miércoles, 15 de septiembre de 2010

UN POCO DE ACTIVISMO


El otro día me comentaba una amiga que era curioso cómo los gays y las lesbianas nos aislamos automáticamente. Quedamos para ver capítulos de series homosexuales cuando son la novedad, vamos a librerías de temática gay en chueca a comprar unas cuantas novelas, nos enclaustramos en bares de ambiente y todo ronda en base a nuestra condición sexual.Por no hablar del gaydar (radar gay) que tenemos "instalado" para averiguar quiénes son homosexuales o no.
Es cierto que poco a poco nos vamos metiendo en el mundo del ambiente nos guste o no, pero hasta cierto punto no creo que seamos unos "outcast" de la sociedad que se marginan a sí mismos. Hay gays y lesbianas en todos los mundos, ejerciendo todas las profesiones y escondidos en todos los rincones.
La norma o al menos lo que la sociedad nos ha inculcado es que una pareja se forma por hombre y mujer y no hay más que hablar. En las películas de Disney, en las superproducciones de Hollywood, en las telenovelas siempre se ha tomado por patrón o por norma general tener relaciones heterosexuales. Cuando entra un elemento gay enseguida se trata de un caso marginal y normalmente no aceptado al principio. Al final tendrá o bien su happy ending de aceptación o su muerte a manos de un xenófobo...poca variedad suele verse.
Poco a poco las personas van acostumbrándose a la diversidad, aunque muy lentamente. La protocolaria y odiosa frase de "yo tengo amigos gays y.." o bien "pues mi mejor amigo es gay"..."yo respeto mucho a los gays porque".. Me resulta gracioso cómo las personas nos dan su aprobación como si en algún momento de la historia la hubiéramos pedido.
Yo considero que la razón por la que nos inmiscuimos en el mundo gay-lésbico es porque para nosotros es de lo más normal y de lo más natural. Es el lugar en el que nos sentimos más seguros, más cómodos y menos vulnerables. Nos identificamos más con sus personajes y tenemos personas con las que compartir ese tipo de vivencias que comprenden nuestro pequeño mundo.
Cuando veo una película con una relación amorosa o sexual de hombre-mujer a mí me enternece, me parece bonita, y en ningún momento me he parado a pensar por qué, o si lo respeto o no. Simplemente son dos personas que se quieren y eso es suficiente.
Los gays y lesbianas, al formar parte de una comunidad que ha sido repudiada a lo largo de las décadas tenemos la tendencia a marcharnos a veces a ese lugar en el que las cosas son más normales que de costumbre. No creo que se trate de auto-aislamiento o ser sectarios, sino de ser nosotros mismos sin miedo a nada, y con ganas de todo.
No olvidemos que el planeta entero adora y admira a personajes que antes que gays o lesbianas eran genios, héroes o campeones. Muchas personas ignoran que fueran gays o lesbianas, pero las siguen igualmente sin importar su condición. Hablamos de personajes tan conocidos como Federico García Lorca, Sócrates, Leonardo Da Vinci, Tschaikovski, Amelie Mauresmo, Martina Navratilova, Ricky Martin, Anabel Alonso o Lindsay Lohan.
Ser homosexual en un mundo casi completamente heterosexual no es complicado, pero muy poco a poco se va normalizando la relación (al menos en España). Yo, al menos doy gracias por no haber nacido en 1789 o en la época de García Lorca porque seguramente no estaría en pie para contar ninguna historia. Por una sociedad eternamente libre, tolerante y respetuosa...

No hay comentarios:

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE