lunes, 27 de febrero de 2012

TORTUGAS GIGANTES


He creado un nuevo personaje. Este parece especial aunque nadie lo sepa a primera vista. La pura imagen de su madre. Todo un rebelde que lucha por casos perdidos. Lo creé insensible, pero él mismo se ha dado cuenta que es como una pequeña tortuga. El animal perfecto, como él mismo lo llama. Si tiene miedo se encierra en su caparazón, irrompible por fuera, delicado en su interior. Ahora habla de emociones que se remueven en su interior, lágrimas que caen sin querer, dolores en lugares que no sabía que su cuerpo poseía. ¿Puede doler el pelo? ¿Y las neuronas? Pues a él le afecta. El cambio climático, la matanza de animales, cosas ajenas a su existencia le afectan. Se me ha ido de las manos y ya no controlo a mi personaje. Ya ha dejado de ser mi creación para convertirse en mi propio reflejo. Ahora vamos juntos por la vida y nos complementamos. No lo conozco del todo, ni él a mí, pero por ahora convivimos con ilusión.
Entiendo sus errores y no vuelvo a cometerlos. Me centro en nuevos fallos que él mismo tiene que pulir a su vez. Mi Ying, su Yang, mi blanco, su negro…pero nunca convertidos en gris. Apenas habla de la muerte y yo llevo años viviéndola, frecuentándola, ignorándola. Él, en cambio, no conoce la vida. Se la presento, hago que la ame como yo la amo, lo obligo a aferrarse a ella y es ahí donde pierdo, donde me tengo que dejar vencer. Mi reflejo, mi otra mitad no quiere estar aquí, no quiere vida, ni muerte, ni destrucción. Peor aún…no quiere nada. ¿Acaso hay algo peor que no tener ambiciones? Pienso que la vida es tan corta que nunca podré hacer todo lo que deseo en ella, y él, no obstante, prefiere estar en cualquier otro lugar. Maldito este idioma que no es capaz de dejarme transmitir lo que siento por la vida con palabras. Pasarán milenios hasta que se creen palabras que reflejen lo que llevo aquí dentro. Son mariposas en el estómago, son fibras que vibran al despertar, son ansias de quererlo todo, de no dormir para aprovechar mi tiempo vivo. ¿Se puede explicar todo eso de otra forma?
Los escritores como yo no tienen familia, no tienen amigos, no tienen conocidos. Mis personajes son mi vida, por ellos vivo, y por ellos muero. Mis lectores son los que me alimentan haciéndome ver que no pueden vivir sin mis historias y mis diferentes caracteres, pero si yo no soy feliz en mi entorno de lejanía, ¿puede un acto de fe salvarme de la caída? 3 de la mañana y sigo describiendo un personaje que no ha aprendido a vivir. Le doy voz, alma, cuerpo, libertad de expresión y no quiere sentir nada. Desnudo bajo la lluvia, descalzo ante el aguacero y no siente la vida. ¿Cómo es posible? ¡Maldita sea! Borro y rescribo, pero no sale nada de sustancia, no hay emoción. Escribo canción sin ton ni son, sin estilo ni estribillo. Un solo de violonchelo en medio de un puente quebrado. No puedo ser tan mal orador, no puedo no crear lo que me place. ¿Por qué me domina el lápiz, el ordenador, mi propia voz? No quiero que mi personaje se deje vencer, pero al final, como en un incomprensible susurro, escucho en su último respiro…”adiós”….

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE