jueves, 31 de enero de 2008

¿QUIEN COJONES ES MURPHY?

Posiblemente haya muchos seres humanos llamados "Murphy" en este planeta, pero solamente uno descubrió que la vida no se basa en simples casualidades. Todo, absolutamente todo, tiene su excepción...incluída la suerte.

Todo comenzó con esa famosa tostada que se le cayó al suelo al tal Murphy, y tras varios intentos...todas ellas caían por el lado de la mantequilla (o mermelada, o nocilla...). De ahí usaría el archiconocido "eureka"...y surgirían una serie de leyes que formarían una especie de religión. Una biblia para desesperanzados e ingenuos que se dedican a buscarle razones a lo imposible.


Teorías universales que avasallan a la humanidad con su certeza y su humanidad. La prueba está en un día normal de una persona normal:

"Santiago tiene que despertarse a las 6 de la mañana como todos los días. De hecho, su despertador suena a las 6 de la mañana todos los días. Lo que pasa es que hoy es un día especial porque hay mucho trabajo y vienen los jefes de Madrid. Pues justo hoy, no ha sonado el despertador de Santiago porque casualmente, se ha quedado sin pilas. A las 8 de la mañana llama el jefe de santiago muy enfadado porque no ha llegado a trabajar a su hora.

Hace un día soleado, pero justo cuando Santiago sale a la calle, empieza a llover, y cuando llueve, no llueve...sino que diluvia. Santiago llega sucio y mojado al trabajo (obviamente con tanto sol, no pensó en llevar un paraguas).

Para quitar hierro al asunto, Santiago suelta algunas bromas. Como siempre pasa en los momentos menos esperados o deseados, todos se toman las bromas en serio. Santiago quería escribir pero no encontró el bolígrafo, cuando le prestaron uno, ya no tenía papel, y cuando encontró papel...ya no se acordaba de lo que iba a escribir. Sabía perfectamente que la experiencia se consigue cuando ya no necesita.

En su despacho esperaban los jefes de Madrid. Santiago llegaba justo de tiempo y mientras el entraba en la recepción, ya los jefes se acababan de marchar por la puerta trasera. Nunca se encontraron. Así son las cosas del destino.

Solamente hay un autobús a las 6, y es justo el que Santiago pierde. Decide comprar un paraguas, pero la tienda hoy cerraba más temprano (inventario). Se fue a comprar unas cholas. Ahí estaban sus favoritas que estaban en todas las tallas...menos en la suya. Lástima.

Llega tarde a casa y decide llamar a su madre. La primera vez comunica, tras varios minutos llama de nuevo. Esta vez contestan, pero se había equivocado de teléfono. Vuelve a marcar bien y comunica. Se mete en el baño y mientras se ducha, suena el teléfono. Sale corriendo, pero cuendo contesta ya han colgado. Moja todo el suelo y de paso, la calefacción. Busca la garantía, pero lamentablemente había caducado ayer."


No es mala suerte, es la ley de Murphy. Siempre esperando en cada esquina.

Las que son faltas el árbitro no las pita.

Los que viven cerca siempre llegan tarde.

La bolsa que se rompe siempre es la de los huevos.

Si hemos visto un capítulo de una serie, cuando volvamos a verla, será justo ese mismo capítulo. Los que planean cosas, luego van aparte.

Todas las averías ocurren el día libre del fontanero.

Llegues a la hora que llegues, siempre habrá alguien en la cola.

Nadie es tan feo como en la foto del pasaporte.

Los dolores de muelas siempre empiezan los viernes por la noche.

Vayas por donde vayas, siempre es cuesta arriba.

Si hay tiempo no hay dinero y si hay dinero no hay tiempo.

Muro construído, muro que se derriba.

Si algo parece fácil, es difícil, y si parede difícil es imposible.

Los charcos más pequeños son los más profundos.

Para limpiar algo, hay que ensuciar otra cosa, pero también se puede ensuciar todo sin llegar a limpiar nada.


Un sinfin de leyes que forman parte de la vida humana y hacen que los cabreos cotidianos tengan un punto de partida y una raíz inexorable.

martes, 22 de enero de 2008

ESCANDINAVIA SOBRE MÍ


Los habitantes de los paises nórdicos siguen siendo un misterio para la humanidad. Nadie sabe cómo soportan temperaturas tan bajas o el porqué de seguir en tierras tan inhóspitas. No es un tema del que se suela hablar normalmente, pero tarde o temprano sale a la luz.

Sus rostros carecen de mueca, de vida, de sentimiento. La mirada perdida hacia ningún lugar, y los ojos tan claros que llegan a ser como el agua, incoloros, insaboros... Están como sacados del cuadro de la mona lisa, sin tristeza, sin sonrisa, sin rabia y sin pena. Esperan al autobús como todos los demás, comen, beben, se mueven, pero ni sienten ni padecen. Como si el hielo hubiera hecho mella en sus almas. Son seres inanimados que carecen de ganas. Pasean por el mundo como si la vida no fuera con ellos.

No se sabe si es el viento del norte que trastorna los sentidos, o quizás los grados bajo cero que congelan cualquier gota de vivacidad. Esas pocas horas de luz o la lejanía del sol. Tanta oscuridad o la noche que entumece. Nieve, hielo, lluvia. Reclutarse en bares, en sus hogares. Perder las ganas de salir a la calle, cargar tanta ropa. Perderse las cosas hermosas de la naturaleza, las estaciones, los animales, todo.

Escandinavia paraliza, detiene... peor que no sonreír, peor que estar muerto. Arrancar de cuajo todo, pero manteniendo la integridad. Seguir adelante como máquinas artificiales. Inteligencia artificial, sentimientos artificiales, muecas artificiales. Corazones de hielo, prisioneros del frío.

Caretas blancas con ojos claros, pelo rubio largo con cuerpos escondidos. Sin admirarlos, sin conocerlos, sin usarlos, sin tocarlos. Escandinavia mata.

Pagando el precio por haber nacido tan cerca de un glaciar, junto a un puñado de escarcha.

Resignación. Sin queja, ni enfado. Aceptando lo único que conocen, esa única forma de vida con la que han vivido toda su vida.

Paisajes de ensueño que todo el mundo desearía saborear...durante varias semanas. Nunca durante una vida entera.

Pieles endebles al sol, que se queman, escuecen, se esconden del calor si cambian de trópico. Escandinavia mata.

Todo muy bonito, increíble, maravilloso, pero al sentarme en el tren rodeado de nórdicos, un escalofrío me reveló su secreto. No es mala suerte...es Escandinavia

sábado, 5 de enero de 2008

ACHINET


Nació de la pasión de un inmenso volcán, que endureció su cuerpo hasta dar vida a una tierra sin igual. Se oscureció para protegerse de todo mal, y decidió asentarse en medio de los siete mares del huracán.


Sol en invierno, sol en verano, y sol en Navidad. Sol en otoño, sol en el cielo y sol más allá del mar. Alicia controla los elementos para que la humanidad pueda vivir en paz, y las vecinas se mantienen unidas para que nadie corrompa su portal.


Rodeada de un olor azul que cubre con belleza el lugar, donde fauna y flora, y la humanidad entera, tienen espacio para respirar. Montañas, laderas y llanuras sin final, que provocan cierta alegría al contemplar.


Pasa el tiempo y vamos matando su hábitat, cubriéndola de materiales que no tienen espacio entre su alma. Tirando objetos que aniquilan su larga vida, que ya nunca más volverá a ser infinita.


Se vió con el corazón roto de dar y sus ojos nunca pararon de llorar. Esperando en la orilla alguna ola del mar, que venga a llevarse tanta corrupción de su lugar. Ausentándose en las entrañas de la tierra para no ver lo que los invasores hacen con ella.


Ha teñido de negro cada uno de sus despertares, por una independencia que reclama a caudales. Pagando el precio de la ignorancia y la inocencia, se ve sentada en el océano, con su cuerpo obligado a llevar harapos de indecencia.


Vivió con ansias de crecer, de ser famosa y eterna. Pagó con creces el precio de la ambición sin apenas tenerla. Sufriendo el paso del tiempo que la dejó desteñida en un rincón, sin apenas seres para velarla.


Cerrando el círculo del sufrimiento eterno...pidió el olvido y el destierro de este mundo enfermo. Echando de menos los años del pasado, que la habían elevado hasta el más alto del universo, y en poco tiempo la habían castigado.


Respiró las raíces que la vieron nacer, mientras sus tierras se dormían queriendo perecer...


jueves, 3 de enero de 2008

MURIENDO ASÍ, TENGO QUE EMPEZAR A VIVIR....

Cuando tenía 6 o 7 años,recuerdo tener ciertas conversaciones con mi hermana sobre el origen de le Tierra, de dónde vienen las personas y por qué tenemos sol. Recuerdo que era una persona bastante curiosa y cada vez que abría la boca era para hacer una pregunta. Una de las conversaciones que más me marcó fue sobre la muerte. Mi hermana me lleva 11 años, así que ella tenía bastante más experiencia que yo, y mis padres siempre procuraban evadir mis preguntas con un "pues no sé" o "pregúntale a tus hermanos". Desde que me respondió a la primera pregunta, ella se convirtió en "profesora".

Le pregunté por qué las personas morían y qué hacían después. Ella me respondía diciendo que todos tenemos que morir porque la vida es así. Cada uno tiene su momento y Dios decide llevarse a cada persona cuando cree que lo que ha hecho en la vida ha sido suficiente. Complicado de entender para un niño tan pequeño, pero complicado de explicar también.


Una gran responsabilidad que me llevó a la siguiente pregunta, ¿para qué vivimos entonces si tarde o temprano vamos a morir y todo desaparece? Esta fue aún más complicada de responder. Tanto, que no recuerdo la respuesta. Son vagos recuerdos de mi infancia que me cuesta descifrar. Solamente recuerdo que terminé llorando en la cama sin saber por qué.


Desde pequeño, la muerte ha sido algo que me ha llamado muchísimo la atención. Me preguntaba cuándo sería mi hora, y la de mi familia. A medida que me hacía mayor, las preguntas se complicaban y se vonvían más y más complejas. Me cuestionaba el sentido de la vida, el percibir las cosas, la vida después de la muerte, el cielo, el infierno, la religión... todo lo que podría estar conexo con el tema de la muerte. Normalmente me respondía yo mismo a mis preguntas y creo que ésa es una de las razones por las que me como tanto la cabeza con ciertas cosas.


Cada año pedía de deseo que mi gente no se muriera y salud para todos. Quizás por cosas del destino, porque estaba o no escrito, o simplemente porque sí, ocurrió algo inesperado y que me pilló totalmente desprevenido. Cuando veo pasar una muerte cercana y a la vez me hace crecer a la fuerza, ya me planteo de otra manera las cosas. Cuando se ha ido un pilar imprescindible en mi vida, y me doy cuenta que en esta vida, nadie es imprescindible, veo la muerte desde otra perspectiva. A partir de ese momento todo era más previsible, todo era más cercado, todo era más real. Si antes no me daba miedo pensar en la muerte, ahora hablo de ella como algo de lo más normal.


En los días que tengo de autoevaluación, mi mente vaga por sitios insospechados y se pregunta un sinfin de cosas que, quizás tengan su sentido o no, pero que por alguna razón me preocupan. Me preguntó el por qué de la sociedad. Por qué nos dedicamos a coleccionar cosas (ya sean llaveros, postales, relojes...) durante toda una vida, si cuando nos hayamos muerto van a ir directas a la basura o a algún rastrillo semiurbano. Y después de todo, nunca le prestabamos a esa colección que estaba guardada en una caja desde que la empezamos. Me pregunto de qué nos sirve comprarnos más y más cosas, cuando podríamos emplearlos en otras cosas más útiles o para ayudar a otras personas, que posiblemente nos llene mucho más. Me pregunto el por qué del egoismo, del materialismo, superficialidad o consumismo.


Me paso la vida esperando y lo único que veo pasar es la vida. A veces arrepintiéndome de vivirla porque lleva tiempo vacía. Pero siempre sin sucumbir a la muerte o darle ese placer de que me lleve con ella tan pronto. Me dedico a aprender lecciones y a disfrutar esas temporadas altas para satisfacerme. Sin comprar sillas en las que nucna me voy a sentar y sin llenar mi habitación de figuras que solamente voy a tocar para limpiarlas.


Al final veo la muerte como algo de la vida, algo cercano algo cotidiano. Tanto mi experiencia, como en mi trabajo he tratado con ella muy de cerca. A veces pienso que me ha dado ese toque de insensibilidad que me caracteriza en ciertos momentos, pero llegar hasta aquí, después de todo, no hubiera sido posible de otra manera.

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE