A MEDIAS...

Con el paso de los años me he dado cuenta que no me gusta dejar las cosas a medias. Los libros que empiezo siempre los termino, ya sean aburridos o insufribles (como Paula, de Isabel Allende, por ejemplo). Con las películas me pasa igual aunque he tenido que cambiar las reglas porque suelo dormirme con frecuencia y las veo enteras de dos o tres veces.
Creo que lo peor es dejar las conversaciones a medias. No llegar al final del asunto me mata. Siempre quiero una conclusión. Mi cabeza siempre quiere una conclusión. A las llamadas a medias sí que estoy acostumbrado. "Te tengo que dejar, luego te llamo" y el teléfono jamás volvió a sonar. No le doy importancia. Si el tema era relevante llamo de vuelta yo, si yo era el que escuchaba entonces espero una nueva llamada.
Dejar la comida a medias es algo que rara vez suelo hacer y una de las pocas que me pone de mal humor. Tengo que hacer mi comida en condiciones. Aunque coma despacio también tengo derecho a hacerlo ininterrumpidamente. Comerme "algo" a medias sí que suelo practicarlo a menudo y me gusta. Es sinónimo de compartir, aunque también podría ser sinónimo de "ayúdame, que yo solo no me lo puedo terminar". Me quedo con la primera. Lo único que tengo claro es que odio las verdades a medias. Máxima experiencia en el tema y no llevan a ninguna parte.
Estar con alguien a medias no suelo practicarlo. O se está o no se está, pero a medias...¿cómo se está con alguien a medias? Sexo, cama y llamada imagino. Hoy en día podría tratarse de cualquier cosa. Limpiar a medias, escuchar a medias, hablar a medias...todo me resulta tan familiar. Hasta yo en ocasiones me entiendo a medias o directamente no me entiendo.
Conclusión: a medias significa dejar algo que se ha empezado a medias o hacer algo con otra persona conjuntamente a medias. La primera es la que menos me gusta, pero igual tendré que empezar a acostumbrarme. Espero que en el sexo no me ocurra, porque entonces saco la bandera blanca.