Soy de los que piensa que todo en esta vida ocurre por alguna razón. Igual es un consuelo de tontos para justificar las tragedias que me ocurren desde hace ya casi diez años, pero me gusta pensar que si estoy aquí y ahora, siento tal como soy es porque algo me está esperando en algún otro lugar. Puede que todavía no esté preparado del todo para mi destino final, aquel que sigue aguardando a alguien como yo.
Cuento con que la vida me vuelva a reunir con alguien del pasado para completar alguna especie de círculo que quedó abierto. También imagino esas caras ahora oscuras y sin rostro que conoceré de aquí hasta el día en que me vaya de esta dimensión, y después del fin habrá otro principio para mí. Las despedidas forzadas que me han obligado a sufrir, y los demonios contra los que he tenido que luchar en forma humana, de enfermedad, de carencia, de falta.
Los corazones rotos, el mío pegado a pedazos, las cicatrices que siguen en mi piel, las heridas que aún duelen, mi alma destrozada a ratos, mi puzle incompleto, mis neuronas en decadencia, mi mente anarquista-democrática, mi inocencia selectiva...todo forma parte de un plan maestro que está por llegar. Los cuadros colgados de la pared, aquella caja escondida llena de recuerdos, el tiempo que he perdido encontrándome a mí mismo en ningún lugar especial...siempre yo caminando detrás de mi propia sombra.
Pues sí, creo que aquello también ocurrió por algún motivo, por alguna causa que todavía desconozco y ni siquiera se si en algún momento lo descubriré. Posiblemente se debe a cada lección que he aprendido en estos ya 27 años que se me quedan largos para la vitalidad que queda dentro, en cada una de estas palabras que se escriben y borran en un blog personificado con collages de mis entrañas...incluso este blog que a veces es lo único que tengo...sigue aquí por algo...
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