¿Y si me apetece enviarle un e-mail a Julio qué pasa? Me pregunto si llegaría a algún sitio. Quizás hacia algún destino astral en el que pudiese leerlo. Nadie nunca podrá imaginar lo que te echo de menos. No quiero, pero me acuerdo de ti, y te pienso y te veo aquí, a mi lado. Aparco el coche por fuera de tu casa y no te veo. Espero que salgas, pero ya ni siquiera sé qué fue de esa casa. Quién te la ha robado y ha cambiado todos tus recuerdos por los suyos. ¿Qué habrán hecho con todos los imanes de tu nevera? ¿Y los recuerdos que nos compramos en Canadá? ¿Quién tiene tus cds de Alanis y Vega? Espero que allí donde estés puedas escucharlos.
Quiero abrazarte tan fuerte hasta quedarme sin respiración, pero no te veo, ni te huelo en el aire, no te siento conmigo aunque en mi memoria quedes grabado a fuego. Jamás había tenido que borrar el teléfono de alguien por obligación. Si vuelvo a conseguirlo y llamo, ¿me responderás tú? Tengo ganas de escuchar tu voz. Creo que volvió a darme gastroenteritis, pero esta vez tuve que pasarla sin ti. Eché de menos que me llevaras al hospital y me pusieras la vía con suero. Ya sabes lo idiota que puedo llegar a ser. Solamente espero volver a coincidir contigo. En esta, en otra, en cualquier vida...quiero volver a conocerte, a verte, a tocarte. Te hecho de menos Julio.
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