Punto y coma. Momento donde me paro a pensar, y luego intento no volver a pisar esas minas en forma de fallos, o de despistes. Procuro seguir el mismo camino, pero sin arañarme con las espinas de los rosales del sendero.
Guardo secretos en ningún baúl, que no salen ni bajo tortura. Si lo hicieran, se convertirían en tempestad, y odio el viento. Ni siquiera la brisa entrará por mis labios, tan sólo por mis oídos, aunque no pueda escuchar ni una sola voz más, ni palabras.
No cambiaré de emblema, aunque llueva o haga tormenta. Igual detesta, igual aprecia...para mí sin diferencia.
1 comentario:
Todos guardamos secretos en nuestro baúl interior precisamente para no hacer daño a los demás ni a nosotros mismos...a veces es mejor tragar con lo que viene y simplemente sonreir de manera amarga...
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