domingo, 30 de agosto de 2009

PAPÁ DIOS...


Un día como cualquier otro me vi a Dios. Estaba sentado en la calle Esperanza mirando hacia mí. Iba vestido de Ralph Lauren y fumaba un Marlboro con tranquilidad. Al pasar a su lado me dijo:

-Hola Raúl, al fin te encuentro...hoy es tu día. Llevaba tiempo buscándote, pero siempre me evitabas con esa frase tan odiosa de "soy ateo" que tantos seres humanos utilizan como coraza. Sé que eres seguidor de mis hazañas y amante de mis proezas. Al fin hoy podré ofrecerte mis servicios. Pregúntame lo que quieras.

-¿Realmente eres Dios? Me esperaba a alguien de más edad, alguien más gordo, con una túnica y barba, pero me gusta tu toque moderno, nos llevaremos bien. Lástima que no tenga ninguna pregunta para ti...

Dios parecía indiferente a mi evasiva e insistió en que le preguntase cualquier cosa. Él sabe que tengo muchas inquietudes y seguramente disfrutaría sabiendo un poco cómo sería mi vida después de su huella por mi camino. Así que me animé y le pregunté:

-¿Y tú dónde estabas? ¿Qué hacías mientras el mundo estaba en guerra? ¿Por qué no dedicaste un poco de tu tiempo a salvar vidas? Igual es que no formaba parte de tu plan, o esa frase tan odiosa de "porque todo ocurre por una razón" que sale en cualquier serie de ciencia ficción. ¿Por qué no dejaste que la muerte se llevase ancianos únicamente? ¿Por qué niños? ¿Por qué jóvenes? Ellos también te estuvieron buscando y te suplicaron clemencia con su destino. ¿Y qué tienes que decir de los judíos? ¿Acaso te han sido infieles? ¿Y qué pasa con las mujeres? Creí que todos éramos iguales bajo la vista de Dios. ¿Solamente existe un único Dios? Podrían compartirse el trabajo y salvar el mundo del calentamiento global. No siempre se puede vivir de los rezos de la humanidad. Nadie puede comer oraciones ni salvar vidas encendiendo velas. ¿Por qué existes, Dios? Siempre he pensado que eras una creación el hombre para tener algo en lo que creer y apoyarse. Ahora te acercas a mí, después de todo lo que me has hecho pasar y me dices que te haga una pregunta. ¿Para qué quiero una pregunta? ¿Qué podría cambiar una de tus respuestas? ¿Acaso pensabas que el no creer en ti te daría derecho a poner mi vida al revés cada vez que te parece? ¿Dónde estuviste cuando te necesitaban?

Sin mueca en su rostro, Dios se limitó a responder:

-Vaya, esperaba un poco más de odio en tus palabras. Tenía entendido que eras una fiera cuando tocaban ciertos temas. La verdad es que en varios miles de años no he podido hacer mucho por la humanidad. La suerte se enfadó conmigo y decidió abandonarme. El dolor se convirtió en mi salvación y la muerte me tiene controlado en todo momento. El balance del mundo se debe a que he asistido a muchas reuniones y celebraciones en los cinco continentes y no he sido capaz de aprovechas mis ratos libres. Así que me dediqué a sembrar fe y esperanza entre los débiles para que creyeran que las cosas cambiarían con el tiempo y eso me daba un margen de otros cientos de años más para cambiar las cosas. Sigo siendo el todo supremo y no está en mis manos modificar el destino del planeta así que me he decidido y voy a sincerarme con las personas más incrédulas que existen. Por eso te esperaba aquí sentado...

Permanecí en silencio durante unos segundos y luego dije:

-Siento no poder quedarme más tiempo, pero mi mundo todavía sigue girando y hay alguien que me espera dentro de unos minutos".

Dios respondió con una sonrisa de oreja a oreja:

-Muy bien, pero déjame antes adelantarte algo. La vida nunca te dará nada que no puedas llegar a soportar. La muerte no es mala, es astuta, y va jugando sus fichas según las reglas de su juego. Si eres capaz de jugar mejor que ella, podrás quedarte más tiempo en nuestro planeta. Tú eres bueno en acertijos y pasatiempos, así que no tendrás que preocuparte por eso. Sin embargo, debes tener cuidado porque la vida es peor que la propia muerte, y te tiene preparadas demasiadas sorpresas en los próximos veinte años. Espero que algún día la misma vida nos vuelva a reunir y ya hayas aprendido que Dios no es un todopoderoso como dicen. Los salvadores del planeta son ustedes y no yo. Dios es el aire que respiras, la vida que tienes, el cuerpo que cargas. Dios no hace y deshace en el mundo, Dios es lo que sostiene el mundo. Sin Dios no irían las cosas mal, simplemente no existirían".

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE