lunes, 25 de agosto de 2008

MAZAS A LA CARTA



¿Puede haber algo mejor que dedicarte 20 años a lo que más te gusta hacer? Pues por lo visto sí. Aún mejor es terminarlo por todo lo alto, sabiendo dónde se ha llegado y con una sonrisa de oreja a oreja. Así ha hecho Almudena Cid, una de las gimnastas más completas y exitosas de la historia.
Parecía que esa chica delgaducha y risueña se pasaría toda la vida dando saltitos entre algodones, pero al final tomó las riendas de su hobby transformándolo en pasión, éxito y profesión. Medallas y trofeos llenan sus vitrinas mientras su nombre sale todos los años en cada periódico. ¿Qué más se puede pedir?
Volviendo atrás en el tiempo, en las olimpiada de Atlanta 1996, debutó una niña con un par de mazas que la superaban en tamaño y una inocencia que se olía desde el público. En esa final demostró que quedaba Almudena para rato, y que la veríamos cuatro años después en Sydney. Esta vez más segura de sí misma y con la misma ilusión. Agradecida de poder volver a estar ahí, repitió noveno puesto en unas olimpiadas que se antojaron extrañas para la gimnasia rítmica. Tan sólo cuatro años atrás, en 2004, en la vieja Atenas...volvíamos a ver a esa niña hecha mujer. Más pizpireta que nunca, y con un brillo especial en los ojos. Haciendo historia se marchó con un diploma olímpico y un octavo puesto que nadie podía imaginar. El otro día encendí la televisión y la volví a ver. Lanzando la cinta al aire y con su propia malla diseñada. Todo creación original de la gimnasta. Pensando que no lo conseguiría, al final se coló en la final, su última final. A sus 28 años toda una proeza, ya que todas sus competidoras no sobrepasaban los veinte años. Almudena sabía que era el final, y por ello trató de disfrutar. Ya no era competición, era despedida. Una guinda para un pastel que duró 16 años y la llevó a cuatro continentes distintos. Un nuevo record para la gimnasta que se convirtió finalmente en la única gimnasta en la historia que ha disputado cuatro finales olímpicas consecutivas. Pese a la corta vida que se tiene en la gimnasia rítmica (diez años si se es afortunada y no hay lesión de por medio) Almudena rompió moldes. Nadie apostaba por ello, pero lo consiguió.
Ahora mismo la veo en el periódico y siento esa envidia sana que viene de repente, cuando vemos que una persona ha logrado un gran sueño y lo toma como una bendición y un regalo. Sin soberbia, sin prepotencia, con humildad. Esa alegría que te da el ver que alguien es realmente feliz y que las ilusiones también se cumplen, y no sólo aparecen en las películas o en los libros. Los sacrificios tienen su fruto y pueden escribirse en los libros de historia, y aquí queda una pequeña huella...Almudena Cid.

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE