BALANCEANDO 2009

Vino hace un año y ya casi se fue. Mister 2009 nos deja tras 48 semanas de compañía en las que ha pasado absolutamente de todo. Recuerdo aquella fiesta un año atrás en casa de Estíbaliz en la que nos reímos como locos y deseamos que 2009 diera de sí lo que 2008 no había dado. Recuerdo aquella camisa con la corbata de elefantes y aquellos confetis encima de la tortilla. Ese día estaba muy feliz.
Después de las uvas vino enero. Me independicé oficialmente...pocas veces he sido más feliz. Las cosas a mi manera de una vez por todas. El día 15 falleció uno de mis mejores amigos y tuve una época bastante triste y desteñida que aún a día de hoy me deja días de nostalgia y pena infinita. La nota de color la pusieron mis amigos en mi cumpleaños con la fiesta que organizamos en casa de la Ro, todo un éxito. Sergio vino a mi vida y le dio todo lo que necesitaba. Lo adoro con todas mis fuerzas.
Febrero trajo uno de los carnavales que más he disfrutado. Mis niños del curro, Navin, Dani, Ivano, Fran, Jose y como no podía ser de otra manera, Manu. Raúl de mimo, de tenista, de pijama...fueron unos carnavales particulares que me gustaron mucho.
Marzo tenía aires del Índico y solamente se me ocurre una palabra para describirlo...impresionante. Sudáfrica ha sido el viaje más emocionante que he vivido jamás y disfruté como un niño. Nunca pudo haber salido sin toñi ni Jose, mis compañeros de viaje y amigos. Realmente fue algo inolvidable que cada vez que lo recuerdo no puedo esconder la sonrisa. Sin duda el mes del año. Gracias.
Abril fue algo más amargo. Me dejaron abandonado cual perro, sin mueca en la cara. La suerte me plantó no solo la verdad, sino la realidad en las narices y descubrí que no es oro todo lo que reluce. Una de las decepciones más grandes de mi vida. Ahora ya da igual, el tiempo pone a cada uno en su lugar.
Mayo y junio fueron periodos de adaptación. Apareció una persona nueva en mi vida, nueva convivencia "semi-forzada" y a la espera de "a ver qué tal va...". Al final fue mejor de lo que había imaginado y espero que siga así por mucho tiempo. Este período también tiene nombre propio y se llama Fran.
Julio me trajo a Gara y Leire a casa. Aunque me vuelven loco no me arrepiento y le dan un toque de alegría que antes no tenía. Viaje de vuelta a París después de más de 8 años y visita al Roland Garros. Todo un lujo.
Agosto se llama Saday y Estíbaliz. Aires de playa y viaje a Lanzarote. Lo pasamos en grande. Tardes de confesiones, noches de ron con coca cola y días de playa. Desconexión total. Gracias chicas.
Septiembre, octubre y noviembre pasaron deprisa, casi sin saborearlos. Todavía me veo buscándolos debajo del armario. No fueron buenos meses porque llegaron muy malas noticias, pero tampoco fueron malos del todo porque yo tenía las pilas cargadas y reforzadas. El cáncer de mi padre, mi bulto tumorígeno (o lo que sea), mi hermana y sus problemas variopintos (que han sido más de uno). Después de todo no me puedo quejar...las cosas han ido mejor de lo que esperaba, aunque aún quedan pruebas que superar.
Y mi querido diciembre. Me llevó a Londres a ver a Luis, a pasar frío, a reflexionar, a visitar Wimbledon. Días de fiesta y paliques eternos. Gracias a Luiso y Jay por enseñarme otra visión de UK. Y entonces Madrid...todo acaba y empieza en Madrid. Esta vez con más ilusión que nunca. Rodeado de amigos. Al fin pude visitar a Thais, que la echo de menos. Estuve con Jorge que es un solete de tío. Finalmente pude quedar con Carlos después de más de un año y Guille que últimamente siempre está presente en mi vida. Mi primer viaje con Cristo y visitas al trucherío. Sin olvidar el concierto de Vega que fue increíble y mucho más el poderla conocer. Todavía tengo su autógrafo colgado en el mapa de la pared. Todo un lujazo.
Realmente el balance del año ha sido positivo para mí. He hecho lo que he querido, lo que me ha gustado y las cosas malas de la vida no me lo han impedido del todo. Rodeado de muchos amigos, mi gente del curro, nuevas adquisiciones y amigos del pasado presentes hoy. Mi familia más unida que estos últimos cinco años y las cosas viento en popa. A mí 2009 me deja buen sabor de boca a pesar de los malos momentos que me hizo pasar. Me gusta 2009 y lo recordaré como el año de los cambios constantes en el que mi alma y mi cuerpo se adaptaron a cualquier situación. Ahora sí que sé que nunca estaré solo y que aunque las cosas vayan hacia detrás, siempre tendré empujones hacia otras direcciones y voces que me guíen por el camino correcto. Muchas gracias a todos. Gracias 2009 por ser así. Te echo de menos Julio. Un beso