miércoles, 21 de abril de 2010

MI TIENDA

Vendo un puñado de historias sin terminar que pudieron ser cuentos de final feliz y se convirtieron en pesadillas taladrasentidos que viven en mi cabeza. Nunca entendí por qué acabaron así, si fui yo el culpable o la víctima, pero no las necesito más aquí.
Vendo las pocas neuronas que me quedan de tanto pensar en todo y nada. De comerme la cabeza de forma gratuita sin apenas ser consciente de ello.
Vendo el momento más triste de mi existencia en el que todo lo que fui dejó de ser, todo en lo que creí desaparecía en una madrugada y todo lo que quería ser se desvaneció del fondo de mi ser. No importa si soy lo que soy por lo que viví, pero no necesito más lágrimas que inunden mi almohada al intentar dormir.
Vendo las traiciones de los más amados, las mentiras de los más queridos, los engaños de los más apreciados. Vendo a todos los traidores que han pasado por estos últimos quince años y que no quiero volver a recordar. Vendo también a los que no me eligieron sin dar un por qué, a los que se fueron al otro lado del río porque la hierba paracía más verde y a los que dijeron que sí cuando pensaban que no.
Vendo las historias de tres que siempre tanto he odiado. Las relaciones sin terminar del todo, las despedidas que esperé y nunca llegaron. Vendo a los amantes de los amados, a los amigos especiales de los enamorados, a las futuras parejas de mi pasado.
Vendo las entradas de aquella película que me negué a protagonizar, en la que el malo acaba mal. Vendo las butacas en las que nunca me quise sentar, los tráilers que nunca quise ver pasar y los anuncios que hablaban de lo que para mí no era normal
Vendo lágrimas de historias sin final, de tragedias que perdurarán, de pérdidas que se pudieron remediar. Sin despedidas que contar, sin abrazos que quedaron por dar, sin rimas que pudieran gustar.
Vendo el conejo con levita que perseguía de pequeño, las burlas constantes que soporté por risueño, los días que malgasté con todo mi empeño, porque durante años no fui nada, tan sólo pequeño.
Vendo el poco sentido que me queda, los años de mala suerte que me avalan, las 354 entradas de este blog que a día de hoy no me ha servido para nada. Vendo las arrugas que empiezan a salirme en la cara, el tiempo que he malgastado esperando a cualquiera que pasaba, a los que nunca se paraban, a los que dijeron que volverían y al final nunca estaban.
Mi tejado, mi sillón, mi lámpara, mi repisa de libros, mi cortina del baño, mi mapa del mundo entero, los cientos de malos recuerdos que me quedan, la nostalgia que me persigue día y noche, los libros que hablan de historias inverosímiles que creí que me pasarían, los amigos que me apuñalaron mientras dormía, los que vinieron y se fueron, los que nunca se quedaron, lo que no fueron capaz de valorar...a todos los vendo.
Vendo mi primera comunión, la boda que nunca tendré, el día de mi funeral. Vendo las corbatas que nunca me he puesto, la colonia que se evaporó en el baño, el teléfono que se murió de tanto no sonar. Vendo las leyes que nunca seguí, las plantas que nunca regué, las frases que nunca escribí. Hoy vendo lo que soy, lo que siento, lo que veo, vendo lo que no quiero, lo que nunca quise, lo que jamás querré. Vendo a aquel que osó decir que yo nunca sería buen vendedor...pues a él también lo vendo....

2 comentarios:

Unknown dijo...

mmmm?? ;)

Anónimo dijo...

te compro una de las corbatas, ya todo lo demas lo tengo,./

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE