Sin duda alguna el cumpleaños más doloroso de la historia de mi vida. Con post-operatorio incluido y más que reciente. El día se presentó complicado. A las 9 y media me dieron el alta y caminando como un anciano de 90 años llegué a casa. Más dolorido que nunca y con ganas de aislarme y que me dejaran en paz. Quería desaparecer para no estar acostado boca arriba otras 24 horas seguidas porque parecía que la espalda se iba a quebrar y mi escoliosis me decía que moriría en cualquier momento. Finalmente sobreviví.Almuerzo familiar en casa con regalos y tartita, aunque estaba casi que convaleciente del dolor, pero poco a poco se fue pasando. Siesta breve y visita de la Ro, el Ra, Cristo, Nadia y Castro. Con otra tarta (de limón) y toda una tarde de juegos de mesa que me hicieron el rato más que agradable.
Fran se merece una medalla de oro gigante por aguantar mis malos ratos y por alcanzarme todo lo que le pido y hacer todo lo que le digo. Ciertamente yo solo no hubiera podido hacer nada de nada. Así que le debo una bastante grande.
El móvil no dejó de sonar en ningún momento, mensajes y llamadas a decenas con felicitaciones y palabras de apoyo. El facebook desbordado de comentarios y mensajes privados y más de cincuenta e-mails en mi bandeja. Sin duda ha superado todos los años anteriores y cualquiera de mis espectativas. Momentos en los que ves que la gente te aprecia y que hasta los peores momentos tienen su rayito de sol.
Mil gracias a todos.
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