martes, 3 de noviembre de 2009

UN PLACER COINCIDIR EN ESTA VIDA


Se unieron las esquinas de la habitación en un momento del camino. La casualidad se disfrazó y me hizo partícipe de la realidad. Un mundo paralelo que no quería encontrarme cara a cara. Complicado hacerle frente a la mentira cuando explota delante de mis narices. La compostura permanecía a mi lado como siempre, y quiso que mi boca esbozara una sonrisa tras otra, aunque mi corazón fuese a salirse del pecho. Suerte que nadie puede ver en las entrañas, incluso si nos quedamos sin escudo de vez en cuando.
Una torre de esperanza que se hacía más y más alta; sin cemento ni base. Finalmente se me vino encima, sin poder detener la caída. Poco a poco cada ladrillo fue deslizándose sobre mí. Me golpeaban en la cabeza una vez tras otra, recordándome lo imbécil que puedo llegar a ser. La confianza termina donde empieza la traición, y la ingenuidad solamente nos llevará a la ignorancia. Una vez sí, pero no volverá del mismo modo. Ya no ocurrirá como un boomerang que lanzas y vuelve más fuerte que nunca. Esta vez no. No me quedaré en esa misma loseta ni un segundo más, ni volveré a pisarla en el futuro, de eso estoy seguro.
Dos ángeles que creí que el cielo había enviado, al final decidieron cambiar su aureola por un par de cuernos y un tridente. Y yo el último en enterarme. Como si fuera una noticia sin importancia al otro lado del mundo, pero que al final resultó ser la teoría del caos en todo su auge, esperando un nuevo aleteo.
Y desde aquí, desde estas líneas sin pulcro alguno, no les deseo nada. No deseo que se sientan culpables en absoluto, ni que recuerden mi esencia en cada paso del camino. Tampoco les deseo que padezcan el síndrome de Diógenes y tengan en su hogar todo eso que nadie quiere, y de lo que ellos están hechos. Simplemente les deseo lo mejor, y no lo mejor, sino lo mejor de lo mejor. El tiempo es sabio y tiene un lugar para cada uno. Solamente espero que esté lejos de mi camino, porque ya hoy no creo en nada. No creo en las segundas partes, ni en los anuncios de televisión.
Después de todo esto vuelvo a casa, cansado de aguantar la complejidad de mi persona, y la incomprensión ajena. Meterse en la piel de otras personas nunca ha estado de moda y jugar con los sentimientos parece resultar divertido.
Y mientras sigo en mi lugar, esperando esa oportunidad que la vida tiene escondida para mí. Intentando encontrarla en algún lugar de esta isla, pero siempre todo se vuelve al revés. Procuro no llegar a ese punto en el que las palabras ya no sirven para consolar, sino para herir.
A veces parece imposible, pero siempre queda una salida, aunque nos encontremos ante cuatro paredes de hormigón, sin tejado y sin alas.
Los santos dejaron de ser nobles hace tiempo, y se mezclan entre tonos grises y negros. Todo se confunde aquí debajo y yo ya no estoy dispuesto a desenmascarar ni una sola personalidad más. No voy a perder el tiempo con asuntos externos a mí.
Sigo adelante sin ningún tipo de remordimiento. Mi consciencia está muy tranquila; supongo que otros no podrán decir lo mismo.
Dejando canciones de desamor en las teclas de mi piano, me voy con mis verdades y mi teoría a cualquier otro lugar. A otro sitio donde la valentía de las personas las haga detenerse y preguntarse qué se esconde tras la mirada de aquel extraño que ha sido azotado por traición de la confianza.

No hay comentarios:

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE