Canarias, lugar paradisíaco para muchos, destino de viaje perfecto con sol, mar y playa. Bonitos paisajes y gente calurosa y agradable. Siete islas, cada una con su encanto natural, y otros tantos islotes que visitar si queremos cambiar de aires. Qué suerte vivir aquí...
Qué suerte vivir aquí, ajenos a terremotos, tsunamis y tornados. Sin atentados de ETA, ni ningún otro tipo de tragedia que vaya más allá que unos malos tratos o una pelea callejera. Qué suerte vivir aquí...
Muchos canarios ignoran el término "calentamiento global", otros tantos no saben que existe una "lluvia ácida" y otros creen que la caza de focas o de especies en peligro de extinción, al fin y al cabo...es inevitable.
Al menos sentirnos un poco agradecidos por el clima que nos ha tocado, por el lugar en el que vivimos y por estar algo alejados de todas esas catástrofes que cada año azotan tierras desconocidas. Como mínimo cuidar nuestras islas y estar orgullosos de que su belleza forme parte de nuestras vidas.
Preocupados por hipotecas, amoríos y botellones, la población canaria parece vagar ciega ante lo que concierne al mundo y parecen ignorar que Canarias también forma parte del mundo, y debemos cuidarlo. Difícil es la proeza de cuidar un planeta, pero al menos que fluya esa mínima preocupación por lo que nos rodea.
Siempre tendiendo a relacionar todo con la economía del país, el dinero, y nosotros mismos. El egoísmo queda claro, pero...¿realmente estamos concienciados? Aparentemente no. Después de todo, ¿qué más da? Seguiremos preocupándonos por estar monos para ir a la playa en verano y compraremos todos los complementos más chic del mercado cuando se acerque el invierno. Así funciona el paraíso isleño y sus gentes.
1 comentario:
Aquí no está concienciado, ni el político de turno, normalmente adscrito a las listas d CC, ni el ciudadano de a pie, al que sólo le engatusan, como ya es costumbre, con romerías, fiestas, tradiciones mal entendidas y fuegos artificiales porque... aunque no lo queramos... Canarias, por muy bonita que sea, sigue estando repleta de ese ruralismo, estupidez y cerrazón que ahoga las mentes de los isleños y que de paso nos hace pensar que somos el centro del mundo, cuando realmente somos casi que el culo (aunque un culo de puta madre eso sí). Y así nos va, y así seguimos viviendo de las rentas de un turismo que hace años atraía la mirada de toda Europa, y seguimos predicando sin mantenernos en la cresta de la ola y hundiéndonos cada vez más en la construcción sin estilo, en el barracón de cemento, en la macroautopista, en el circuito de F1, en la marcha nocturna de Las Verónicas y demás chorradas sin darnos cuenta que lo único que hacemos es cargarnos nuestra singularidad, que al fin y al cabo es lo que atraía a la gente a nuestra tierra, puesto que destinos con sol y buen clima por 4 duros los hay a punta pala...
Así que vamos a seguir disfrutando de las rentas que nos dejan los alemanes e irlandses de clase media baja que disfrutan de hamacas de plástico y crema solar por el día y de litros de cerveza y after sun por la noche mientras podamos...
Me quedo con la estadística que no viene másque a ejemplificar la "BURREZ" a la que nos aproximamos: Canarias figura como una de las comunidades autónomas españolas a la cola en educación, mientras el Gobierno sigue gastando el capital público en autovías casi innecesarias, anillos insulares, puertos de granadilla y Fonsalía y demás mierdas que sigan generando puestos de trabajo en el sector construcción, que no fomenta el pensamiento crítico sino la mano d obra básica y fácil d manejar a la que contentarán con fuegos de artificio y romerías y dmás mierdas, mientras los profesores se quejan por una ducación de calidad para un alumnado que, hoy por hoy, no termina los estudios básicos en un 50%, pues se van al mundo del cemento, a cobrar sueldazos desd los 18 años para comprarse los sellazos, la cadena y el buga tuneado donde sientan a la Jenny de turno, y se olvidan de cultivar un poco lo que tienen encima de los hombros.
Así no hay ni habrá conciencia, ni una Canarias sostenible, ni una Canarias de turismo de calidad, sino Jennys y Cathaysas montadas en moto con sus maromos wistrolados de camiseta Giorgio Armani.
A la que pueda, me vuelvo a largar cagando leches de un PARAÍSO descubierto, conquistado y destruído para disfrute de imbéciles y desdicha de unos pocos...
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