viernes, 13 de febrero de 2009

TEORÍA DEL CAOS

De nuevo aquí...vacío, triste y solo, sobre todo solo, siempre solo. Aunque rodeado muchas veces pero siempre solo. Después de todo así es como acabaremos todos, justo como nacimos. Qué injusto es el mundo, y qué cruel muchas veces.

Muchos tienen todo, muchos tienen nada, muchos quieren más y muchos tienen suficiente.

Envidia, celos, rabia, incompetencia, dolor, humillación, impotencia, angustia, anhelo,

odio...cuántas cosas nos rodean y cuánto daño pueden hacer.

Muchas veces las palabras duelen más que los actos, depende de quién las diga, cuándo, cómo, y a quién. La casualidad y la suerte juegan un papel importante en la vida. La vida, quién pudiera tenerla para siempre... No quien yo más deseo, eso seguro. Cuántas veces habré pensando en perderla y cuántas veces habré pensado en quererla y cuántas veces la habría dado por otra persona.

A veces en vano, a veces de corazón. El corazón es muchas cosas. Corazón significa querer, significa odiar, y significa sentir. El tiempo y el espacio se cruzan y nos hacen jugar malas pasadas de vez en cuando. Odio la distancia. Odio tener lejos a la única persona que necesito en este momento. Odio pensar y darle vueltas a lo imposible.

Sé que no volverá, al menos por ahora, y no es fácil hacerse a la idea cuando

no quieres hacerlo. Qué asco de mundo, y qué asco las cosas que pasan en él.

Harto de todo, harto de luchar hasta quién sabe cuándo. Harto de luchar estando vacío, triste y solo.

Estoy harto de luchar solo. Harto de levantarme y ver esa cara que me destroza por dentro.

Esa cara donde se refleja lo que el tiempo se llevó. Harto de sentirme culpable por

algo que no hice. Y harto de ser tan inocente como para seguir estando aquí.

Ya no quiero estar aquí, no así. No pido mucho, pero lo imposible nunca llega.

Me tumbo en la cama y pienso en mil cosas. Pienso en cómo la gente es tan feliz, cómo

se tienen los unos a los otros y cómo me encuentro tan desolado. Lo poco que tenía también se fue y no tiene sentido seguir aquí. Harto de estar harto, y de odiar al mundo por ser como es. Harto de escribir lo que siento por estar tan impotente y no poder

hacer nada para evitarlo. Harto de escribir una vez tras otra sentimientos que pasan por

mi cabeza cada día y reflejarlos cuando más vulnerable me muestro.

Harto de que no estemos hechos los unos para los otros y los que nos gustan nos rechazan y los que rechazamos nos desean. Harto de que el mundo sea al revés y tenga tanga complejidad.

Harto de sonreír cuando estoy sin fuerzas, y harto de fingir para no responder preguntas

que me taladran los sentidos. Harto de buscar donde no hay y harto de que no respondan al teléfono cuando llamo. Harto de echar de menos todos los días de mi vida, y harto de tener agujeros en mi alma y mirar en ellos a cada segundo. Harto de que la gente no comprenda que no hay peor dolor que este. Harto de que el mundo olvide, que el mundo me olvide, y se olvide de que un día estuvimos ahí, de que algún día volveremos a estar. Aunque yo ya no quiera estar.

Harto de escuchar canciones tristes porque me dan fuerzas ya que los protagonistas

tienen historias tan tristes como las mías. Harto de ver películas tristes donde todos mueren de la forma más triste porque de esa manera me siento mejor y se que todos acabaremos muertos. Harto de tener cosas que sólo adornan lo vacío que me siento y que sólo sirven para satisfacerme momentáneamente mientras mi mente solo piensa en lo absurda que es mi vida.

Harto de defender lo indefendible, harto de luchar contra lo imposible, y harto de que

el mundo me de la espalda cuando intento hablar en voz alta.

Harto de fantasmas a los pies de la cama y en la puerta de mi casa. Harto de maldecir cada pensamiento que me inunda y cada duda que me asusta.

Harto de que las cosas no puedan ser fáciles y de que los corazones no sean correspondidos.

Harto de que se malinterpreten los hechos y de que haya siempre que huir de las respuestas.

Harto de tener que mirar a extraños para ver si veo alguna sonrisa sincera que yo no

podré fingir. Harto de ver pajaritos en el cielo que no saben volar, y harto de hacer

castillos en el aire que no tienen sentido. Harto de tener cosas en mi mente que quiero borrar y harto de tener que soportar los enfados del destino, y sus ganas de jugar conmigo. Harto de dar ánimos a los demás cuando se pinchan un dedo con una aguja cuando yo me siento acuchillado de por vida.

Harto de oír palabras ya dichas anteriormente y de frases prefabricadas que ni siquiera

se sienten de verdad. Harto de decir lo que quiero decir y que me tomen por algo que no soy.

Harto de que me empujen al vacío cuando no estoy preparado para caer y harto de que me den una patada cada vez que me propongo levantar. Harto de ser fuerte cuando ya no se puede más. Harto de ser fuerte cuando todo llega al final. Harto de que todo lo que quiero se desvanezca y todo lo que deseo se convierta en fantasía.

Harto de encontrar muñecos de papel que sólo sirvieron como un apoyo temporal. Harto de promesas que nunca se cumplieron y de sueños que desaparecen al despertar. Harto de intentar buscar en otra lengua lo que la mía no me puede dar. Harto de que lo poco que le he pedido a esta puta vida no se me haya dado y de que tenga que ganarme cada pequeña mierda a pulso. Harto de ver como los demás tienen todo cuando no han movido un dedo. Harto de que todos los que dicen ser sinceros

y verdaderos, no sean verdaderos en absoluto. Harto de ver cómo todo el mundo tarde o temprano se quita la careta y nadie es lo que decía ser. Harto de que las cosas no sean como solían ser y que la evolución se convierta en un logro a toda costa. Harto de ser un soñador mientras intento que lo que soy pueda ser real algún día. Harto de esperar sin saber a quién o a qué, y sin saber cuándo llegará mi fin.

Harto de descargar toda mi rabia contra unas cuantas teclas para que luego se pierda

todo en el olvido, y harto de tener que hacer cosas que no quiero a la fuerza.

Harto de seguir rígido y aguantar lo que toque cuando mi espalda está apunto de romper.

Harto de levantar la cabeza todo el día y llorar en la bañera al llegar a casa. Harto de cubrir mis lágrimas con el agua de la ducha y así simular que soy un poco menos débil.

Harto de vivir el presente preocupándome por el futuro y avergonzándome de mi pasado.

Harto de ocultar quién soy y lo que quiero en la vida, y de cerrar la boca cada vez

que quiero decir una jodida verdad, porque en este mundo la democracia se paga a plazos y la libertad de expresión es prestada.

Pero no pasa nada, hay muchos días, aunque no los viva todos, y siempre, y pase lo que pase...

acabaremos viendo el sol.

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE