jueves, 30 de abril de 2015

COMPLEJIDAD ATEMPORAL

El tiempo que se va...no vuelve al mismo lugar. No somos exactamente los mismos que cuando nos vimos la última vez y es así como la vida nos hace pasear por sus etapas fingiendo que somos un poco más maduros o un poco menos ingenuos. Es la realidad de vivir en una ciudad en la que se cruzan vidas extrañas que nadie llega a valorar. Pasamos del factor humano al numérico de un momento a otro y no por la numeración que aparece en nuestro pasaporte, sino porque solamente somos unos pocos dígitos que rellenan un formulario de natalidad. Uno entre decenas de millones; alguien no particularmente especial que no destaca en nada y que todos saben que es totalmente imprescindible. Todo giraría de la misma forma si en vez de estar aquí, estuviéramos en cualquier otra dirección, en un puñado de cenizas deshechas por el océano o molestando en algún cementerio. 
Nos regalamos detalles para que se acuerden de nosotros y no porque nos salga del corazón, sino porque nos da miedo vernos solos. La soledad es la enemiga de la vida y pende de un hilo que no todos se atreven a cuidar. El espacio que ocupamos mañana otro lo llenará con una sonrisa más grande que la nuestra y al cabo de unos meses nadie más nos volverá a recordar. Perdemos el nombre de la misma forma que el puesto en el que estábamos y el que más sacrifica hasta la muerte es el que recordaremos unas semanas más. Un planeta que se dice que creado por explosiones no sabe de equilibrios ni de justicia. Un nivel que se cae del lado de los que menos necesitan un rayo de luz y el destierro para los más humildes que habitan países que nadie sabe pronunciar. Es así como comienzan las mejores historias, los dramas que nadie quiere escuchar. Así, sin maquillajes no funciona la sociedad y cuanto menos mostremos lo vulnerables que somos más éxito tendremos mar adentro, con las pirañas que esperan alimentarse de nuestra carne blanda. El mundo, con su fuerza gravitatoria ha decidido no detenerse jamás y ha batido todos los records de velocidad. La caída, inescrutable como siempre, no dejará destello de luz en su estela y las hormigas en forma de humanos que caminan por sus tierras...tendrán que aguantar los grados de un paralelo al ecuador que terminará por volverlos locos. El ser humano, después de todo...no está hecho de una máquina tan compleja...

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EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE