Un despertar natural...con el ruido de la calle, con la luz de la ventana...sin despertador, sobre todo sin despertador. Un buen desayuno leyendo una revista. Ir a recoger a un amigo para unas horas de sol en la playa que finalmente se convierten en un cortado en cualquier bar de Tacoronte. Sin sol y con frío no hay playa. Una buena conversación sobre nuestro pasado, sobre cómo se creó este presente. Una charla sobre metas, esfuerzos, intereses...un rato agradable. Varias llamadas interesantes, de mi padre, de mi hermana, de mi amiga. Actualizándonos, comentando las jugadas del día a día, las penas, las glorias. Una película en el sillón, abrazado a la persona que quieres. Sintiéndome seguro, afortunado.Un rato de lectura en silencio, en soledad, sintiendo el papel en mis manos. Un despertar de noche con los gatos aplastándome, diciendo que no me mueva, que así están calentitos. Un risk en el ordenador, con una derrota a la mochila que sabe a victoria. Una cibercharla con un colega que parecía que no terminaba de arrancar y arrancó. Amoríos del pasado desvelados y una segunda parte colgando en el aire para otra ocasión. Un buen rato con alguien no tan cercano, que siempre hace bien. Un buen tío. Unas cabezadas que me dicen "ya es hora de dormir" y me dirijo despacio hacia la cama...¿Por qué no?
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