lunes, 28 de julio de 2014

ESE TAN TEMIDO "TE QUIERO"

Este planeta, tal y como lo conocemos, puede ser dividido de muchas formas diferentes. Hoy, yo lo divido en dos grupos: las personas que dicen "te quiero" y las que no lo dicen ni en el corredor de la muerte. En el primer grupo podemos incluir a las personas sinceras, viscerales, impulsivas, verdaderas, auténticas, románticas, naturales, pasionales o apasionadas y otro sinfín de palabros. El segundo grupo aun sigue bajo construcción. ¿Qué motivos pueden llevar a alguien por el camino del silencio? ¿Por qué no decir "te quiero" si realmente lo sentimos? ¿Qué clase de personas podemos encontrar dentro de este grupo? Se me ocurren muchos adjetivos (tarados, insensibles, cobardes, cómodos...) pero prefiero mantenerme al margen de mi análisis y no decir ninguno. 
Llamémoslo "retraso emocional", "cobardía innata", "miedo escénico", "ignorancia sentimental"... pero está claro que cuando el amor se siente, pero no fluye por ninguno de los sentidos que tiene el ser humano seguramente nos encontremos ante un problema. ¿Será una pandemia del siglo XXI? ¿Será la excusa de las exparejas que los convierte en marionetas sin voz? ¿Será el miedo a creer que la otra persona nos llevará al altar en las próximas horas? Ya yo me encargo de tranquilizarlos a todos diciendo que no, decir "te quiero" cuando verdaderamente se siente no trae ninguna consecuencia mortal, adictiva o con efectos secundarios crónicos. No olvidemos la versión cutre del "te quiero" que siempre será el "yo también". Cuando no somos capaces de decir un miserable "yo también" entonces sí que necesitamos ayuda celestial, bendita o psicológica. Quiero pensar que todos sabemos conjugar el verbo querer, o por lo menos nos sabemos la segunda persona del singular y su correspondiente forma reflexiva (clases de lengua hemos dado todos, ¿no?). 
Pongámonos en situación: Velada romántica con alguien a quien amamos, todo tan perfecto que solamente podría ir mejor si nos dicen que nos quieren y de repente la otra persona pronuncia las palabras mágicas "te quiero", y nosotros respondemos con nuestro silencio. ¿Qué pasó? Quizás hubo una regresión a la era paleolítica en la que no tuvimos desarrollado el aparato fonador, o quizás nos acordamos que dejamos el caldero al fuego y que probablemente se nos haya quemado el almuerzo del día siguiente. ¿Qué posible motivo podría haber para no devolver las palabras mágicas? Partimos del punto del que las sentimos y del que la persona que está con nosotros es con la que queremos estar y a la que queremos decir te quiero. 
Si llevamos el dilema al ámbito amistoso igual es incluso peor. Yo habré dicho te quiero a más de 20 amigos en mi vida y ni me ha comido la lengua un dinosaurio, ni me ha dado un ACV en medio de la calle, ni me han puesto una querella en ningún programa de televisión. Decir te quiero es tan natural como decir pásame la sal, y es mucho más sano y hace el día de muchas personas. Deporte nacional infravalorado...muchos deberían practicarlo. Ni es una traba cultural, ni un problema cerebral, ni un compromiso postmortum, y estoy seguro que casi todas las personas de este planeta (que no somos pocos) saben decirlo en al menos 3 idiomas. ¿Entonces? ¿Por qué no empezar a hacerlo desde hoy?
Yo, desde este pequeño huequito invito a todos esos mudos, ineptos, tarados, sosos, insensibles y ridículos que no se atreven a decirlo y que nos cuenten por qué no lo hacen y qué fuerza sobrehumana les impide dar el paso. Si para todo se lo piensan tanto entonces hay que investigarlo y ofrecer medicación subvencionada porque estamos rodeados de esta alergia a decir lo que sentimos. Recuerden que puede que cuando queramos hacerlo ya sea demasiado tarde y el receptor imaginario del "te quiero" haya muerto por cualquier motivo (no olviden que en la ruleta de la muerte todos tienen su boleto), así que hay que decir lo que sentimos antes de que nos toque desaparecer a nosotros. Yo, por lo pronto, les invito a debatir este tema justo debajo de este post, donde dice "comentarios". Sobre todo esas personas que son alérgicas al "te quiero" y crean esos silencios imposibles e incómodos cada vez que alguien se abre a ellos. ¿Tendrán una razón de peso?¿ Quién sabe? Los caminos del señor son inescrutables, o mejor aun...de cualquier mato salta la liebre. 

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE