Mayo se viste de rojo un año más en Madrid. Rojo color de sangre de toro, rojo color de los ojos de los espectadores que observan sin piedad ninguna cómo se cometen asesinatos en la plaza de toros de Las Ventas. Esperan con aplausos y alaridos inhumanos la caída del toro y el triunfo del torero. Esperan con ansias el paseo de gloria que llevará al torero a la gloria de los asesinos sin saber que si hubiera un infierno...sin duda acabarían todos en él.
Mayo es el mes las corridas de toros infinitas en Madrid. Es así cómo celebran y alaban las fiestas de su patrón y cómo gastan el dinero en matanzas sin final. Desde el 7 de mayo hasta el 6 de junio se abren las puertas de Las Ventas para que pasen todos y deleiten lo que ellos llaman "arte", pero yo llamo vergüenza, ignorancia y barbarie.
Mientras unos las celebran comiendo callos o cocido en las calles del centro, otros deciden dejar sus quehaceres para dedicarse en cuerpo y alma a la preparación del ruedo, de sus toros, de sus banderillas y espadas, de sus trajes de luces falsas y sin brillo...para convertirse en partícipes de la vergüenza más grande que existe en este país.
Dos noticias han llegado a mí sin yo siquiera buscarlas:
-Una cornada a un tal Jiménez Fortes que por dos centímetros no muere.
-Toro escapa en las fiestas de Talavera (Toledo) y hiere al menos a 11 personas antes de ser atropellado.
Suerte tuvo el Fortes y malditos los dos centímetros que lo dejaron con vida. Tenía que haber muerto desangrado en el centro de plaza como hacen los toros en lo que ellos llaman arte. La vida (por alguna razón que desconozco) le ha dado una nueva oportunidad y espero que recapacite y se retire de este mundo cruel y sanguinario. De cualquier otro modo...que termine como tiene que terminar, pagando por lo que hace. El impacto de la noticia es que un toro al que sacan al ruedo para matarlo de una forma infrahumana ha atacado al "héroe" cobarde que "arriesga" su vida para matarlo. Lo tachan de tragedia, de teñir el día de gris o de rojo, de mala suerte, etc... No se equivoquen señores, la tragedia es la que se vive a diario en esa plaza de toros, los asesinatos despiadados hacia los animales que no tienen culpa de nada, y que en pleno siglo XXI, en la misma era tecnológica, se sigan llevando a cabo estos "festejos" en una capital de país como es Madrid. Me sorprende que siga habiendo fanáticos taurinos tan jóvenes y a la vez con las mentes tan cerradas como para comprender lo que realmente ocurre ahí dentro. Me sorprende escuchar sus gritos de admiración hacia los toreros, sus aplausos al ver como una espada atraviesa al animal después de haberlo torturado con varias banderillas. Me sorprende que esta tradición de mierda (porque no tiene otro nombre) siga de generación en generación y no se prohiba de una vez por todas.
En cuanto al toro que escapó de las fiestas de Talavera, esta vez han sido inocentes (o igual no tanto si estaban por la zona) los que han pagado los platos rotos con las cornadas. Una pena que los toros no vuelen y claven sus astas a todos los que de pie hacen de público y disfrutan con sus tortura. Ellos son los que deberían llevarse los cortes, las astadas y las heridas. Ellos, que son partícipes de una masacre que no tiene finalidad ni lógica ninguna y que en mí no despierta otra cosa que asco, desprecio y vergüenza. Si hay alguna opinión que tengo clara en la vida desde muy pequeño y en la que sé que pase lo que pase no voy a cambiar de opinión, es la tauromaquia. Es en el ruedo donde tienen que ocurrir las desgracias del mundo: tsunamis, tornados, terremotos, incendios, holocaustos, ataques terroristas...así, al menos, los inocentes no tendrán que pagar por la irracionalidad humana. Seguramente a muchos les suenen mis palabras crueles, despiadadas o inhumanas, pero si lo piensan...nunca lo serán más que una corrida de toros.
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