PREGÚNTALE

Veo ilusión en otros rostros, sueños pintados con acuarelas llenas de esperanza. A veces incluso, siento en pieles ajenas lo que aquí debajo nunca he vivido. Lo grito, lo canto y lo cuento, como un rock and roll sin dueño que espera que se desgarre tras una vieja voz. Un vaso de coñac en lo alto de un taburete que se mueve mostrando debilidad. Es tanto lo que yo veo y los demás no aprecian que me pregunto si soy de aquí, de esta tierra, de donde el cielo separa el mar con el sol.
Mis ojos se humedecen y por dentro siento una emoción sin límites que desde afuera no se aprecia. Nudos en la garganta que van y vienen. Escucho voces que me incitan: "pregúntale, no pierdes nada". Sin embargo, me escondo tras los árboles de algún bosque dejará de existir a finales de siglo. La vida, tal como yo la percibía, ya no existe, está muerta. Yo la intento revivir con actos que me llenan, con sentimientos que me afloran, con necesidad que fluye. La amo, para qué intentar engañarme, me conozco muy bien. La eternidad...por más que la nombremos, no existe.
Sigo aquel caminito que me llevó una vez al infierno, y ahí, mirando hacia el norte puedo decir que no es peor de lo que veo aquí, oculto entre las sonrisas de las personas que habitan. Vuelvo al lugar donde nací, a los brazos que me arroparon, a las palabras que me enseñaron aquellas lecciones que no estaba preparado para escuchar. Hoy, más sabio quizás que nunca antes, me veo ya convertido en algo difícil de cambiar, de malear, de manipular. ¿Mi bandera? La verdad ¿Mi uniforme? Lo que decidan mis sentimientos ¿Mi filosofía? La que se crea con mis paso. Así me ha creado la vida, y la madre que me adoró.
A años luz de aquel ser sin lengua aprendo a mirar, a escuchar, a ver, a oír...todo al unísono de cientos de aromas que intentan distraerme, pero apenas lo consiguen. Hace tiempo que ya no creo en nada. Si la hierba es verde y ese techo estrellado azul...que alguien lo jure derramando sangre. Yo me limito a caminar sin detenimiento, a sonreír sin límite, a parpadear sin dudas. Así es como mejor se ven las cosas en este planeta y la mejor forma de no perderse las joyas que ocurren en él. Entre ellas, el poder decir que estamos vivos, que somos, y que queremos continuar aquí. Sobre los cobardes que se marchan...no hay nada escrito.