viernes, 17 de octubre de 2008

VIVIENDO EN PRESENTE


Hoy me desperté, miré al techo y pensé: todavía sigo aquí. Ayer no fue un buen día, y, aunque hoy no es una ocasión especial…me apetece sonreír. Hoy mojé el suelo al ducharme, y me manché con la mermelada, pero no pasa nada. Hoy es uno de esos días en los que me apetece salir a la calle y gritar que soy libre, que sigo vivo y que nada me detiene. Hoy no me importa que me critiquen o avasallen, o que digan que hable o que me calle. Hoy no me importa lo que quieran de mi o lo que me pidan porque sí. Hoy ya no tengo el ansia de la juventud, ni quiero ser como tú. Hoy no pensaré en los que ya no están aquí, en los que se han ido lejos, o en los que se fueron sin decir adiós. Hoy no me interesan las despedidas ni los perdones. Hoy me apetece sonreír, me apetece permanecer bajo la lluvia mientras sonrío por sentir el sereno, por sentirme vivo. Hoy sonrío por ver cómo la tierra mancha mis pies al caminar y por notar los pinchazos de las piedras en mis talones. Hoy quiero decir que soy un superviviente, que la gente se de cuenta que me han aplastado mil veces, que me he chocado contra mil muros, y que me he tropezado hasta llegar aquí. Hoy quiero decir que mil tormentas me han arrasado, el viento me ha sacudido y las palabras han taladrado mis sentidos, pero no me importa. Hoy quiero contar al mundo todos esos errores que he cometido, para que ellos no los vuelvan a pisar; para que ellos se equivoquen de una nueva manera, y crezcan más como personas. Hoy no me importa si ayer sufrí o si anoche lloré, porque hoy no lo volveré a hacer. Hoy no voy a decir lo siento si no quiero, ni pediré perdón para agradar al cliente. Hoy saldré a la calle para descubrir de qué color es el viento, y para cambiar los árboles de lugar; para hacer un lazo con el arco iris y para formar un todo con el aguacero. Hoy no me apetece vestirme, ni desayunar tan temprano. Hoy me apetece llamar a mis amigos y decirles cuánto los quiero. Abrazarnos tan fuerte que rompamos nuestros huesos y reír a carcajadas hasta que nos oigan las montañas. Hoy me apetece escuchar canciones alegres donde no hay buenos ni malos, heridos o victoriosos, sólo seres humanos. Hoy me apetece ir al bosque y respetar a los animales, ver cuán felices son por no saber lo cruel que es el mundo. Hoy me apetece animar a toda esa gente que pasa por calvarios y que lucha contra enfermedades. Hoy quiero animar a todos los que luchan por lo que quieren y quieren a los que luchan. Hoy me apetece romper platos y pegar saltos. Hoy me apetece defenderme de los fantasmas del pasado que me persiguen, que me piden cosas que no puedo dar ahora. Hoy quiero vincularme a un presente para crear mi futuro. Hoy no me preocupo por todo lo que quedó atrás o por lo que me quitó la injusticia del amar. Hoy me apetece vivir un romance donde mi corazón explote de sentir tanto cariño. Hoy me apetece enamorarme mil veces y sentir un millón de mariposas en el estómago cada vez que pienso en lo dichoso que soy. Hoy me apetece tocar el sol y no dormir para hablar con la luna. Hoy me apetece reírme de mis defectos y decir que adoro mi nariz aunque el mundo piense lo contrario. Que el tiempo no me pesa y que me alegro de superar las cordilleras más altas. Hoy no me importa decir lo que quiero decir. Hoy no me importa en qué idioma hablo o qué digo y cuándo. Hoy ya no me preocupa lo que el dinero puede comprar o la fuerza de la gravedad. Hoy no quiero perder el tiempo, ni forzar los sentimientos. Hoy me apetece correr hasta quedarme sin aliento y pararme cada vez que quiera descansar. Hoy no me apetece quedarme estancado sin ver la salida. Hoy no pensaré en lo que el futuro podrá brindar, ni en ser mejor que el que tengo al lado. Hoy me apetece sacar lo mejor de mí y estar orgulloso cuando hable en primera persona. Hoy no quiero vivir de los recuerdos, ni pensar en la misma persona mientras mi corazón se recompone. Hoy no me apetece hacer lo que todos esperan de mí, hoy no me apetece ser como tú, porque ahora voy a dedicarme a ser yo. Hoy no me apetece que me pidan la hora ni que me digan “no tardo nada”. Hoy no me apetece esperar ni un segundo, ni perder el tiempo sin hacer nada. Hoy me apetece tirarme de los pelos y decir que estoy loco; chillar hasta quedarme sordo y pensar siempre en todo. Hoy no me apetece aburrirme con historias sin final, y con mentiras por recordar. Hoy no me apetece dejar de soñar por tener miedo a que no se hagan realidad. Hoy ya no quiero peinarme más, o preguntar si esto me queda mal. Hoy no me apetece madrugar para llegar antes que los demás, ni acostarme cuando anochece por tener miedo a la oscuridad. Hoy demostraré que lo mejor no es lo que vale más, ni que lo más valioso es lo más caro, porque no es verdad. Hoy no engañaré a mi sombra y le diré que me encuentro mejor cuando ya no quiero andar. Hoy no dejaré de luchar porque me digan que se ha extinguido otra amistad. Hoy no me preocupa el qué dirán o cuánto tiempo tardarán. Hoy seré un águila para volar y echaré una siesta en las nubes para que no me molesten más. Hoy me quiero enamorar de la vida y del luchar, del que quiere y del amar, del que enseña y de la amistad. Hoy no voy a apagar ninguna vela para seguir rituales que no comprendo. Hoy no quiero tener invitados a una fiesta sorpresa que no fue real. Hoy no es un día perfecto, pero ya no me duele sonreír. Hoy no he tenido suficiente y quiero más. Hoy no quiero esconderme más, ni actuar a fingir un personaje que no se imitar. Hoy no quiero cantar una canción que tenga final y que diga cómo las cosas nunca pasarán. Hoy no quiero dividir el tiempo en meses o estaciones, porque después de todo no recordaré para qué me sirvieron. Hoy voy a darle las gracias el tiempo por alargar los momentos de dolor y por hacer más breves las alegrías y el amor. Hoy no me importa que el rencor quiera tomarme por sorpresa, o que la testarudez del mundo haga más divisiones entre semejantes. Hoy no me importa que se me juzgue por el color de la piel o por lo que nunca seré. Hoy no me importa que me insulten por tener una diferente tendencia sexual, o por llevarme a la cama a quien yo me quiera llevar. Hoy no me meteré con el enemigo por tratar de razonar o le daré la razón al anciano por sabiduría sin final. Hoy no voy a maquillar mi alma con colores de verdad, ni dejaré que una brisa de letras me haga daño sin cesar. Hoy dejaré que las opiniones soplen en el aire sin dañar a los demás. Hoy escribiré mi nombre en el cielo con mayúsculas y sin volar. Hoy dejaré de brindar por el placer de beber, y de beber por divertirme nada más. Hoy me iré de aquí con mi sonrisa como equipaje y mis pies para caminar. Hoy volveré cuando ya no quiera estar solo y cuando me apetezca acelerar. Hoy no le buscaré sentido a lo que no lo tiene ya, ni esperaré a que me llamen para salir a trotar, porque hoy me apetece sonreír. Y es que este soy yo…sin rencores, sin pretensiones, sin temores…solamente yo…

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE