miércoles, 1 de febrero de 2012

28


Y aquel chico creció, 28 inviernos ya…las primaveras no son para mí, me atacan y pasan victoriosas pisoteándome. Ese poeta que se pasaba los años escribiendo y diseñando, maquinando y planeando sigue consiguiendo objetivos que no se ha marcado y apenas desea. No hablo de rumbos porque perdí el mío en alguna de mis guerras internas. Puede que hasta se haya escondido entre los pulmones. He notado que los 28 me van arrugando, pero lo que más me inquieta es cómo he llegado hasta ellos. Vivo en una casa fría, húmeda, solitaria, diminuta, en la que paso menos tiempo del que debería, pero para mí son años aquí dentro. Llegué desterrado y solo, y así es como continúo.
He perdido algunos pilares que daba por seguros y no me he molestado en recuperarlos. Mis amigos se han diluido, se han dividido, ya no suena el teléfono, ni escucho sus voces. Algunos se han marchado a nuevos lugares, otros andan inmersos en trepidantes aventuras, para otros tan sólo soy una segunda opción. ¿Qué queda en mí de lo que fui? Ellos deben saber mejor que yo. Y mi eterna aliada…la música. Ya apenas me preocupo de escuchar todos los nuevos discos que salen al mercado, las voces diferentes, los ritmos trepidantes. Me estanco en los noventa y principios de siglo. Es imposible que esa parte de mí haya muerto tan pronto. Ya no siento curiosidad, ya no me interesa tanto la música, ya ni ella pudo ayudarme en mis 27.
Hago tantas cosas a los 28 que a mí me parecen más bien pocas. No sé si puedo seguir tirando, si tengo que empezar a recoger lo que sembrado, o si realmente no hay frutos que he de recibir. Nadie se molesta en descubrir qué hay detrás de mi careta, qué guardo en mi cazadora. Se limitan a mirar desde la lejanía señalándome con sucios índices llenos de pecado. Yo me quedo quieto mientras rebuzno en mi interior y me vuelvo más animal cada vez. ¿De qué se trataban los 28? ¿La antesala de la treintena? Nunca pensé que llegaría este momento, pero aquí lo tengo y no estoy interesado en profundizarlo, ya no. Sin persona no hay nada más, y yo he de empezar a construir mi casa por el tejado, como siempre he hecho. Un nuevo error más, ¿acaso importa ya?

No hay comentarios:

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE