EL TROTAMUNDOS

La semana pasada me vi a una amiga que hacía más de dos años que no coincidíamos (la típica excusa de qué liados estamos, pero nunca hacíamos un hueco para vernos). Ella me dijo que sabía de mí por mis viajes y las fotos que colgaba en mi página y por el blog. Me preguntó por qué no escribía algo sobre los sitios que había visitado, que eran muchos y si no los anotaba...no me acordaría después.
En una de las paredes de mi cuarto tengo colgado un mapamundi donde clavo alfileres blancos en las ciudades que conozco y alfileres rojos en las que me gustaría visitar. Un poco extraño, pero es algo que me gusta y decidí hacerlo así hace bastantes años.
Empecé a viajar a los 16 años (quitando los millones de veranos que me pasé en La Palma con mis padres, muy a mi pesar, que me aburría como una ostra y también quitando el viaje de fin de curso con el colegio al que fuimos a Port Aventura y lo pasé realmente mal...cosas de la época).
Todo comenzó con el viaje de fin de curso del instituto. Fue en ese momento en el que me dije: "Lo mío es viajar, me da igual todo, solo quiero ver mundo". Muchas veces mis amigos y conocidos me dicen que ojalá pudieran ellos viajar o tuvieran dinero para hacerlo. En realidad se trata de desearlo solamente. Cada uno prioriza sus hobbys y su dinero. En lo que muchos de mis amigos se gastaban dinero en apartamentos en el sur, en ropa o derivados, yo lo guardaba para viajar desde que pudiera. Es cierto que hay veces que no se puede viajar, o que se puede viajar menos, pero siempre hay un huequito y un pellizco en el presupuesto que se puede hacer. Esfuerzos hemos hecho todos para las cosas que más deseamos y necesitamos.
Lo que es España conozco bastante poco. De Canarias conozco Gran Canaria (creo que mejor que Tenerife), La Gomera, Lanzarote y La Palma. Luego he estado unas cuantas veces en Madrid (visitas a los amigos, conciertos y turismo), y Cataluña entera.
En América he estado en Nueva York y Canadá (Toronto, Niágara, Ottawa, Quebec y Montreal), mi último viaje de este año. De Europa conozco bastante, aunque más bien centroeuropa. El verano que me pasé en Inglaterra, en Blackpool (aparte visité Manchester, Liverpool y Londres). Mi Erasmus a Graz, en Austria, la cual me la conozco bastante bien, desde Salzburgo a Viena, pasando por Innsbruck y demás pueblecitos escondidos. También he estado en Italia (Roma, Nápoles, Pisa, Florencia, Venecia, Turín y Milán), un tour de lo más completo, la verdad (y agotador, todo hay que decirlo). Croacia (Zagreb), Eslovenia (Maribor), República Checa (Praga), Hungría (Budapest), Suiza (Lausana, Zurich, Berna y Ginebra), Alemania (Berlín, Heidelberg, Munich y Colonia), Francia (París y Lyon), Bélgica (Brujas), Holanda (Amsterdam), Dinamarca (Copenague y Roskilde) y Noruega (Oslo).
De todos guardo muy buenos recuerdos (quizás no tantos de Italia), pero sobre todo de Austria. Grz cambió mi vida en todos los sentidos. Creo que no sería el mismo hoy si no hubiera pasado todo ese tiempo allí. Te abre la mente de una manera inexplicable.
El viaje de la vida fue a Canadá, con rutas, coche y música de fondo. Un señor viaje que aunque hubo contratiempos de todo tipo (operaciones quirúrgicas de última hora incluídas) al final salió muy bien. De Budapest también guardo muy buenos recuerdos y la visita que le hice a Raquel a Dinamarca me encantó (Escandinavia es precioso, sobre todo en invierno). Lanzarote es una de mis islas favoritas (Gracias Saday por ser mi guía) y a Gran Canaria le tengo muchísimo cariño (me encanta!!), a ver si vuelvo pronto. El viaje a Inglaterra también cambió muchas cosas. Lo pasé muy bien, pero también lo pasé bastante mal, fue una sensación extraña. Debo admitir que el haber trabajado esos meses allí cambia mucho las cosas.
Una de las cosas que más llama la atención es que rara vez he repetido compañía en los viajes. No por nada en concreto, simplemente porque ha cuadrado así. Dinamarca y Noruega con Raquel y Jonay, Inglaterra con Estíbaliz, Thais y Jony, Italia con Adriana (Papá Dios la guarde en su regazo), Croacia y Eslovenia con Katerina, Berlín con Nanu, Gran Canaria con Eduardito, Canadá y NYC con Julio, Silvia y Norma, Hungría, Suiza y Munich con Oliver, Madrid con la Ro, Lanzarote con Saday, Holanda, Bélgica y Francia con la gente del instituto...
Sitios totalmente dispares. Sol que quema, nieve, lluvia, vientos, tormentas, ha habido de todo (la tormenta en Munich fue espectacular). Desde el museo de Munch hasta el castillo de la bella durmiente, pasando por todo tipo de torres (incluyendo la más alta del mundo en Toronto), multas, idiomas imposibles, comidas de todo tipo, convivir con budistas, locas, niños mimados, musicales (en alemán inclusive), conciertos, óperas, teatros, fiestas, playas, lagos, hoteles, hostales (de lo más cutres que existen)...y un sinfín de anécdotas para contar (sobre todo cuando estoy borracho).
Ahora mismo tengo muchos viajes en mente y muchos destinos a los que me gustaría ir. Este año espero poder hacer dos viajes. Ahora que he encontrado a la trotamundos perfecta (esperemos que en la práctica también), sólo falta escoger destino. En principio barajamos Turquía o Túnez para el primer viaje y Tailandia o Egipto para el segundo.
También cuento con la hucha de barro de cerdito que me compré para llenarla de monedas de 2€ y romperla en 2010. Todo depende de lo que haya en su interior, pero mientras más lejos mejor. También faltan los viajes casi imposibles: Nueva Zelanda, Australia, India, Japón, Nepal... pero tiempo al tiempo, que todo llega. Canadá llegó y ellos también llegarán.
Bueno Carola, ahí tienes la entrada que me pediste, que coincide con la entrada número 100 del blog (ni que poco rápido!!!). Espero que no te hayas aburrido mucho leyendo, pero me plantearé el tema de escribir un libro con aventuras y desventuras de Raúl y sus viajes.