lunes, 21 de febrero de 2011

ONE LIFE


Recuerdo aquel tiempo en el que yo pensaba que las personas que decidían poner fin a su vida no eran otra cosa que valientes. Personas dignas de admiración por plantarle cara a la vida y abandonarla para siempre...por no tener que sufrir, por no querer seguir aquí y no perder el tiempo.
Sin embargo, hoy, y desde aquí...opino de una forma muy diferente. Las personas que cometen suicidio, lo intentan o lo consiguen no despiertan en mí nada más que indiferencia. La única curiosidad que podría llegar a sentir son las razones concretas previas a la toma de decisión y cuánto tiempo llevan en mente. Me refiero a personas con una mente sana y con una cordura suficiente como para saber diferenciar lo correcto de lo erróneo.
Considero todo esto una falta de respeto a la vida, a las personas, a la naturaleza. Rendirse a mitad de camino sin luchar con todas las armas y fuerzas no es digno de admiración, sino de vergüenza. El fin no justifica los medios al fin y al cabo.
La vida es digna de admiración, se tiene que coger con ganas, y cuidarla día a día. El color de la noche, el cantar de los pájaros, el olor de las hojas...del sereno. Contemplar un arco iris, sentir la lluvia caer en la piel, el frío, el sol...¿acaso no son motivos suficientes para querer seguir en pie? Una buena conversación, una bonita voz al otro lado del teléfono, un cálido abrazo, un perfume delicioso, un gran pastel de chocolate... La vida tiene tantos encantos que no hay día en el que no me enamore de ella.
Es cierto que existen enfermedades, túneles infinitos, torturas, maldades, problemas...pero cada obstáculo nos hace fijarnos más en el camino y cada falta nos da la fuerza para luchar contra cualquier cosa. ¿Acaso no vale la pena seguir adelante solamente para descubrir qué nos deparará el destino? ¿Y qué pasa con las personas que aún están por llegar a nuestra vida? Nunca lo sabremos si le ponemos fin a una respiración. Siempre hay alguien esperando por conocernos en algún lado del planeta, y muchas veces está más cerca de lo que pensamos. ¿Cómo sino vamos a ver todo esto si nos dejamos ir?
Las batallas se inician para ganarlas o perderlas, no para abandonarlas por cobardía. Las vidas se van a la fuerza, luces que se apagan sin querer mientras los suicidas regalan las suyas de forma gratuita. Muchas veces los que no se quieren ir han de abandonar, y otras tantas los que quieren abandonar finalmente tienen la suerte de no poder hacerlo...llamémoslo azar o destino...suerte o coincidencia. Yo ahora me encuentro abrazado a la vida con todas mis fuerzas, con cuerpo, alma y corazón. Lo único que se a día de hoy es que si mi llama se tiene que extinguir...no será porque yo lo haya permitido...

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE