NEEDS SPECIAL R

Mi familia, que ha estado ahí aunque los tiempos no pudieran correr más en contra, superando pruebas infinitas y guerras imbatibles. Mis amigos de siempre, los que han estado a mi lado desde que tengo uso de razón, desde que comprendo el concepto de la palabra amistad. Los que he ido logrando a lo largo del camino, en el trabajo, en la universidad... Los que han venido y se quisieron ir, los que yo quise que se fueran, todos los que están aún por venir. Esas fiestas y citas puntuales que son las que mejor me saben, recordando momentos del pasado y creando nuevos para recordar en el futuro. Risas aseguradas en todo momento porque ésa es la verdadera esencia de la amistad...
La música, que confieso amansa a las fieras. Una canción para cada estado de ánimo, un disco para cada vivencia buena o mala en cualquier tiempo, una banda sonora para toda relación. La música me ha hecho reír, llorar, cantar, adorarla. A día de hoy nunca sería yo si la música no hubiera estado conmigo todo este tiempo. Se ha convertido en mi idioma. Ya no hay nada que no pueda expresar mi lengua que la música no sea capaz de transmitir.
La lectura, la literatura. Sin ella creo que yo la hubiera inventado. No se puede vivir sin leer lo que otras personas quieren decir, lo que sienten, lo que viven, lo que inventan. Es un círculo del que jamás pretendo salir. Devorar libros uno tras otro me hace sentir vivo, dichoso, feliz. Cuando leo sé que no tengo límites.
El tenis, mi "nueva" forma de vida. Siempre presente, pero nunca tan físicamente como ahora. No colgaría la raqueta por nada en el mundo. Hago cuentas atrás infinitas para llegar a la pista, y cuando estoy en ella es como si saliera otro yo. Me concentro como si estuviera en otra dimensión. Cuando juego al tenis no pasa el tiempo, ni las horas. Nunca me había divertido tanto como en la pista. Es una vida paralela que saca lo mejor de mí. He ganado autocontrol, confianza, y he conocido a una persona que creí que no existía, y me gusta. Una nueva forma de vida sin la que ahora no sabía seguir.
Las maletas. Hacerlas y deshacerlas podría ser mi profesión. Casi diez años viajando por el mundo y no me canso. Solamente cambiaría una raqueta por una maleta. Casi a diario miro ese mapa del mundo que me enseña y me subraya todos esos sitios a los que quiero ir y que me faltan por visitar. Lugares en los que ya he estado y me gustaría regresar. Planear viajes con meses de antelación o en los días previos, eso qué más da. Caminar horas y horas, perderme hasta la madrugada y subirme a un tren, me encantan los trenes.
La fotografía, sacar miles de fotos de cualquier cosa, el arte, la comunicación, los idiomas, hablar hasta las tantas de la madrugada, los juegos de mesa, el cine....son tantas las cosas que necesito en mi vida diaria y de las que me rodeo constantemente que creo que no me bastarían unos cuantos siglos para poder quedarme satisfecho. La vida da tanto de sí en tan poco tiempo... que lo vivido ayer parece que ocurrió hace un milenio. Mientras tanto seguiré creando todos los momentos que pueda para así recordar un puñado por si algún día llego a los ochenta años...