
Nadie se acordará de nosotros cuando nos hayamos ido, o al menos eso dicen. Yo no lo creo. Yo recuerdo a muchas personas que no están, que se han marchado. Recuerdo sus rostros, sus palabras, su voz... Intento transmitirlo a los que me rodean para que esa esencia nunca muera, para que perdure en el tiempo y sea infinita. Finalmente acaba convirtiéndose en un aura que flota en el aire y nunca desaparece. Me empeño en no dejar abandonado a todos los que significaron algo para mí, pero por alguna razón sobrenatural que supera mi entendimiento han tenido que abandonar forzosamente este lugar. Ya sea en el cielo, como alguien hermosamente inventó, o en algún otro plano paralelo han de seguir existiendo. Aquí, por lo pronto yo sigo hablando de ellos, con ellos, como si estuvieran aquí, como si el tiempo se hubiera estancado y nosotros con él. Yo no me rindo... Mientras tenga voz, voluntad y alma...haré que perduren en todo mi espacio. Y aunque el pasado no recuerde...el futuro jamás va a olvidar...
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