Un tipo de dolor de cabeza que es capaz de incapacitar a quien lo padece. Nubla la vista con sus "lucecitas" e impide la nitidez de la visión. Se extiende hasta el estómago y puede provocar vómitos. Así es la señorita migraña. Esa que no me deja ir al trabajo tranquilo y me lo hace pasar realmente mal cada vez que estoy estresado, cansado y sin haber dormido lo suficiente. Hace que mi mundo se pare y no pueda hacer absolutamente nada. Solamente me deja tumbarme en la cama, enrollarme una camiseta en la cabeza y estar totalmente a oscuras y en silencio.Afortunado yo, que lo llevo en mi legado familiar y era obvio que me tocaría por cojones. Así tengo un motivo más para odiar, y todo gracias a ti, querida migraña.
Después del último de los ataques comprendí porqué Virginia Wolf, la excelente escritora, decidió llenarse el bolsillo de piedras y adentrarse en el río hasta morir ahogada al hundirse. Padecía ataques de migraña severos y no había tratamiento capaz de aliviarlos. Se volvía loca y decidió ponerle punto y final a su vida. La migraña, su marido, su vida y su genialidad...pudieron con ella. Maldita migraña...
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