sábado, 20 de agosto de 2011

TEOREMAS DE MI VIDA

Empiezo a sentir que la soledad me va ahogando en cada momento de silencio. Empiezo a pensar que tanto cambio me trastoca hasta dejarme sin fuerzas frente a un futuro más incierto que el propio futuro de la humanidad. La boca con sabor a tierra sucia que hace que me asfixie en mi propia respiración sin saliva que me ayude. La mente oliendo a quemado de tanto sobre pensar las jugadas que me quedan en la manga, que son más bien pocas. Y mi corazón, mi corazón ya no sabe cómo volver a recomponerse una vez más. Ya apenas siento los latidos y el miedo impide que puedan cicatrizar del todo esas heridas. No se vivir conmigo.



Todo tan rápido, tan intenso, tan doloroso. Cierto que tengo gente que me arropa, pero los veo a todos tan lejanos…que apenas puedo alzar la voz para llamarlos. Cada nudo en mi garganta lo trago con desdén y llevo días alimentándome de ellos…enredos sin final. Me armo de valor e intento avanzar a pasos cortos, pero me sigo tambaleando. El tiempo apremia, sin embargo va tan despacio que me tiene aquí deshojando flores de millones de pétalos que no parecen terminar. Miro a mi alrededor y me pierdo entre tanta margarita seca que se vuelve marrón, casi el color de mi vida ahora.


De lo poco que aún tengo claro es que no volveré a este lugar de paredes de colores, de recuerdos encerrados, de sentimientos prisioneros. A partir de ahora no pertenezco a ninguna parte. Dejaré mis maletas en un nuevo lugar que quizá mañana me lleve a otro espacio que llamaré hogar por inercia. El poeta se quedó sin rumbo más que nunca. Ni siquiera me quedan palabras en el tintero, ni sinónimos para adornar situaciones que ahora siento ajenas, pero a la vez dolorosas. Sigo con mi lema “para que nada nos separe, que nada nos una jamás” y no me veo capacitado para cumplirlo. Maldito ser humano…que crea lazos tan fácilmente.


Me dedico a sentarme en el sillón y a mirar esa pared que ha vivido lo mismo que yo, que ha escuchado las mismas conversaciones, que ha sido testigo de los mismos atracos. La diferencia es que ella sigue erguida, fuerte, resistente como antaño. En cambio yo me desvanezco, apenas respiro, me hundo entre los cojines del sofá. Parezco tan complicado, pero a la vez soy tan simple, que ya no puedo engañar a nadie más. Las tornas se han girado de una manera que me empiezo a replantear si soy el villano de la película que siempre acaba mal. Un final feliz se me antoja imposible a día de hoy. Y el futuro, el futuro apenas es capaz de visualizarse en ninguno de mis horizontes, tan fríos ahora que no puede llegar la luz del sol.


Manos pintadas de tanta mezcla, muñeca dolorida de tanta brocha, ni siquiera la raqueta me hace caso cuando entro en la pista. Mi cuerpo se ha puesto en huelga por la falta de estabilidad, de consistencia…se ha cansado de tanta resignación y cabeza baja. Miradas perdidas allí donde voy y un poeta luchando entre versos de segunda clase que no terminan de salir. Paso de filólogo a filoloco en cuestión de segundos y me convierto en lo que nunca quise llegar a ser: un saco de huesos que vaga por las calles en busca de sonrisas. Un nuevo día nace cada mañana, lo que para mí se resume en una nueva mañana batallando con las lágrimas para que no rueden por mis mejillas. Los teoremas de mi vida…

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE