YELMO CINEPLEX MERIDIANO

Por si fuera poco tener que pagar 7'50 euros para poder ver una película en el cine, una botella de agua pequeña cuesta casi tres euros y en un euro de golosinas no veremos más de 6 pastillas de goma. Mientras hay que caminar entre un suelo lleno de cotufas que es imposible esquivar, después de haber hecho una cola imposible en las taquillas.
La gran mayoría de las veces la película empieza unos 10 minutos más tarde, o se empieza a entrar en la sala cuando la película debería haber empezado. Y más grave aún, ha habido veces en las que hay tanto retraso que los clientes acaban de entrar entrar en la sala y directamente ponen los anuncios para que no se les retrasen los siguientes pases. Todo esto se debe al servicio de limpieza que tienen más que amortizado. Cuatro chicas que van corriendo como locas de sala en sala barriendo cotufas infinitas con la presión de saber que tienen menos de tres minutos para hacerlo. Lo que los clientes no saben es que los porteros-acomodadores del cine también tienen que entrar en las salas sucias para quitar cartones de palomitas y vasos de refresco y tirarlos a la basura (porque sino las chicas de la limpieza no terminarían jamás de limpiar). Está de más decir que en el contrato de los porteros-acomodadores no aparecen las labores de limpieza ni otros tantos que tienen que desempeñar, como el de preparar cumpleaños entre otros.
Uno de los baños siempre está "out of service", y el otro solamente lo limpian una vez al día. Siempre se gasta el jabón, y como intentes tocar el tubo del secamanos para ponerlo derecho tendrás quemaduras de tercer grado ipso facto (yo me salvé ayer porque tenía las manos mojadas, pero aún hoy me duelen).
Cuando hablamos de sueldo me da la risa. Si alguien quiere trabajar de portero-acomodador debería saber que con un contrato de 30 horas en Yelmo Cineplex se cobra menos que con un contrato de 20 horas en McDonalds (experiencia propia). También ha de saber que tiene que estar de pie sin moverse la gran mayoría de los días (excepto los fines de semana que es cuando se acomoda a los clientes) y tiene prohibido cruzar los brazos, apoyarse en cualquier tipo de superficie, meterse las manos en los bolsillos o hablar con cualquier persona ajena al cine durante más de cinco minutos.
También hay que prohibir que se cuele comida comprada fuera del cine. Esto implica que recibas insultos e incluso que te tiren la bolsa de comida y te digan que te la metas por el culo (también experiencia propia). Y todo por una norma interna de la empresa, que ni siquiera es una ley en toda regla. Así que o escondes la comida antes de entrar, o te gastas otros diez euros en unas cotufas y un refresco.
Por no mencionar que como alguien te esté molestando dentro de la sala, o se escuchen risas, o gente hablando tendrás que salir fuera y volverte loco buscando al responsable para que luego entre en la sala y todos se queden callados y te hayas perdido 15 minutos de la película. La sala se revisa la friolera de 30 segundos por película, así que hay que prestar mucha atención si queremos solicitar los servicios del cine durante la película en la propia sala.
Cuando se trabaja de portero-acomodador hay que ser consciente de que entre semana, después del último pase los chicos del bar se van y solamente se queda el portero-acomodador para abrir todas las salas, estar pendiente de revisarlas para que no quede nadie dentro y procurar que nadie se cuele en las instalaciones del cine (algo difícil de conseguir, ya que más de una vez entraban "kinkis" o algún flipado y se colaba en el baño o se ponía a molestar al trabajador. La pregunta es ¿y no hay un responsable? Sí, claro que lo hay, pero estará en el despacho haciendo sus gestiones. En conclusión, es preferible ahorrar presupuesto en contratación y pagar sueldos míseros a velar por la seguridad e integridad de los trabajadores y que se sientan cómodos en su puesto de trabajo. Mejor no mencionar a los gerentes que te hacen sentir como si fueras una cenicienta en un palacio y cuando paras a alguien con comida del exterior y piden hablar con algún superior, éste les da la razón y los deja pasar con la bolsa dejando al portero de imbécil. Y mejor que no tengas ningún tipo de conflicto de cualquier índole con alguno de los "intocables" de la empresa porque no te preguntarán tu versión de la historia, sino que te llevas la sorpresa de que al finalizar el contrato no te lo vuelvan a renovar y ni siquiera te den un motivo. O mejor aún, te envían un burofax a casa en el que reza que prescinden de tus servicios. Bienvenidos al fascinante mundo de Yelmo Cineplex Meridiano.