El viento me dijo que podría airear mis ideas si me encuentro estancado, pero no puede empujarme para ir más rápido. Me pidió por favor que no lo utilizase para impulsarme en la vida, tan solo me aconseja dejarme llevar y que todo fluya.
Las palabras quedaron acampadas en mi cabeza para que no las olvidara jamás. Las más violentas grabadas a fuego, las más hermosas se difuminaron en el aire, las más dolorosas pegadas a mi corazón. Me dijeron que ya no puedo ser poeta, ni artista, ni pintor...no hay época para mí, no hay espacio, ni lugar. Mi destino...vagar por la vida sin pensar...
Personas que caminan a mi lado sin decir nada, aunque las que hablan no me pueden comprender, ya ni quiero ser comprendido. Personas que van, que vienen, que se quedan, que se han ido, o que fueron expulsadas por algún motivo. Ya no recuerdo razones, pero veo sus sombras al pasar y apenas memorizo sus nombres. ¿Qué fue de aquel con el cinto negro? Hace años que no le veo...
La muerte me dijo que no es mi momento, que ya vendrá en otra ocasión con más tiempo. No me tiene miedo, dice que le doy pena, pero no me tiene miedo. No va vestido de oscuro ni lleva guadaña...igual se trata de algún moroso por impago, un parado sin trabajo o un vagabundo pidiendo en la esquina. Ya nada me parece real.
¿Qué me digo a mí mismo? Que camine, me diría que camine hasta que las piernas flaqueen, que sonría, me diría que sonría aunque se me arruguen más facciones, que no llore, que no llore aunque las lágrimas me ahoguen en los peores momentos, y que escriba, que siga escribiendo mientras mis manos sigan haciendo lo que dice mi mente porque quedan tantas cosas por decir...que el día menos pensado volverán las palabras a las que tanto miedo les tengo...THE END...

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