sábado, 26 de diciembre de 2009

SONRISA BAÑADA DE HISTORIAS

Nadie merece un día de nostalgia, ni de pena, ni de dolor. Nadie merece lágrimas innecesarias y la amargura es mejor dejarla para los poetas; para que la saquen y la explayen contra el papel con rabia.
Y detrás de todo esto estás tú. Ahí sentado, frente a mí, sin mirarme a los ojos. Con todo lo que el tiempo nos dijo y todo lo que el espacio nos enseñó.
Miro al otro lado de la habitación y me encuentro a mí, sentado conmigo mismo…intentando robarte una sonrisa. Tratando de hacerte más llevadero ese día tan gris. Pensando que quizás una vez no pude hacerte feliz, pero que ahora estoy preparado para intentarlo. Esta vez desde una perspectiva isométrica, ya que la caballera me envió a un túnel sin escapatoria.
Y me quedo aquí, desglosando mi alma para que comprendas que Raúl es todo y no es nada, significa lo que ves, y lo que esconde. Pero siempre se quedará al otro lado del mundo, del océano, o de un país, esperando para darte uno de esos abrazos que tanto necesitamos a veces. Para darte esa dosis de cariño, y para que no te sientas tan vacío como me contaste el otro día. Deja la tristeza y el dolor para alguien con experiencia como yo. Te puedo ayudar a vencerla y a hacerla morder el polvo. Lo he hecho una y mil veces, y puedo hacerlo muchas más.
No quiero oírte decir que tu vida está vacía, porque tienes lo que nadie ha conseguido, y dando un gran respiro, me quedo aquí, escribiéndote a ti este ensayo. Un ensayo que no llenará ningún hueco de esa cueva, pero que lleva inscritas mis iniciales y todo mi cariño, que sabes de sobra que es incondicional.
Quiero que esa sonrisa se vuelva infinita, y que te salgan arrugas de tanta carcajada junta. Ojala te duela la barriga de tanto reír y que tu cara se vuelva roja de tanta alegría. Y que si vuelve a salir alguna lágrima de esos ojos (los más bonitos que he visto jamás, y lo digo de corazón), sea después de media hora de risas sin fin.
Puede que sea cierto que hablemos dialectos diferentes, pero compartimos un mismo idioma, y eso no nos lo quitará nadie.
No me importa si te digo todo lo que me pasa por la mente y piensas que soy una especie de hombre del tiempo. O si te hablo de corazón y me comparas con un culebrón de sobremesa. Simplemente soy así, tan bueno y tan malo. Tan tonto y tan listo, pero siempre porque quiero.
Presumo de haberte tratado como nunca he tratado a nadie, y presumo de ser la persona que más te ha querido en mucho tiempo. No hablo de exageraciones, sino de hechos. Comprobables o no, solo el tiempo y yo lo sabemos.
Y ahora quiero presumir de ser cómplice de una pequeña sonrisita que salga de tus labios después de leer este collage de emociones.
Decirte que lugar y tiempo no existen si se trata de ayudarte, y que los años son sabios. Curan y cicatrizan todo. Te lo dice un experto en autolesiones emocionales y en torturas ajenas. Los horas pasan y te das cuenta que nunca fue buen instante para echarse a llorar. Es mejor salir a la calle y gritar que estás loco, que te duelen las cosas porque eres humano, y que tienes malos momentos porque el mundo es así.
Es mejor salir fuera y decir todo lo que quieres decir en vez de tragártelo y soltarlo en forma de lágrimas.
Llámame, llámame cuando vuelva a pasar. Dime qué es lo que te agobia y qué es lo que te falta. En un avión iré a recogerte y saldremos a buscar todo lo que necesites. Haremos ese viaje que tenemos pendiente y tomaremos un carta de oro por el camino. Buscaremos todo eso que alguien te robó, o esas cositas que nunca has tenido. Te prometo que tarde o temprano las encontraremos.
Luego nos iremos a otro lugar para que puedas ver que el cielo no sólo es azul, sino que es de todos los colores, y que las cosas no son blancas ni negras, son transparentes.
Las montañas no son grandes ni pequeñas, porque dependen del ojo que las observen, y nunca existieron si nadie las miró jamás.
Por eso existes tú hoy, porque yo cada día te miro desde aquí, y pienso en ti, y me acuerdo de todo. Recuerdo todo, cada golpe, cada abrazo.
Sin ningún tipo de pretensión he enviado nuestra amistad al sol, para que la mantenga caliente mientras los dos sigamos en el mundo. Y así poder pasear de noche sin temer que pueda llegar a enfriarse. Así podremos irnos a algún país nórdico a contarnos cosas al oído, o a dar una vuelta por la nieve, que aún no han descubierto nuestras manos.
Crearemos una contraseña mental que nos haga estar juntos sólo con pensarlo y cada vez que estemos tristes, se encienda una bombilla en nuestros cerebros y de inmediato sepamos dónde debemos estar. Inventaremos un puente que pueda cruzar en tres segundos para cada vez que te sientas solo, poder darte un abrazo eterno que te dure todo el tiempo del mundo. Y que lo que nos une, siga siendo así de especial, y siga vivo durante un millón de años ¿acaso eso es mucho tiempo para ti?
Cada vez que tengas pesadillas y sientas miedo por la noche, estaré junto a ti mirándote fijamente, y al despertar te darás cuenta de que me he dormido vigilando que no te pasase nada malo.
Y lo prometo, intentaré llenarte los bolsillos de buenos momentos. Renovarte todas esas ilusiones que brotan de tu interior y lanzarte logros a patadas, para que el mundo nunca te de la espalda.
Tengo que admitirlo, conservo muchos recuerdos que no debería, pero no me gusta perderme solo en la oscuridad. No me gusta olvidarme de las cosas que algún momento formaron parte de mi vida.
Y no soy bueno dando consejos, pero sí que puedo decir que las mejores cosas me las he perdido cuando he ido muy deprisa. Cuando he querido hacer todo a la carrera, al final me doy cuenta que he caminado con la cabeza gacha y sin mirar a los lados. He perdido mil cosas, incluso partes de mí, o trozos de mi alma se han quedado en todas esas estaciones del metro en las que no me quise bajar.
Procura ver todos los sitios, debajo de las piedras hay muchas sorpresas agradables, y detrás de cada persona hay una historia digna de conocer. No te quedes en la superficie de lo que ven tus ojos. Es mejor cerrarlos y sentir lo que hay dentro, adivinarlo, acertar, o equivocarse…eso da igual. Yo estoy aprendiendo a hacerlo, y gracias a la vida me siento mucho mejor. Ahora me apetece abrazarla, besarla y cuidarla. Decirle que hoy sigo en pie porque la amo, y que mañana volveré para seguir viendo su evolución.
Espero que seamos cómplices en el camino, y que aunque miremos a distintos horizontes, siempre nos una un mismo cielo, lleno de todo lo que vivimos y con los huecos de lo que nos queda por vivir.
Te daré un beso de buenas noches en cada paso que demos, y quitaré todas las piedras para que no tropieces. Y te enseñaré a pasar por encima de las rocas más pesadas. Pero si algún día caemos en un abismo, saldremos juntos de él.
No permitas que un momento de soledad o tristeza acabe con tus días soleados. Lucha contra la monotonía, y contra todas esas cosas que te invaden. Quítate de encima lo que no deseas en tu universo, y rodéate de lo que te haga sentir bien.
Pero nunca más estés triste, porque en el espejo de nuestra amistad se ve reflejado en mí. Somos lo que valemos, y eso no lo sabemos nosotros mismos, sino los demás.
Y hoy, y así, te digo que tú vales mucho más de lo que crees. Y no cabría en una vida mi gratitud, por eso no te daré las gracias. Sólo esperaré a que esa lucecita se encienda algún día, y necesites que esté a tu lado cualquier noche. De momento me conformaré con hablar contigo cada día y echarte de menos en la distancia. Esperando que guardes mis secretos en ninguna parte, y que me digas palabras de ánimo cuando la sonrisa no me sale natural.
Me enseñaste una lección muy importante; y por una vez en la vida, he aprendido a ser capaz de ganar y de perder, sin alterar mi compostura. Por eso te deseo un futuro lleno de esperanzas, y un mundo por descubrir que sigue donde solamente tú un día lo pusiste.
Y siempre con ese huequito pequeñito para que alguien como yo pueda ir de equipaje, y me tengas a mano cada vez que necesites.
No estés triste niño, que sino nadie más podrá enamorarse de tu sonrisa.

No hay comentarios:

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE