viernes, 2 de enero de 2015

NOW AND THEN

Los mañanas pasan volando y las sonrisas desaparecen en segundos. Las arrugas crecen profundas e imborrables, por más que muchos se encaprichen en destruirlas. El tiempo nunca será poseído y las personas no dejarán de preocuparse por lo que ocurre en la casa del vecino. Nos hacemos viejos, nos volvemos impertinentes mientras muchos ingratos pierden la poca humanidad que nunca tuvieron. Las niñas y su pelo, los niños y su pene, cada oveja con su pareja y amor en la distancia, felices los cuatro. Refranes que resumen años enteros de decadencia o casualidad, un espacio que se comparte por dos personas mientras una ya se ha empeñado en olvidarlo. Memorias sin escribir y mentiras que muchos se creen. La sinceridad se convierte en un bien de lujo y el que la practica es un maleducado que no tiene tacto. El derecho a marcharse de cualquier lugar o a volver sin ser invitado y sexo sin protección que trae meses de preocupación. Amores no correspondidos que terminan en una cama de cualquier nuevo lugar. Cuerpos revolcándose que no saben ni el nombre del que acaban de rozar. Matrimonios rotos, hijos perdidos y ancianos desorientados. La precocidad de la nueva generación y la estupidez de la adolescencia. El que cree que entiende de todo y no es más que la ignorancia personificada. El que sabe mucho y lo utiliza solamente para su bienestar. Mujeres con maquillaje hasta en el corazón que después de la ducha son personas diferentes y hombres que se piensan que una bragueta mueve el mundo. Los discapacitados siguen pidiendo a gritos su foco de atención ante la mirada de lástima del que ve, pero no dice nada. Las viejas en las ventanas intentando solucionar el mundo y los viejos sentados en el banco hablando sobre el pasado en el que se vivía mejor. La sociedad que alardea de ser abierta de mente, pero cada día en los telediarios muere una mujer apaleada o dan una paliza a un maricón. La crisis de la que todos hablan, pero la media de gasto en navidad supera cualquier especulación. Promesas rotas de dejar de fumar y kilos que se pegan en nuestro cuerpo sin poderlo remediar. Hijos que nacen por accidentes y espermatozoides que no cuajan cuando se desean. El mundo al revés en el que vivimos mientras no hacemos otra cosa que mirarnos el ombligo. Un año nuevo que empieza y un puñado más de propósitos que nadie va a cumplir. La muerte, que se acerca a cada puerta y un vestido dos tallas más pequeñas que ya no vuelve a entrar. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Raúl, has resumido en tan poco,y bien lo que es una vida ,que no cambia

Unknown dijo...

La estupidez del ser humano...que muchas veces es infinita...

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE