
Los dígitos invisibles que viven sobre mi cabeza siguen corriendo cuenta atrás...esperando a llegar a cero para que mi corazón deje de latir. ¿Alguien me guiará?
Mientras tanto me dedico a despertarme soñando en medio de la noche, acordándome un millón de veces y preguntándome por qué. Esperando que pase el tiempo y borre esa parte de mí que me obliga a mirar a atrás, que me obliga a pensar, a recordar.
He visto cómo van cayendo uno a uno. Todos los cuerpos, todos los nombres, alejándolos de mí. Muriendo. Y desde aquí te desafío a que vengas con tu guadaña. Respiro lentamente, con los ojos cerrados. Cuerpo inmóvil, como una roca bajo la lluvia.
No perderé el control. Hace años que dejé de temerte. Así que esperaré a que el destino nos vuelva a reunir para vernos cara a cara. ¿Seré yo el próximo? Eso ya da igual...estaré preparado.
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