sábado, 25 de abril de 2015

# GOLIAT

Nuestro hilo rojo se enredó, tensó, se quebró. Cambió de color mientras mirábamos en otras direcciones, cada uno a su propia meta. Ya no quedarán mis cabellos adornando la almohada, ni mi perfume impregnando la toalla. Siento no terminar la partida y dejar el dado sobre la mesa esta mañana especialmente azul. Te vi dormido como tantas otras veces en las que te contaba lo feliz que vivía por ti hasta escucharte roncar un sinfín de veces. Me dio miedo despertarte por si aquel demonio volvía a apoderarse de ti e intentaba azotarme con tus nudillos sin pedirte permiso. Creía tanto en ti...
Ahora puedo ver todas esas oportunidades que te bebías con el tequila al limón, todos los te quieros que se perdieron en el desagüe de nuestra bañera, la más larga y profunda de la historia. Creí que teníamos el record del mundo en abrazarnos, hasta que abrazabas a todos menos a mí. Tus mentiras pegaban bien con mi ceguera selectiva y mi sordera intermitente. Una lástima que ocurrió todo lo que los demás decían que ocurriría. Acabé herido de la misma forma que me habían descrito mis amigos. Creía tanto en ti...
Tu calor era tan hipnotizador que llegué a perder el control de mis palabras, de mis actos de amor. Saqué fuerzas de los cientos de músculos cansados que decoraban mi cuerpo, hice ejercicio hasta que modelé mi figura de la forma que soñabas y tu música se convirtió en la banda sonora del principio del final de nuestros días. Un piano que sonaba para ti y para mí, el mismo que lanzaste por la ventana la primera vez que levantaste la mano hacia mí. Y yo, yo te he quiero más de lo que nadie podrá. Creía tanto en ti...
Toda la perfección que encontré en ti me impedía ver los errores que cometías en mi ausencia. Hoy al marcharme me hice daño por tercera vez y es mi corazón el que me ha abandonado. Me sorprendo al respirar bocanadas de aire que me corta las vías respiratorias y estas lágrimas que me impiden ver lo que intento escribir. El resultado de un derrumbe más grande que mi propia existencia ahora. No quiero hablar de víctima o verdugo, de regalos o castigos, de David o Goliat. Sin embargo... Creía tanto en ti.
La circunstancia de culparme por tu confusión. La estupidez de no dejar de jugar por mi miedo a perder, cuando es ahora que veo una partida lejana en la que siempre hubo un ganador desde el principio. Yo, olvidé mi objetivo para ayudarte en tu conquista sin saber que no querías un territorio para vivir juntos, sino un planeta que girara en torno a tu belleza. Me sentía tan pequeño cuando caminaba solo y tan grande cuando iba a tu lado. Creía que las sábanas era lo único interpuesto en nuestro camino. Creía tanto en ti...
Mi estupidez no me deja pensar en otra cosa que en tu despertar. En cómo tirarás a la basura el despertador que quise olvidar por si cambiabas en dos segundos y venías a recogerme, pero esta vez para siempre. Esa camiseta en el suelo que acabará en algún vertedero aunque me embelese al pensar cómo la hueles buscando mi esencia. Y yo, me he convertido en un ser tan absurdo que apenas puedo dejar de temblar. Mi único acto de valentía en los 4 años que llevo siguiéndote es cerrar la puerta al salir. Creía tanto en ti...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso no es amor,el amor es comprensión,compartir,aceptar,dar y recibir,respeto sin sumisión.....

Unknown dijo...

Ciertamente, pero cuando uno no quiere ver...hay pocas cosas que hacer para hacerlo entrar en razón. El amor también nos convierte en estúpidos vulnerables...

EL COMIENZO NUNCA RESIDE SOBRE NINGÚN PRINCIPIO...

Parecía que nunca nacería, pero aquí está...con una estética forzada y protocolaria. Con un toque propio de esos que te recuerdan a quién pertenece y con muchas expectativas de futuro (para liberar tensiones más que nada). Sin más, pongamos puntos y suspensivos a esto que nace hoy y que nadie sabe hasta dónde llegará....bienvenidos a mi verdad




"LA LOCURA QUIZÁ NO SEA OTRA COSA QUE LA SABIDURÍA MISMA QUE, CANSADA DE SOPORTAR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO, HA TOMADO LA INTELIGENTE RESOLUCIÓN DE VOLVERSE LOCA"

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE

TODO OBJETO VARÍA SEGÚN LA VISIÓN DEL QUE LO CONTEMPLE