Espera en aquella orilla a que llegue alguna botella con un mensaje a descifrar, o algún barco con capitán que sueñe con volar. Sigue mirando al horizonte por si las olas le guían su camino, su paradero...por si de alguna manera puede ver reflejado en el mar al hombre de su vida. Quizás viva en otro país no muy lejano y su destino se está aproximando. "¿Cómo será?" se pregunta ansiosa...
En un baúl teñido de tonos caoba guarda lo que el tiempo le proporcionó para luego robarle. Un puñado de corazones con colores diferentes, con miles de intensidad de latidos, cubiertos de venas por las que fluyen memorias que ya casi han desaparecido en el olvido, pero ella no puede deshacerse de tantos momentos. Es imposible que alguien olvide tales sensaciones que se convirtieron en felicidad pura con ilusión renovada.
Pobre mujer a la deriva sin timón ni brújula, qué será de ella en un mundo de oleajes infinitos con cometas inestables, ya húmedas y sin fuerzas para volar. Nunca sabrá si podrá aferrarse a aquel globo gigante verdoso que algún día llegó a sobrepasar su propia existencia...pobre mujer que amasa el aire...

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