
Gracias a que en Canarias no es una práctica que se lleve a cabo y no me afecte de forma tan directa. Sin embargo yo hoy me siento catalán. La razón principal por la que estoy orgulloso de ellos (y que no sirva de precedente) es porque han abolido las corridas de toros en su comunidad autónoma. Ahora es cuando la ley actúa ante este matadero sin ton ni son y yo me siento orgulloso de los catalanes, y hoy me siento catalán.
He escuchado que un tal Wang Zhe, un comentarista chino ha pedido al gobierno catalán que vuelva a dar el visto bueno a las corridas de toros porque es algo que a los chinos les llama la atención de España. No les interesa el Teide, la Giralda, la Sagrada Familia o la Alambra...al chinito de los cojones le gustan las corridas de toros. Igual le parecerá más divertido meterlo a él y a todos los que piensan como él en una plaza de toros rodeados de miles de toritos bravos para que los revienten a cornadas, mientras que el público aplaude cuanto más sufren los asiáticos. Entonces sí que me pillaría un avión y pagaría 50 euricos para ver el espectáculo. Chino mechado, todo un lujazo.
Cualquier muerte causada por un toro en una corrida me parece total y rotundamente merecida. Cualquier herida me parece muy buena suerte para el que la recibe y si vuelve a las corridas no hay perdón en esta vida que lo ampare. Matar para sobrevivir, comprensible y lógico, matar por diversión, injustificable.
Tan solo espero que toda España siga los pasos de Cataluña y prohiba algo tan descabellado como el asesinato de un animal. Espero que la tauromaquia se convierta en un pecado capital y en un error gravísimo del pasado que nunca tuvo que haber sucedido. Andalucía y Madrid las próximas.
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