martes, 30 de octubre de 2012

HACIA LO SALVAJE

¿Alguien se ha marchado sin mirar atrás? Para mi entendimiento, raciocinio, currículo de la vida...resulta imposible. El ser humano nace para mirar atrás, crece pensando en el pasado y muere enterrado en recuerdos. ¿Acaso es poco remordimiento? Las decisiones que nos convierten en lo que somos, vuelven como un boomerang para rompernos los esquemas nuevamente. Casi igual que la lengua, que con tan solo cambiar una letra se pierde todo significado. Fue por eso que recomendé a todos mis amigos hacia lo salvaje. Allí, las cosas son tan duras que apenas dejan tiempo de mirar atrás.
Mientras tanto me senté sobre aquel escenario, atrapé aquel instrumento entre mi barbilla pecho y toqué. Ocurrió de tal manera que sangré, brotó todo lo que guardaba este cuerpo hacia afuera, pero nunca dejé de tocar el violonchelo. ¿Dónde aprendí? En la selva de la vida, ahí, donde nadie te enseña, sino que todo entra en la cabeza a latigazos, a palizas, a trompicones. Mi violonchelo lloró conmigo, gritó de rabia, aulló de desesperación. Lo peor de todo es darme cuenta que el público no estaba mirando hacia mí. Ellos se entretenían contando banalidades de sus miserables vidas. Sin embargo, lo más sorprendente fue ver que eran felices.
Con mentes cerradas, con frases predefinidas, con lecciones dictadas, con instrucciones en papel...ahí encontraron ellos la felicidad. ¿Dónde está lo salvaje ahora? Yo, después de caminar todos estos años me he adentrado demasiado en la boca del lobo y ya sé que no puedo salir. Me he acostumbrado a dormir en camas de memorias, comiendo recuerdos amargos aliñados con rencor y nostalgia. Así aprendí a vivir, arropado en mentiras, en caras ocultas, en risas burladas. Me robaron el corazón...aquellos malditos que se manifestaban por olvidar el pasado, por vivir un futuro, por un centrifugado de ideas.
Bastardos todos aquellos que pensaron que sabían pensar en algo más que en su estupidez. Para ellos, que no saben que aunque nos laven el cerebro a todos, siempre, en cualquier lugar al que vayamos...existirán momentos que jamás podremos olvidar. no ha creado el ser humano un producto que borre cicatrices en su totalidad y es por eso que nos necesitamos, para solaparnos. Los humanos se deben unir por un objetivo común: sonreír. No obstante, mi reclamo está aún más lejos que el desgraciado Plutón, que ya bajó de categoría y no puede ser planeta. El pobrecillo se desintegró con el hielo. Pues justo detrás de él, a billones de kilómetros de aquí...es donde veo una humanidad unida con las manos enlazadas.
Mientras tanto seguiremos aquí, con la envidia por filosofía, la injusticia por libro sagrado, y la muerte como objetivo final. Todos ellos creen que allí, en aquel cementerio como cuerpos corruptos, o esparcidos en forma de cenizas al mar...es donde nos encontraremos en paz. Y yo, con la poca experiencia que tengo en la vida, me atrevo a decirles sin temblar mis cuerdas vocales...que se equivocan.


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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE