Una de estas mañanas, en las que no esté especialmente cansado, buscaré ese lugar y me quedaré en esa calle en la que encontré la buena suerte por primera vez. Me llevaré un puñado de libros y una manta para el frío. Me sentaré en la acera y esperaré. Igual doña suerte vuelve a pasar y viene de nuevo a mí.
No importa lo que digan sobre mí los que me vean al pasar. Me da igual si viene la televisión y me quieren entrevistar. Yo permaneceré ahí sentado leyendo, mientras levanto la mirada de vez en cuando por si te veo pasar.
Tarde o temprano pasarás por delante de mí, no importa si por casualidad o ya estaba predestinado así. Yo seguiré en la misma acera pensando en ti, y de aquí no me moveré. No voy a comer, no voy a dormir, tan sólo esperaré.
Quizás me llamen el loco de las patillas o el flipado del lunar, pero de aquí no me moveré. Seguiré esperando en aquella calle donde una vez me recogiste al pasar, así que de aquí no me moveré. Espero que no tardes en pasar…
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