miércoles, 15 de octubre de 2008

SO PURE


Aún recuerdo aquel niño de 12 años sentado frente al televisor. Se pasaba horas y horas viendo MTV esperando que saliera su “cantante favorita” en la pantalla. Daba igual si había visto sus videos unas 37327 veces, las ganas le podían más. Los años pasaban y ahí permanecía, aprendiéndose cada una de sus letras, notas, giros, gritos, agudos, graves. Singles que iban y venían, discos nuevos cada dos años y cada vez los ansiaba con más fuerza. Daba igual que con el paso de los años ella dejara de vender discos. Daba igual que con el tiempo nadie más la recordara, para él significaba algo más allá de lo físico y más profundo que lo espiritual. Se imaginaba si sería posible que aquel chico tan delgado e indefenso podría encontrarse alguna vez con ella en algún concierto. Solamente deseaba estar allí unos segundos y escuchar su música en directo. Oír todas esas letras que parecían escritas por sí mismo y con las que se sentía totalmente identificado y cada vez más, con el paso de los años. Era como su propia autobiografía en los labios de otra persona. Compartían filosofía y pensamiento. Impensable, pero cierto.

Ese chico se hizo mayor, la admiración siguió en aumento y sin haberlo siquiera imaginado, se encontró allí mismo con ella. Juntos en aquel teatro. Ella nunca fue a visitarle, pero él fue a su país, a su hogar, y sin haberlo planeado acabó sentado entre el público. Toronto es una ciudad muy lejana para alguien que vive en una pequeña isla del Atlántico, pero puede que sea cierto eso de que al menos una vez en la vida, un sueño puede hacerse realidad, y en este caso así fue. Massie Hall fue el nombre del teatro en el que se encontraron. Un antiguo teatro canadiense que lleva más de un siglo abierto. Artistas de todo tipo y de toda talla han pasado por ese escenario y ella no pudo ser menos.

Se hizo de esperar pero ahí estaba, con su pelo suelto y su ropa peculiar. Seguramente habría hecho lo de siempre: abrir el armario, coger las tres o cuatro primeras prendas de ropa que se encontrara y ponérselas. A nadie le gusta su forma de vestir, pero ella se siente cómoda y con eso basta. Sencillamente adorable. La sencillez no le dejó cambiarse ni una sola vez de ropa en todo el concierto y eso dice mucho de un artista. Grata sorpresa al descubrir que no se trataba de un concierto común. Al ser en el Massie Hall, muy cerca de donde ella se crió, y al haber tocado en Toronto en infinidad de ocasiones en estos trece años, hizo una selección exquisita de temas. No cantó su último single, no cantó sus grandes éxitos, ni cantó todas las canciones de su nuevo disco. Se limitó a dejarse llevar y elegir las canciones que más le gustan, las que han salido de lo más hondo de su ser. Canciones que hablan de historias reales, de realidades del mundo, de sentimientos de seres humanos. Canciones que solamente ella pudo haber escrito. Canciones con palabras tan complejas y enrevesadas que incluso los mismos hablantes de inglés no comprenden y han de buscar en el diccionario. Así es ella, sabia y sencilla.

No pudo olvidarse de canciones como “Everything”, “Thank U” y “You oughta know”. Pasando por “All I really want”, todo un himno para cualquiera que ha escuchado “Jagged little pill”. Lo más sorprendente fue cuando sonaron las notas de “So pure”, uno de sus singles más olvidados y menos radiados de la historia. Nadie lo comprendió y murió poco después de salir a la venta. Sin embargo yo adoro esa canción…”so pure such an expression…”.

No faltaron golpes de guitarra, ni de armónica. Su locura elocuente sobre el escenario. Sus tan características vueltas y giros sin parar y su cabeza moviéndose frenéticamente de arriba hacia abajo como si estuviera loca. Un público de lo más entregado que se sabia todas y cada una de las canciones. Una noche para no olvidar en la vida, y que ya está grabada en lo más hondo de mi memoria…imposible de borrar. La única noche del 8 de octubre de 2008 que pasará a la historia como la noche en que un gran sueño se cumplió por casualidad. Y es que a veces las casualidades existen. Una noche con FLAVORS OF ENTANGLEMENT. Impresionante.

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE