PD: TE QUIERO

Se fue tal cual vino, en un suspiro, en un santiamén, en un momentito. Casi sin darnos cuenta, 2008 nos dice adiós después de 366 días que han sabido a poco...a pesar de ser año bisiesto. 2008 tiene nombre propio y deja huella, más positiva que 2007 y con más esperanza. Un año mejor, sin duda. Con buenos y malos tiempos. Nos dice adiós con la lluvia, para que lo recordemos con los paraguas abiertos.
Enero empezó con laringitis, con el frío escandinavo, con Raquel en Dinamarca, en Noruega. Enero me presentó a Jonay en un país lejano, y nos partimos de la risa. Escondidos en el baño, entrando en el tren sin pagar, con sabor a ron Arehucas y a fiestas Erasmus. Enero trajo un no cumpleaños un tanto triste, aunque el 112 puso su grano de alegría. Enero me trajo a mi sobrino, el niño más deseado del mundo. Vino con alegría y desparpajo bajo el brazo. David apareció un 18 de enero mientras su tío vagaba por Oslo a 3 grados. Enero fue intenso, único, especial.
Febrero se puso disfraz de mimo, trajo silencio, trajo muecas y diversión.
Febrero me unió aún más a mi trabajo, a mi Nanu y a las riendas de mi vida. Febrero fue divertido, lluvioso...mimético.
La primavera empezaba sin ganas, con pequeños brotes de locura, con tiempo perdido y desorientación total. Nuevos planes en mente.
Y llegó mayo, y me llevó a Berlín. Reviví el pasado de una manera muy intensa en Austria, con ganas de sonreír, con ganas de llorar, con ganas de recordar. Austria cambió mi vida, y años después sigue intacta, especial, única. Austria siempre tendrá un sitio dentro de mí, adoro Austria. Berlín fue muy especial, fue romántica, fue encantadora. Sacó el ladrón que todos llevamos dentro. Por amor al arte, y nunca mejor dicho. Mayo tiene nombre propio, y se llama Nanu, se llama confianza y se llama amor. Mayo era lo que yo necesitaba, un respiro, un susto, un flashback. Y volvió David, que estaba escondido en los últimos álbumes de fotos de mi repisa. Apareció de la nada, de coincidencias, del destino, y las cosas volvieron a ser mejor para mí, para los dos.
Y entonces vino Toñi...como un terremoto a cambiarme los planes. Despertó una pasión que vivía en mí desde hacía muchísimo tiempo. El tenis resurgió de vidas pasadas para volver a mi mano. Con nombre de raqueta, llamada Squash, llamada Padel, llamada Tenis. Con ganas, con fuerza, con ilusión, así comenzó todo. Meses y meses que no han parado y que seguirán el año que viene.
El verano pasó sediento y cansado. Caluroso como siempre. En la playa con Saray, con Rosana, con Sara. En la playa con Cristo. El verano se llama Tejita, se llama Gaviotas y se llama borrachera. El verano trajo de vuelta a Mecano, me llevó a Madrid, y me presentó a Linkin Park. Un beso de pasada para Jose, y conocer un poco más a Mingo y Rosana. El verano dejó su huella.
Septiembre tuvo aires de Carlota, de fiesta perfecta, de buen rollito. De brisa agradable de amigos, de compañeros, de confidentes. Septiembre trajo planes, se los llevó y no los ha devuelto.
Octubre se llama Canadá, se llama Nueva York, se llama Alanis Morissette. Octubre volvió a Julio, trajo a Norma y a Silvia, y lo pasamos en grande. América es impresionante, paisajes de ensueño y música de fondo con nuestras bandas sonoras. Conducí más de lo que nunca había hecho, y al final todo salió como planeamos. Octubre se llevó a Raquel y a David con ella, y yo aún esperando....
Noviembre pasó sin más, sin noticias nuevas, sin grandes eventos. Noviembre me devolvió a mi lengua interna, me devolvió a mi inglés de mi alma, me hizo adorarlo aún más. Quitó polvo de repisas y prejuicios de malas rachas. Noviembre me abrió los ojos, con aires de medium, con nombre a Loreto, con serenidad interior. Noviembre me trajo a Estíbaliz de vuelta, para seguir donde lo dejamos, para reirnos sin parar, porque ya la echaba de menos, la necesitaba.
Diciembre no me decepcionó. Tan triste y melancólica como siempre. Trayendo recuerdos que no se pueden olvidar y volviendo las fechas que más detesto del año. No ha hecho daño tampoco, pero no pasa desapercibido. Diciembre ha escondido a Julio y aún no lo devuelve. Diciembre trae cenas familiares, cenas de trabajo y reuniones de amigos. Diciembre no es tan malo, diciembre es triste.
Y así pasó 2008. Un año que ronda entre varias ciudades. 2008 se llama Toñi, se llama Carlota, se llama Rosana, Sara, Julio, Canadá, Dinamarca, Berlín, Tenis, Squash, Juegos Olímpicos, Carolina, Estíbaliz.... 2008 tiene muchos nombres, muchos momentos. Muchas largas noches hablando y hablando, muchas noches de guardias conociendo gente increíble. Compañeros de trabajo que se van convirtiendo en amigos, en conocidos, en personas que aunque no te llamen, sabes dónde encontrarlas si las necesitas. 2008 se llama Nanu, que ha tenido paciencia, que ha dado cariño y que lo quiero con todas mis ganas. 2008 me enternece. Puso las cosas en sus sitio, y guardó la maldad para otra ocasión. 2008 se portó muy bien conmigo. Te echaré de menos, 2008.