien y desde octubre dejé de vivir en condiciones bastante "tristes" para mudarme a vivir con mi pareja. Desde entonces no ha podido irme mejor. 
Sigo entrenando como siempre, ahora estoy compitiendo por primera vez y he comenzado a correr varias veces por semana, que era algo que siempre he querido hacer, pero nunca había podido. 
Estas navidades se me antojan diferentes a todas las demás anteriores. He cerrado puertas y ventanas por las que no quería volver a asomarme, he elegido el camino que me ha interesado seguir y he podido lograr algún que otro objetivo que tenía planteado muy a largo plazo. 2015 para mí es el año del asentamiento, de terminar de encontrarme y de ser plenamente feliz en todos los ámbitos de mi vida. El comienzo de este camino se encuentra en Tenerife con mi gente durante las navidades y continuará en mi casa en Madrid con mi trabajo, pareja y amigos. Los meses dirán qué va a depararme este nuevo año, pero yo tengo la corazonada de que este año será muy grande. 

LIVE (CONCIERTOS)

A lo largo de mi vida he tenido la suerte de poder disfrutar de una de las pasiones de mi vida (junto al tenis), la música. He disfrutado de muchos artistas en directo y sufrido con alguno que otro, pero ir a un concierto es una sensación increíble que a mí me transporta a muchos lugares diferentes que no podría describir. Esta fue una de las razones que más ventajas tenía cuando me mudé a Madrid: la amplia gama, variedad y oferta cultural que ofrece. No solo hablamos de teatros, cines, actuaciones de cualquier tipo...la música está presente cada fin de semana en bares, salas y recintos.
Hace ya un año y cuatro meses que vivo en Madrid y he podido asistir a bastantes conciertos que jamás creí que podría disfrutar en mi vida. 
He visto en directo 7 veces a Neus Ferri (que se dice pronto), para mí la voz española que más me gusta, 3 veces a Vega, a Jessie J (grata sorpresa e increíble descubrimiento), The Pretty Reckless, Fall Out Boy, Portishead, Anastacia, Mürfila, Ida Susal, Elisa, Paco Arrojo, Rozalén, Zahara, Vetusta Morla....
Elisa es una artista italiana que me gusta hace casi 10 años y no es conocida en España, así que nunca pensé poder ir a verla en directo, pero el azar se cruzó en mi camino y lo conseguí. The Pretty Reckless fue un privilegio que cuadrase en la gira de Fall Out Boy y Anastacia un regalazo que tuvo mi chico por nuestro aniversario. Vetusta Morla tienen un directo espectacular, y Jessie J es una crack que lamentablemente está bastante infravalorada. Rozalén y Paco Arrojo no son mi estilo, pero igualmente fue una experiencia interesante. 
A todo esto le sumo mis años como melómano que va a conciertos y la suerte que tuve de ver a Alanis Morissette en directo en mi viaje a Canadá, a Craig David, Lucie Silvas, Linkin Park, Marlango 4 veces, Zahara, Vega, Lost Profets, Blackout, Melón Diesel, Malú, Noa y otros tantos artistas que he tenido el placer de ver en directo (muchos de ellos en primera fila).
Este nuevo año está lleno de conciertos y podré disfrutar del directo de Vetusta Morla de nuevo, The Script, Vega, Muse, Neus Ferri, Lenny Kravitz...y espero que muchos más. Es cierto que se me escaparon varios artistas como Nickelback, One Republic, 30 Seconds to Mars y Placebo, pero ya los recuperaré cuando vuelvan de gira. 
Esta es de las diferencias más grandes de vivir en una gran capital. Antes me gustaba mínimo unos 200-300 euros en venir a Madrid a ver un concierto, pero ahora los puedo disfrutar solamente pagando la entrada. Qué suerte vivir aquí. 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

BURLA

Quise tanto que me convertí en un pobre desgraciado comiendo los mendrugos de pan que dejabas al pasar. Tu estela era la guía que retorcía las cenizas de la persona que dejé de ser por ti. Justificaba mis abandonos con tus iniciales en mis labios porque no vi más lo que tú no eras para mí. Confianza ciega y suicida que me mantenía con vida entre comedias sin gracia y tragedias sin pena. Excusas inventadas para horas no adecuadas mientras yo jugaba a ser feliz. Velo que me cegaba sin dejarme ver la calaña de la que estás hecho por dentro. Cuerpo que rozaba parecía fuego que quemaba mi piel y desfiguraba lo poco que quedaba de mí. Fuerza que tiraba de mis brazos y mi cara sin ver la agresividad de solamente un juego para ti. Cura inexistente que terminó por romperse antes de poderla conseguir. No existe la persona que creí que había construido antes de ser la sombra de ti. Pronombres que pasaron de la primera a la segunda persona para convertirme en lo que más odiaba de mí. Tornaste mis mejillas hasta que sangraba de muerte y sin espejo no pude ver la suerte que tenía al llegar el fin. Acaba mi calvario con rezos sin rosario a santos en los que nunca creí. Burla es lo que siento, burla es lo que solo queda en mí. Burla de mi estupidez que crecía con tus palabras que regalaban mentiras infectadas en mis tímpanos. Burla por dejar de ser de carne y hueso para transformarme en muñeco de trapo que se hincha en los días de lluvia. Burla que no siento porque sigo estando muerto por y para ti. Burla...

viernes, 12 de diciembre de 2014

QUERIDA MAMÁ

Querida madre,

Ya hace tanto tiempo que esa palabra me resulta ajena que me extraño solamente al leerla. Justo en dos días hace ya 11 años que te marchaste. Permíteme que te diga que la despedida fue un poco amarga y que es de mala educación marcharse sin decir adiós. Yo tengo grabado a fuego aquel domingo 14 de diciembre 2003 (casualmente el 14 de diciembre de este año vuelve a ser domingo...y el lunes 15...) en el que fuiste de visita a casa de tía y no volviste a regresar. Recuerdo las horas que pasamos en urgencias en el hospital esperando que algún milagro llegase...rezando a todos los santos y dioses que conocemos para que no te marchases. Lamentablemente o fueron pocos o lo hicimos muy mal, pero ya de madrugada no aguantaste mal y dejaste este mundo. No solo dejaste a tu hijo menor con 19 años huérfano sin apenas saber nada de la vida, sino que también quedaban 3 hijos más y un marido que no sabían vivir sin ti.
Hoy, casi 11 años más tarde siento decirte que hay veces que olvido tu voz, y te pido perdón porque no quiero olvidar ni un solo segundo de los que vivimos juntos, pero la memoria me juega malas pasadas y me desobedece de forma selectiva. Lo que jamás he olvidado es tu cara...sigue presente en mí y aunque ya no pienso en ti cada día, sí que lo hago varias veces a la semana. Siento decirte que no te lloro tanto como los primeros 10 años, pero termino por creer que hay un número de lágrimas concreto que se llora por una persona y el tuyo seguramente hace tiempo que lo superé. 
Estoy un poco cansado de tener que repetir a cada persona que aparece en mi vida que no tengo madre, que se fue y que la echo de menos. Estoy cansado del día de la madre, de que las mejores comidas sean las de mamá, y de que las madres cuiden de los nietos. Estoy cansado de que todos tengan madre menos yo. Cansado de escuchar a mis amigos decir que sus abuelas de 80 años están enfermas cuando yo desde los 19 vivo a la deriva. Estoy cansado de escribirte entradas en este blog que ya igual se ha hartado de ti. 
A día de hoy no sé diferenciar en qué me parezco a ti y apenas hablo con los amigos que tú llegaste a conocer. Todo lo que estoy viviendo desde hace años es lejano y ajeno. Nadie te conoció ni sabía lo maravillosa que llegaste a ser, todo lo que brillabas con esa personalidad arrolladora y lo bien que hacías el papel de madre. Yo, sin embargo he crecido bastante. Maduré a la fuerza y me he caído tantas veces que he perdido tanto el rumbo que yo creo que esa es la razón de mi mala orientación. La espalda me duele muchas veces y empiezo a creer que de las piedras que cargué desde tu ausencia, de las responsabilidades que quedaron a mi cargo y de las noches sin dormir a destajo. 
Imagino que si has podido verme allá donde estás sabrás que me licencié, que soy gay, que estoy trabajando en algo que me gusta y que me llena, que me he mudado a vivir a Madrid y que ya he recorrido varios continentes. Si escuchas las veces que le hablo al silencio sabrás que el camino no ha sido fácil y que me topado con tantos muros que ya hace mucho tiempo que no creo en nada. La vida aquí se ha vuelto un poco complicada y salir adelante está solo al alcance de muy pocos. El desequilibrio social está latente y no se puede salir a la calle sin ver miseria en cada esquina. Sí que puedo contarte que tu marido sigue en pie, fuerte como un roble y luchando por ser feliz. Tienes dos nietos que te hubiera encantado conocer y tus hijos tienen media vida conseguida y son felices. Las vueltas del destino han hecho que hayamos acabado donde estamos ahora mismo, pero no dejo de preguntarme en qué persona me habría convertido de haberte quedado en casa con nosotros. 
Yo ya dejé de hablar de arrepentimiento y de mirar tanto al pasado. Me hubiera gustado que conocieras al hombre que soy hoy y que me dijeras si he hecho bien, si he tomado decisiones acertadas o si tenía que haber tomado alguna otra nueva dirección. Supongo que no te gustará saber que ya dejé de soñarte y de buscarte en mis madrugadas. Ya no pierdo esperanzas esperando a que llegues a decirme adiós o a pedir explicaciones. Esperanza me costó más de 5 años en destruirla y ahora hablo de metas y objetivos. Aunque sigo recordando que la esperanza es verde, como tu color favorito. Casualidades de la vida me han llevado a toparme con el verde constantemente y es justo ahora que lo relaciono contigo y es que hasta mi coche y mi aspiradora son verdes, aquel color que durante tanto tiempo odié.
Sigo creyendo en las casualidades, en el destino y confío en que todo ocurre por algún motivo aunque yo ya me cansé de buscarlos debajo de cada mato. Hoy, con mis 30 años a punto de marcharse, mi barba de 4 días, y mis ojeras por dormir poco puedo decir que tu muerte no se supera, pero se sobrelleva. Me ha costado muchas vueltas a la cabeza, muchas noches sin dormir y muchas tardes encerrado en la habitación. Ya no me cuesta tanto disimular cuando me duele aquí dentro si alguien nombra la palabra clave de mamá, madre, ma.... He interiorizado mi papel y mi guión de hombre fuerte que supera todo y ya no necesito coraza que me proteja de palabras hirientes.
Esta carta simplemente me encantaría que fuera un hasta siempre en el que no tuviera que volver a escribirte o a nombrarte, pero como me conozco mejor que nadie sé perfectamente que no podré cumplirlo. Da igual en qué momento, pero desde que mi día se torne gris, azul o verde...aparecerás en mi memoria de una nueva forma y no podré quitarte de mi cabeza. Así funciona mi alma que se niega a olvidar la base de mi educación, de mi niñez y de mi vida completa. Justo esta, que ha dado tantas vueltas hoy me ha pedido una tregua para pasar unas navidades felices (para mí las mejores desde que te fuiste) y aunque ya no creo en nada...al menos dejarme llevar por las luces y la música y creer que los mañanas son posibles aunque no estés tú en ellos. La música, que me proporciona oxígeno para respirar y me mantiene vivo, a ella y a ti...les debo lo que soy, o al menos, en lo que me he convertido. Te quiero mamá, hasta pronto. 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

PUTO LOCO JODIENDO EL COCO

Este blog nació un domingo 23 de diciembre de 2007. En poco más de 10 días cumplirá 7 años. Todo comenzó cuando alguien leyó algunos de mis escritos de escapismo en los que canalizaba cualquier sentimiento o historia que me sucedía y los plasmaba en palabras. No solía ser de las personas que se exponía fácilmente y nunca mostraba lo que escribía a nadie. El blog comenzó cabizbajo, silencioso y más lleno de palabrería que de honestidad, exactamente lo contrario a lo que es hoy. El título viene de una canción de Vega que se llama "un par de locos" y yo la versioné convirtiéndola en puto (que intensifica el significado del adjetivo loco) y jodiendo el coco que me viene la mar de bien a mis horas perdidas intentando salvar el planeta dentro de mi cabeza. Nunca sirvió de nada darle vueltas a las cosas, pero esa es una parte de la persona en la que me he convertido. 
A día de hoy este blog contiene 872 entradas (siendo esta la 873) que se dice pronto y en ellas podemos encontrar desde entrañas desgarradas hasta críticas sociales de diferentes índoles. Este blog es una mezcla de muchos elementos: mis sentimientos plasmados en palabras, sensaciones adornadas semánticamente o trenzadas a elementos estilísticos que la embellecen (o no necesariamente), historias basadas en hechos reales, historias modificadas por necesidad del guión, historias tergiversadas para no revelar más información que la deseada, historias completamente inventadas que no tienen de cierto ni el título y un amplio abanico de narraciones más. Predomina mi fuerza, desesperación, indignación, mis ganas de decir las cosas altas y claras, mi vulnerabilidad, mis ganas de cambiar muchas cosas que no podrán ser cambiadas jamás y mi empeño de convertir granos de arena en montañas. Tristeza, este blog está inevitablemente manchado de tristeza. Yo, personalmente no considero la tristeza como algo negativo, sino un estado de ánimo que nos hace más verdaderos, más reales, más humanos. La tristeza es la musa que me incita a sentarme delante de esta pantalla. Ciertamente las páginas sin escribir de semanas vacías de entradas han sido por falta de tristeza; es ella quien me anima a escribir. 
Hace 7 años este blog lo escribía un proceso de hombre de 23 años que apenas sabía qué buscaba en el mundo. No esperaba nada y las decepciones lo habían llevado por caminos inescrutables para él. Aquel chico se miraba en el espejo mucho menos que hoy y nunca jamás había tenido continuidad, ganas, ni voluntad para continuar algo tan largo que durase 7 años. Para mí ha sido toda una sorpresa crecer con este blog. A veces me siento y releo alguna de las entradas que escribí hace años o incluso meses y apenas puedo decir que lo he hecho yo. Tiene mi esencia, mi color, mis pinceladas metafóricas...pero parece como si se hubiese ido de mí al plasmarlo en formato no humano. Otras entradas, sin embargo, siguen clavadas en mi memoria y grabadas a fuego en mi mente porque me llevan directamente al momento que las provocó. Así es el poder de las neuronas que todo lo pueden. 
En 7 años han ocurrido muchas cosas y este blog se ha llenado de historias, de decepciones, de desamores, de amores, de fuego, de lágrimas, de sudor, de mala suerte, de vida, de muerte, de autodestrucción, de ganas de abandonar, de ganas de luchar, de caídas libres, de olores, de cuerpos desnudos, de hombres que se pierden en hombres, de mujeres que se pierden en mujeres, de animales desdichados, de planetas malgastados, de tantas cosas que ahora mismo no podría enumerar...
Historias incontables que no se pueden testificar, confesiones guardadas sin llave que se escapan de los labios....7 años que son más de los que puedo decir que he dedicado a algo que seguramente no vaya a ninguna parte, pero que para mí se ha convertido en importante. Las metas que tenía puestas hace justo un año no han podido cumplirse del todo, pero la principal de ellas sí que ha podido ser: superar en número de entradas a 2013. Es cierto que 2014 no ha sido de los años más prolíficos de este blog, pero ha superado a 2013 con creces. Yo, con los años he aprendido que calidad es mejor que cantidad, así que con una gran satisfacción felicito a este blog por seguir aguantándome un año más y por cumplir los 7 que es número de maldiciones y supersticiones. Para mí, la única superstición es seguir aprendiendo en este proceso y poniéndome al límite, aunque muchas veces el tiempo, las ganas y la inspiración no me ayuden. Sin más, les pido que se queden a los habituales de este pequeño espacio e invito a investigar a los nuevos que acaban de llegar. Un abrazo. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

# KARMA

Hubo un momento en el que rumbo era una palabra desconocida para mí. Tiempo, justo lo que le faltaba a un alma trepidante y aventurera. Espacio, el que llenaba con buena compañia, un amor pasajero y un gato atigrado. La vida, parecía sacada de cualquier ensayo de autor barato. Los sueños no aparecían ni de cameo por las noches y yo, una figura que se quería poco, amaba mucho, y odiaba aun más. La memoria, lo que taladra cada uno de mis sentidos con regresiones de lo que no pudo ser; con flashbacks que pretenden herir destripando la más profunda de las entrañas. Mis ojos, carentes de humedad para soltar una sola lágrima se limitaban a mirar perplejos cómo la multitud gritaba una y otra vez: "¡insensible!". La verdad, nada más lejos de la realidad de aquella ciudad que estaba llena de gente, pero habitada por muy pocas personas. 
Los hechos, como en toda narración, siempre tienen tres versiones: la tuya, la mía y la que verdaderamente ocurrió. En mi reflejo gano yo, victorioso hundiendo a todos mis enemigos con el poder de la retórica. En tu versión eres el que me bate en duelo de la forma más letal dejándome como el peor de los enemigos de todos los tiempos. Gárgamel, a mi lado, una princesa en apuros. La realidad de la historia....lamentablemente se perdió en aquel momento. El ser humano, nos guste o no, es una máquina que repite constantemente momentos con diferentes protagonistas. Deja vùs eternos e infinitos con otros nombres y otras caras diferentes rodeados de buen sexo con el que descargar en cualquier momento de soledad.
Así, la manta era mi amiga de los domingos, una taza con grietas me guardaba los secretos más profundos y un felino curioso decoraba el paisaje cabizbajo. Los días pasaban como en una serie de audiencia mínima que apenas se mantiene con el capital de un terco director. Los productores, despedidos por falta de fe miraban desde la retaguardia en la casa del vecino esperando el fracaso de la telenovela más rocambolesca e impredecible que se haya visto nunca. Los espectadores, absortos en la trama de la historia nunca se dieron cuenta que eran los personajes secundarios del evento que más que una tragicomedia se convertía en una masacre de palabrería barata e inconsolable.
Hubo un momento en el que los nortes se perdieron, las direcciones eran confusas y las flechas apuntaban hacia muchas direcciones. El amor, solamente visto en películas o leídos en novelas de segunda mano. La amistad, se mantenía en línea al otros lado del teléfono para que no decayera ni un sólo segundo de mantenimiento semanal. Las formas se perdieron en los cuerpos, en las habitaciones, en dos ciudades unidas por aviones. Las bacterias infectaban cada una de las frases de formas inimaginables y las mentes débiles tragaban palomitas a la hora del té, porque ya las cotufas habían pasado de moda. Yo, como mero superviviente del naufragio me declaro en tregua, con bandera blanca y paz mental. El resto...si se atreve...que siga tirando piedras a un tejado que seguramente...en un futuro...sea suyo propio. 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

ÉRASE UNA VEZ UN HOMBRE A UNA NARIZ PEGADO

Y de pequeño era esquelético y malhumorado. Extremadamente serio, a la vez que tímido. Mi voz de pito delataba mi futuro destino. No sabía en qué me convertiría, no pensaba lo que la vida me reservaba. Muchos me envidiaban por mis 10 infinitos y mis interminables sobresalientes. Nunca fallaba, lo sabía todo y era lo único que tenía garantizado...mi 10 en el colegio y mi 0 en la vida. Era tan inteligente y maduro como sensible. Entonces empezó a crecer...no mi cuerPo, sino mi nariz y varios adjetivos salían de bocas ajenas tachándome de todo. Feo, porreta, narizudo... Yo no tenía ni idea, pero un día al llegar a casa me miré en el espejo; bastó con abrir las compuertas del mueble del baño para ver el objeto de burla. No quería asumirlo, pero tenían razón...mi nariz era grande, muy grande....y yo era pequeño...muy pequeño. Un contraste peligroso que me taladraba en el cerebro. Así que me aislé, me cubrí de una tela impermeable para que no me hicieran daño. Aun así me veía feo, imperfecto, incorrecto, desproporcionado, castigado por la genética, por la historia, por el destino. Fue así que pasé los días buscando quien me dijese qué iba a pasar conmigo."Érase una vez un hombre a una nariz pegada", esa frase que marcaría niñez y adolescencia. Palabras hirientes venían de amigos, enemigos, conocidos, hermanos...directa o indirectamente herían y mucho.
Lo que yo no sabía es que al igual que mi nariz yo también crecería y de muchas otras formas que los demás no harían. Me volví fuerte, rebelde y descarado. No me avergonzaba de lo que era y decidí ponerle rienda a mi camino. Me convertí en lo mejor que pude ser, que resultó no ser otra cosa que yo mismo, lo único que sé ser, que puedo ser. Deseé tanto no tener esa nariz, poder ser mayor de edad para operarla y borrarla para siempre. Maldecía la crueldad de los niños, la maldad de los adolescentes, la burla de los adultos. Finalmente pasaron circunstancias, consecuencias, desdichas que transformaron mi mundo en algo nuevo, fascinante, aun por descubrir...y me adentré a vivir. Me perdí en los libros que desde siempre han sido mi refugio, me marchaba al ritmo de la música que me fortalecía y comencé a caminar por la vida. Sin miedo a nada y tenía el firme objetivo de ser feliz. Ya convertido en hombre asumí que una nariz no es más que una nariz, que las palabras se las lleva el viento y que los defectos al final no son tan malos. Lo bonito de ser imperfecto, el arte de lo abstracto, el poder de lo diferente. Me creció barba, me convertí en adulto y aunque grande mi nariz ya no destacaba tanto. El patito feo dejó de serlo y aun lejos de convertirse en cisne....se conformó con poder emprender el vuelo mientras el resto de patos se conformaba con ver el fondo del mar. Yo, sin embargo, miraba al cielo. Ya tenía una razón para hacerlo, una nueva estrella que me vigilaba y me protegía y así fue como solo y sin escudo me enfrenté a vivir en el mundo. Aprendí con palos, patadas y puñales. Escapé de guerras, batallas y ofensas. Supe perder, pero también pude ganar. Las victorias me enseñaron que soy capaz de todo...las derrotas me enseñaron a convertirme en mejor persona. Y hoy, después de muchos años...aquellos patos siguen con la cabeza bajo el agua viendo el fondo del mar...lo único que los mantiene vivos. 

PUERTA NÚMERO 32

En aquella casa que respira tu perfume no queda más que un puñado de colores desteñidos por la falta de luz. La puerta, entreabierta ya, es la única que espera por si te decides a volver desde el lugar donde estarás. Ventanas que airean un corazón cansado de esperar el beso que nunca llega y que tenía que robar por caridad. Ahora miro al espejo, veo el reflejo del cuerpo que dejaste de tocar, que ahora se fortalece al llenar los pulmones de aire nuevo. Renovar alma, cuerpo, mente, espíritu, corazón y agallas, sobre todo agallas es mi nuevo pasatiempo. Cerrar puños, elevar barbilla, ampliar boca y mirar al horizonte es lo que me acompaña en tu final. Se rumoreaba que sin ti no hay vida, pero vida es lo que acaba de comenzar. Y si no tienes paradero no seré yo el que te trate de buscar. Sin baldosas amarillas, sin migajas de pan para la vuelta, sin cesta de manzanas para ti se acabaron los cuentos que contabas con finales tergiversados donde el bueno acaba mal. En mis historias son los malos que no tienen buen final. 
Puedo probar que en la oscuridad se puede respirar, y con una chispa se ilumina hasta la más oscura inmensidad. Hasta una cerilla es más poderosa que los recuerdos que ya no tienen lugar en mi cabeza. Ya no recuerdo tu nombre ni tu forma de besar, se terminó el romance que para ti no fue más que un entrante que con un bocado se termina. Viento que ya no te llama, agua que no te vuelve a limpiar. Tiempo que ahora pasa por delante de mí cuando camino solo por mi camino. Cicatrices que se van a borrar de no mirarlas, que la despedida no ha podido marcar un poco más. El cielo será ahora quien te cuida o aquel con cerebro de alquitrán. Se cerró, se acabó, terminó el color desteñido del baúl que no contenía más que mentiras llenas de palabrería que ya no creo nunca más. Azules que se borran con manchas de rojo, no de amor, sino de sangre que se derramó cuando yo creí que conocí a una persona de verdad. Verdes y amarillos que ahora impregnan mi futuro, que lo alegran con sonrisas y nuevos proyectos que volarán hasta donde yo decida flotar. Y la puerta...aquella absurda puerta...será la única que vuelva a quererte esperar. 

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE