Recuerdo noches ahogado en lágrimas, ecos en mi interior, voces que me decían verdades que no quería escuchar, luces que oscurecían un camino que apenas podía ver...porque la ceguera no solo anula uno de mis sentidos, también entumece al resto. ¿Me enamoré? Pues no lo se, ¿acaso alguien ha definido ese verbo semánticamente de forma correcta? Yo no me atrevería...qué osado por mi parte tan solo pretenderlo, yo, el más imperfecto de los seres.
Las sombras aparecen y desaparecen, los fantasmas del pasado hacen lo propio y vienen después de años a pedir lo que nunca les fue brindado. Ellos sí que son osados, pero para eso se creó la ironía y el vacío, para utilizarlo en momentos como esos. Como el fumador que sabe que está muriendo poco a poco, pero siempre le sirve la excusa de "ahora no es buen momento para dejarlo". El autoengaño existe en cualquiera de sus facetas.
Da igual si con 28 o con 40, a los seres humanos se les engaña con cualquier estupidez artificial, con cualquier moneda brillante, porque al fin y al cabo todo tiene un precio. ¿Y el amor? También tiene valor, y se paga muy alto... Yo ya dejé de insertar billetes en aquella hucha que prometía amor eterno cuando se llenase. Aquí dentro queda muy poco ya por destrozar, no vale la pena perder el tiempo. Yo ya no creo en hombres ni en mujeres, en palabras o silencios. Solamente creo en la libertad, que es lo que nos deja ser personas y para mí...es lo que cuenta.

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